-Hola bonito ¿Cómo te fue?- le dije contestando. Iba hacía el trabajo y llevaba el altavoz.
-Hola bonita- sonrió- Hubo demasiado turbulencia, me sentí morir.
-Pobrecito bebé- él soltó una carcajada.
-¿Vas manejando?-
-Sip, voy a trabajar-
-Ten cuidado, te dejo porque tengo que ir a la oficina- asentí- te extraño mucho bonita.
-Yo te extraño más, bonito- sonreí- Te quiero demasiado.
-Yo te quiero muchísimo más demasiado-me reí y colgué.En el trabajo estaba llena de cosas, miles de casos por analizar, demandas por redactar y radicar y miles de trámites que debía que hacer. El día siempre estaba muy agitado y ahora más porque había faltado bastante tiempo.
-Perdón por llegar tan tarde- dije entrando a la casa de mis papás.
-Hola mi niña- me saludó mi papá- tu abuela no demora en bajar ¿Quieres algo?.
-Un vaso con agua papi- fuimos hacía la cocina y me lo sirvió.
-¿Ya hablaste con Juan?- asentí- y ¿Cómo está?
-Va muy bien, me dijo que hubo turbulencia y se asustó- reímos.
-Me alegra que estés feliz hijita- me abrazó.
-Gracias papá- mi abuela bajó.
-Vamos que llegaste tarde- dijo desde la puerta.
-Chao papá- le dí un beso en la mejilla.- Salúdame a mamá.
-Bueno- sonrió- Chao suegra.
-Chao- salió mi abuela y yo fuí detrás.
-¿No me piensas saludar?- dije cerrando la puerta del carro
-Hola nietica- me abrazó- ahora vamos que se hizo tarde.
-Son las 5, tranquila- manejé hacía el cementerio.
Al llegar fuimos hacía la tumba de Emilio.-Hola emilito- dijo mi abuela- ayúdame a arrodillarme- le ayudé- te extrañamos y te queremos. Te traje estas flores.
-Hola amor- me arrodillé al lado de mi abuela- traje a esta señora que estaba más cansona- mi abuela me dió un golpe con su hombro y yo me reí- esta mañana se fue Juan para España.
-Y también lo extrañamos- dijo mi abuela- es un buen muchacho.
-Lo es- sonreí- él lo sabe- miré a mi abuela.- Me lo dijo.- ella sobó mi hombro.Seguimos hablando un rato y luego nos fuimos para el apartamento.
-Bienvenida- le dije al abrir la puerta- Voy a ordenar ¿Pizza?- arrugó su nariz- Hamburguesa- volvió su sonrisa y asintió.
Hice el pedido y Juan me llamó.
-Hola bonito, pensé que estabas dormido- le sonreí a la cámara.
-Llevas tres días sin dejarme dormir, ahora tengo insomnio-
-¿Ah sí?- dijo mi abuela acercándose. Juan Pablo abrió sus ojos y yo solté una carcajada- ¿Me vine a quedar en la casa del pecado?
-Señora Martina, era un chiste- respondió él.
-Si claro- yo no podía hablar de la risa.
-Pensé que estabas donde sus papás- dijo él nervioso.
-Vine a quedarme acá esta noche, es que fuimos al cementerio-
-Ah que bueno- sonrió- me la cuidas por favor.
-No puedo hacer lo que tu, pero lo intentaré-
-Ay abuela- intenté recuperar mi aliento- ¿Cómo te fue hoy?- intenté desviar el tema.
-Todo estuvo bien, fuí a la oficina y ya tengo un proyecto- le sonreí.
-Que bueno precioso- sonó el timbre- hablen ahí, voy por el domicilio .-se quedaron hablando y yo recogí el pedido. Al volver estaban riendo -¿me perdí de mucho?.
-No bonita, solo hablamos - levantó sus hombros- las dejo comer. Descansen
- Chao Juan Pa- se despidió mi abuela y se fue.
-Te extraño bonito, mucho - hizo un puchero.
- Yo a ti bonita -sonreí.- te quiero muchísimo.
- Yo te quiero mucho más - mi abuela volteo a verme.- descansa.
-Tú igual, chaito - colgamos.Me senté
-¿Te quiero?- me preguntó.
-Si- levanté mis hombros- ¿por qué?
- Porque tu lo amas - giró a verme y yo bajé mi hamburguesa.
- A ti no te puedo mentir- ella asintió - Sí lo amo - sonreí- mucho. Pero eso es un sentimiento muy fuerte ¿No crees?.
-Es muy fuerte, así es. Pero cuando el amor llega se puede llegar a sentir muy rápido ¿No te pasó ya una vez?- asentí-Entonces, ¿por qué no se lo dices?.
-Es que tal vez piense que voy muy rápido- mordí mi hamburguesa- y no sé si él siente lo mismo, o sea llevamos dos días de relación- levanté mis hombros.Mi abuela rió.
-Debes esperar el momento indicado para decírselo- me miró- Yo creo que si te ama, pero tu tienes razón. Tal vez van muy rápido.
-Así es- le sonreí- Pero de verdad que lo amo demasiado, tanto como amo a Emilio.
-El amor por emilito nunca se va a ir de ti mi corazón- sonrió- y lo bonito de Juanpis- reí ante el apodo- es que lo tiene claro y lo respeta. Por eso es un buen hombre y por eso es el indicado para ti.
-¿Que tal no funcionan las cosas?- ella arrugó su ceño.
-Cuando las cosas buenas tienen que pasar, simplemente pasan- sonreí al escuchar su frase célebre.Al acabar de cenar ella se quedó dormida y yo seguí trabajando.
Papo<3: Bonita ¿Pasó algo?¿Que haces despierta tan tarde?
Isabella: Todo bien, ando trabajando :'). No me había dado cuenta que ya son las 3.
Papo<3: Ve a descansar bonita, trabajar tanto te hace daño. Mañana sigues.
Isabella: Tienes razón, ten bonito día precioso. Mañana te llamo.
Papo<3: Bueno Bonita, te quiero demasiado. Usa mis gafas mañana, seguro que las necesitarás.
Isabella: De eso estoy segura, ojeras es lo que tengo jajaja. Te quiero mucho más.Apagué todas mis cosas y me acosté a dormir. Tenía tanto trabajo acumulado que quería adelantar y como las tres noches anteriores me había mantenido de fiesta o haciendo el amor con mi novio no había hecho nada por el trabajo, pero valió la pena.
Al despertar me coloqué esa bonita camisa que me prestó y sus gafas, era como tenerlo conmigo. Llevé a mi abuela a donde mis papás porque viajaría ese día y después me fuí a trabajar. Sería una semana MUY larga y pesada.
ESTÁS LEYENDO
Simplemente pasan
Novela JuvenilEl amor llega cuando menos lo esperas y se va cuando más lo necesitas, pero las cosas buenas o malas que esten destinadas a ser, simplemente pasan.