Llegamos a la finca, la entrada era larga para llegar a la casa y noté como Emilio se ponía ¿nervioso?, no lo había visto nunca así.
-¿Qué tienes? - le dije mientras lo miraba y aguantaba la risa-¿Estás asustadito?.
-Pues si y mucho-me miró y me reí- no te rías y ¿si no le caigo bien a tus abuelos?
-Si le caes bien a mis papás, le vas a caer bien a todos- me miró con una cara de incredulidad - Mi abuela te va a amar.
-¿Y tu abuelo? - me miró y si se veía asustado- ¿Qué tal me odie?
-No creo que pueda hacerlo, él está en el cielo amor- me miró y abrió sus ojos.
-La vengo cagando desde la entrada, perdóname bella, no me habías contado eso- le cogí la mano, no se lo había dicho porque recordar a mi abuelito me hace doler el alma.
-No es nada, le decimos donde los abuelos porque así bautizamos la finca- le sonreí y le dí un beso en su mano-Vamos que te va a amar.Emilio apagó el carro, y se puso las gafas de sol, abrió la puerta y yo hice lo mismo. Él sacó nuestras maletas y entramos a la casa.
-Familia, ya llegamos-grité
-Llegó el tesoro de mi alma-salió mi abuelita y me dio un abrazo-te extrañé mi niña.
-Yo a ti abuelita linda-seguimos con nuestro abrazo.
-¿Qué hace abrazando a mi abuelita? - una carcajada salió de mi boca, era mi prima Lorena.
-¿Por qué invitan a gente tan desagradable?- nos dimos un abrazo-te extrañé.
-Yo a ti- Lorena vio a Emilio en la puerta, no había entrado y tenía las maletas en la mano- Ajá ¿y él?
-Pasa amor- Emilio entró, se puso a mi lado y bajó las maletas -Él es mi novio Emilio, Emi ella es mi abuela querida y ella una niña que recogimos por ahÍ- mi prima me miró y se río.
-Mucho gusto, Emilio- él dio su mano a mi prima.
-Soy Lorena y la adoptada es otra, que mal gusto tienes muchacho-Emilio se río y mi abuela se acercó a él.
-Eres bien parecido, que lindos ojos tienes Emilio-mi abuela lo miraba con detenimiento-Soy Martina, un gusto.
-Mucho gusto señora Martina, disculpe venir hasta acá a incomodarlos- Emilio le dio la mano.
-No es nada mijito, ojalá sea como me ha contado mi nieta por que habla maravillas de tí- la prudencia no es una virtud de mi abuela.
-Abuelita, por Dios- Le abrí los ojos.
-Pues usted decidirá eso esta semana señora Martina- Emilio le sonrió a mi abuela y ella a él, le cayó bien y de eso estoy segura.Mi papá, mi mamá y mis tíos llegaron de afuera, creo que estaban viendo el ganado y yo presenté a Emilio con mis tíos y mis papás lo saludaron. Entramos a la habitación, acomodamos las maletas y salimos a almorzar. El almuerzo fue muy lindo, hablábamos y reíamos y Emilio se acopló muy bien a mi familia, después me senté en la sala a hablar con mi abuelita. Mis papás, mis tíos, Lorena y Emilio salieron a ver la finca.
-¿Te estás cuidando, niña calenturienta?- me dijo mi abuela en tono sarcástico.
-Claro que sí, eso es prioridad tu lo sabes- la miré y ella bajó la cabeza.
-Yo quería Bisnietos- levantó su cabeza y empezó a reírse.
-Ay no, eso sí jamás- me reí junto a ella-para eso falta mucho tiempo.Empezamos a hablar de la universidad, de cómo conocí a Emilio y de cómo íbamos a dormir. La habitación que nos tocó era compartida con Lorena, nos tocaba dormir a Lorena y a mi juntas y Emilio en la cama pequeña. Llegó la noche, después de una rica cena y unas cervezas en familia nos fuimos a dormir, Emilio y yo entramos a la habitación mientras Lorena iba al baño.
-¿Esta es nuestra cama? - me dijo Emilio señalando la cama grande.
-Esa es mi cama, la tuya es la pequeña-lo miré mientras me ponía el pantalón de pijama.
-¿Qué? ¿Me toca dormir solo? - se subió el pantalón y se acercó a mí sin camisa-¿No quieres repetir la reconciliación de anoche? - una sonrisa pícara se formó en su boca.
- Claro que quiero, pero Lorena debe dormir conmigo- me acerqué a él- pero puedes darme un besito si quieres.No lo pensó, sus labios se abalanzaron contra los míos, Dios, autocontrol ¿Dónde estás cuando te necesito?. Él me tiró a la cama y se acostó sobre mi.
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Simplemente pasan
Teen FictionEl amor llega cuando menos lo esperas y se va cuando más lo necesitas, pero las cosas buenas o malas que esten destinadas a ser, simplemente pasan.