Pasaron varios meses, estábamos en marzo y yo estaba a reventar de trabajo.
-Su majestad- amaba tanto cuando me decía así - Tengo que hablar contigo ¿Podemos vernos a las 6?
-Claro papo, ¿A dónde llegó?
- Al parque ahí cerca a tu casa ¿te parece?
-Perfecto, nos vemos en un rato.Colgué el teléfono y me arregle un poco, como era sábado no fui a trabajar aunque estaba adelantando cosas. Se llegaron las 6 y me fui para el parque, como no era lejos fui caminando,cuando llegué él estaba ahí.
-¿Cómo va todo papo? - me senté a su lado después de saludarnos.
-Todo va muy bien - sonrió - ¿Quieres eso? - Señaló a un señor vendiendo algodón de azúcar, me encantaba y él lo sabía.
-Pero por supuesto- me levanté y él me siguió. Compramos algodón y empecé a hablar del trabajo. - ¿Por qué estás tan callado?
- Me gusta verte hablar y lo sabes - sonrió- pero tengo que decirte algo importante.
-Dime - cuando iba a hablar me cayó una gota de agua, lo interrumpí - va a llover, si quieres vamos a mi apartamento y me cuentas allá.
-Es que no.. - empezó a llover duro, yo me levanté, agarré su mano y empezamos a correr y como pasaba demasiado seguido, me caí - ¿Estás bien?
-Sí- me reí y limpie la lluvia de mis ojos- Que vergüenza - el rió.
-Isa, me voy el martes- la lluvia no me importo, las alergias y la probable gripa que me iba a dar no importaban.
-¿Qué? ¿A dónde? - lo miré a los ojos.
-Me voy para España indefinidamente - la sonrisa se borró de mi cara.
- ¿Por trabajo? - la lluvia caía sobre nosotros.
-Si- dí una sonrisa a medias- me dijeron ayer y te necesitaba decir porque eres importante para mí.
-Y tu para mi Juan- lo abracé - esta es una gran oportunidad y te felicito- mis lágrimas se camuflaban con la lluvia- estoy tan feliz por ti.
-Gracias - se soltó de mi abrazo - deberías subir, te puedes enfermar.
-Sube tu conmigo, tu también te puedes enfermar- cruzaba los dedos porque no subiera, la única persona que había estado conmigo siempre, la única persona que tenía se iba a ir.
-Estoy super cerca, yo me voy- me abrazó y se fue. No subí me quedé mirándolo, ¿por qué todos lo que quería se iban de mi vida?
Cuando lo perdí de vista entré, me puse mi pijama y saqué mi helado de reserva. ¿Lloré? Claro que lloré ¿Iba a decirle que se quedara? No, no iba a ser tan egoísta.
Me dormí mientras veía una serie.
Al otro día me levanté tardísimo, almorcé algo y luego la vi, mi botella de vino de reserva.Narra Juan Pablo.
Recibí una llamada, miré la hora y eran casi las 2 de la mañana, me preocupé.
-Aló- escuchaba mucho ruido al otro lado del teléfono.
-Juan Pablo, soy Isabella- Ella hablaba muy fuerte.
-Isa ¿Pasa algo? - me preocupé.
-No pasa nada - se rió - lamento despertarte.
-No pasa nada ¿Dónde estás? - su lengua se enredaba.
-Estoy en ese bonito bar de tu amigo, donde vinimos con Aaron y Paul ¿Recuerdas? - recordaba muy bien esa noche, porque fue la noche en la que quedé flechado por Ella. Ese baile, esa canción y el momento siempre iban a estar en mi mente y en mi corazón.
-Sí recuerdo ¿Con quién estás? -
-Sola- se rió - quise salir un rato, creo que ya me voy a mi casa.
-Esperame y te recojo- me levanté a ponerme un pantalón y unos zapatos.
-No es necesario, es que te llamaba para decirte algo- Ella se quedó en silencio un momento- Me gustas, eres un hombre encantador y me haces sentir bien Juan Pablo, pero tengo miedo - Su confesión me tomo por sorpresa, ella ya me había rechazado- tengo miedo a que algo pase, no quiero perderte a ti también - se quedó en silencio- tengo miedo y no resistiría otra perdida de alguien para siempre, no me recuperaría de nuevo- yo solo la escuchaba - Cuando Emilio murió, yo pensé que no iba a salir de ahí. Pero después de un tiempo llegaste tú, con gusto musical muy bueno y demasiado variado-se rió - para hacerme reír, para acompañarme y apoyarme en todo momento y yo también quiero estar en tu vida, quiero estar contigo siempre. - se quedó en silencio- Tengo miedo de perderte.
-El miedo es solo una ilusión de tu mente Isa- me subí al carro y empecé a manejar- yo no te voy a presionar y te voy a dar el tiempo que necesites.
-Gracias - Ella rió - bueno, adiós que voy a buscar un taxi para irme a mi casa.
-Esperame, ya voy por ti - no estaba tan lejos del bar, ella colgó.
ESTÁS LEYENDO
Simplemente pasan
Teen FictionEl amor llega cuando menos lo esperas y se va cuando más lo necesitas, pero las cosas buenas o malas que esten destinadas a ser, simplemente pasan.