-Hola chiquitos- nuestros hijos habían nacido, un par de gemelos. Juan los miraba y les hablaba mientras yo intentaba recuperar mis fuerzas- Vida,son preciosos.
-Seguro los son- dije desde la camilla- Ven- él llegó a mí- Te amo.
-Te amo más- besó mi frente- ¿Cómo los vamos a llamar?
-Martín- le dije- solo he pensado en ese nombre y aprovechando que son 2 pon tú el otro.
-Emilio- dijo Juan y yo lo miré- será un homenaje ¿Te parece?
-Si- me levanté- Emilio y Martín- sonreí- Son preciosos.
-Son nuestros hijos- me besó- Te amo mi vida, Gracias.
-Te amo mi vida, gracias- nos unimos en un beso.Las cosas buenas que tienen que pasar simplemente pasan y en mi vida me han pasado demasiadas. Pero mirando a esos pequeños ojiverdes me dí cuenta que lo mejor que me ha podido pasar son ellos.
Viendo al gran ojiverde a mi lado me dí cuenta que el mejor esposo que pude elegir es él, me enseñó tantas cosas y las que quedan por aprender que me alegra saber que estará a mi lado.
Amo a mi esposo, Amo a mis hijos, amo a mi familia y amo a mi anterior gran amor.
Amo la vida que tengo y seguro amaré la que viene.
Y pensar que decía que el amor no era para mí y ahora estoy llena de él dispuesta a darlo cada día de mi vida.
La frase de mi abuela tiene sentido pero deformandola un poco lo tiene aún más. Las cosas buenas y malas que tienen que pasar, simplemente pasan y pasan siempre por algo.Fin.
ESTÁS LEYENDO
Simplemente pasan
Ficção AdolescenteEl amor llega cuando menos lo esperas y se va cuando más lo necesitas, pero las cosas buenas o malas que esten destinadas a ser, simplemente pasan.