Simplemente pasan

Capítulo 23

Pasaron 2 meses desde que Juan Pablo se fue. Nos escribíamos a diario y casi todas las noches nos llamábamos. Mis sentimientos seguían ahí, firmes pero escondidos.

-¿Quién cumple años hoy?- me dijo sonriente.
-No lo sé, tú dime - reí.
-Feliz cumpleaños su majestad, espero la hayas pasado muy bien. Te quiero muchísimo y te extraño demasiado.- sonrió.
-Te extraño igual papo- le sonreí- Gracias por las flores- me había mandado un ramo de flores, grandísimo y muy hermoso- es muy bonito detalle.
-Lo hago con todo el cariño, su majestad- rió.
-¿Cómo te fue hoy? -
-Bien, mis papás me invitaron a almorzar y no hice gran cosa- sonreí- ¿y tú? - su barba había crecido un poco y su pelo igual.
-Bien, ando buscando una niñera para los niños en Colombia ¿conoces alguna? -
-¿Por qué? -
-Se murió un amigo muy amigo cercano a mis papás, quieren ir el sábado al funeral pero no tienen con quien dejar a los niños. Como yo tengo más contactos estamos buscando - sonrió
-Lo siento Juan-  me quedé pensando- Yo los puedo cuidar.
-¿En serio? - abrió sus ojos - es que ellos se van el sábado y vuelven el domingo en la tarde.
-Si- sonreí - me haría bien la compañía y tus hermanos me caen demasiado bien. Pues no sé si tus papás estén de acuerdo.
-Claro que lo van a estar- sonrió - les caes demasiado bien - sonreí de vuelta- Gracias Isa.
-No es nada, yo feliz con ellos- sonreí - me avisas si los paso a recoger o los traen, por favor.
-Vale- sonrió de boca cerrada- ¿Que más?

Nos quedamos hablando otro rato y después colgamos. Me puse a limpiar el apartamento porque estaba demasiado sucio, era jueves y los niños llegarían el sábado. Me hacía feliz cuidarlos, últimamente estaba sola y eran demasiado divertidos.

-

-Hola niños - abrí la puerta y ellos vinieron corriendo.
-Hola princesa-  dijeron casi al unísono y me abrazaron.
-Sigan, por favor- entraron al edificio.
-Isa, de verdad muchas gracias- don Mauricio venía con las maletas de los niños - No cualquiera hace esto.
-Yo encantada don Mauricio - recibí las maletas-  lamento mucho su perdida.
-Gracias isa-  sonrió - Nos queda un camino largo, de verdad gracias.
-No es nada, hasta luego.

Entré y ellos estaban esperándome, subimos a mí apartamento y entramos.

-Es su casa mis niños-  ellos entraron.
-Gracias princesa - Joaquín sonrió.
-Les tengo muchos planes - sonrieron - ahora acomodamos sus cosas, vamos al centro comercial  de allí cerca y les gasto un helado. ¿Les parece?
-¡Si! - Lucía contestó emocionada.
-Después vamos al parque que queda ahí y cuando volvamos compramos pizza y vemos una película-  me agache para quedar a su altura - ¿Les parece bien?- ellos asintieron.
-¿Podemos llamar a mi hermano? - Lucía me preguntó.
-Claro que si-  saque mi celular y le marque a Juan-  Hola papo
-Su majestad ¿Cómo estás? - contestó con una sonrisa.
-Super, es que te quieren saludar-  pasé mi celular a Lucía.
-Hola papo - ella le sonrió.
-Hola mi niña ¿Cómo va todo? -
-Estoy muy feliz, vamos a ir a comer helado - sonreí - mi hermano ya está en la habitación explorando, todo es muy lindo ¿Ya has venido?
-Si, pero te vas a quedar primero tu que yo - el rió-  juiciosos por favor.
-Si papo, nos hablamos - me pasó el celular y se fue con su hermano.
-Gracias Isa-  su sonrisa, esa sonrisa perfecta salió a relucir.
-No es nada, yo estoy encantada- sonreí - están tan felices y eso que no les he contado el plan de mañana.
-¿Que van a hacer? - revisé que no estuvieran.
-Tus papás llegan a las 6, entonces les preparo desayuno y después vemos algo mientras es hora de almorzar-  Juan me escuchaba atento-  los voy a llevar a Isla morada ¿la ubicas? - el asintió - eso, y luego a comer postre en la cabaña y estamos volviendo a penas.
-El plan que me estoy perdiendo - hizo un puchero.
-Te lo recompensare después papo-  me reí - te llamo después ¿vale?
-Vale Isa, un abrazo- colgué
-¿Listos? - al colgar la llamada me fuí hacia la  habitación de invitados, pero solo encontré a Lucía en la mía.
-¿Esta ropa es de quien? - Lucía se acercó al closet-  es muy linda.
-Era de mi novio- sonreí - el murió hace unos años.
-¿Y este vestido era tuyo?- asentí - te debes ver muy linda.
-Lo tengo solo por el recuerdo, nunca me lo volví a colocar- ella sonrió.
-¿Vamos? - agarró mi mano. Asentí y salimos de la habitación.
-Joaquín, vamos- él salió del baño.
-Perdón por demorarme- respondió y me dio la mano.
-No es nada príncipe-