Pasó una semana, don Fernando se había encargado de todos los trámites relacionados con el accidente. Juan Pablo me visitaba a diario, su familia había vuelto (también me visitaron) entonces estaba quedándose en su casa.
Mi mamá tuvo permiso en el trabajo, don Mauricio se lo dió (Soy su casi nuera, era lógico) y me ayudaba en todo mientras mi papá trabajaba.-Hola señorita- Entró el doctor, me encontraba con Juan Pablo porque mi mamá fue a bañarse- ¿Cómo te sientes?
-Muy bien doctor, me duele pero no mucho- le respondí.
-Te vamos a dar de alta- Juan se acercó a escuchar- tienes que hacer poco movimiento y nada de fuerza con ese brazo ¿Si?- asentí- Sin embargo debes hacerle movimiento para que no se te encojan los músculos, como te hemos dicho la herida no fue tan grave, pero fue con arma de fuego y hay que prestarle atención.
-Si señor-
-Entonces también le haces la curación juiciosa y te vas a sanar pronto- le sonreí- en la tarde te damos la salida ¿Vale?.
-Si señor, gracias- respondimos con Juan y el doctor se fue.
- Por fin me voy de este lugar- dije acostándome de nuevo- No me gustan para nada los hospitales ni ir al médico- Juan me miró.
-¿Por qué?- volteé a verlo.
-Malos recuerdos- sonreí de boca cerrada- Además esto de estar acostada con un abrazo arriba no es muy cómodo- Juan Pablo rió.
-Y las visitas en tu sala van a ser más cómodas- sonreí y él lo hizo de vuelta, me quedé pensando unos segundos y la sonrisa se me borró- ¿Qué pasó?
-Tienes que volver a españa- su sonrisa también se borró- no has ido en mucho tiempo a trabajar.
-Es algo por lo que tú no te debes preocupar- me sonrió- adelanté mis vacaciones y me quedaré acá otro mes.
- ¿Y después?- lo miré
-Después ya veremos- me sonrió- tienes que mejorarte rápido para que tengamos por lo menos una cita- reí.
-¿Qué puede ser más romántico que un hospital y una herida de bala?- soltamos una carcajada.
-Tienes razón, no hay nada más romántico que esto- él se acercó un poco a mi, acercando su cara a la mía- ¿Será muy malo robarte un beso?
-No sería robado- me acerqué a él.
-¡Volví!- entró mi mamá y nos separamos. Él se rió y yo bajé mi cabeza- me dijeron que te van a dar salida mi niña, eso está bien.
-Sí mamá, en la tarde- le dije
-Vamos a bañarte y Juanpa puedes ir a comer algo-
-Yo las espero, no tengo hambre- dijo sonriendo.Entramos a bañarme, necesitaba ayuda para vestirme y lavarme el cabello, mi mamá era un gran apoyo.
-Disculpe, necesito que firmen la salida ¿Es usted el esposo de Isabella Ruiz?- escuchamos desde el baño.
- Eh no- respondió Juan Pablo- su mamá está ayudándola a bañar.
-Necesito que alguien acompañe.-
-Ve mami- le dije
-Un segundo por favor- mi mamá me ayudo a secarme y a vestirme rápido.-Ya vengo Juanpa- mi mamá salió de la habitación.
- Juan- Lo llamé
-Dime ¿Pasó algo?-
-No tengo chanclas ¿Me pasas las que están en la maleta? Por favor-
-Voy- yo salí a la ducha.- voy a entrar.
-Dale- él abrió la puerta- ¿Te las pongo?
-Porfa- le dí mi mano, él se agachó y me las colocó.
-Gracias papo- respondí y le sonreí.Me dirigí a la puerta del baño y él iba detrás mio.
-¿Llevo tu ropa sucia?
-No papo, me da pena contigo- me paré en la puerta.
-Es solo ropa- rió y la recogió. Se cayó mi ropa interior.
-Ay Juan, que pena contigo- reí.
-No sientas pena, no es algo que no haya visto- los levantó.
-¿Cómo así?- reí- ¿Ha visto muchos calzones?- el rió y salimos del baño.
-Varios, varios- rió- tuyos también- solté una carcajada
-¿Cuándo?- respondí sorprendida.
-El día que te traje tu ropa, tuve que abrir ese cajón- giré y lo miré- Perdón- solté una carcajada
-Nada de perdón, me hiciste un favor- le sonreí.
-Te ayudo a peinar- me sonrió- ¿Cómo hago?
-Siempre me aplico un poquito de crema para peinar y empiezo a peinar de abajo hacía arriba- él asintió y empezó a hacerlo.
-Tienes el cabello bien largo- estaba sentada en una silla frente a la ventana y él estaba detrás mío- ¿Te he dicho que me gusta mucho?
-¿Qué?- sonreí.
-Tu cabello, es muy bonito- siguió peinando- además huele delicioso.
-Gracias- reí- ¿Te he dicho que me gustan mucho tus ojos?- él rió.
-No son tan lindos-
-¡Claro que sí!, ¿Dónde se consiguen unos ojos verdosos con la capacidad de volverse café cada que quieren?, son ojos mágicos- reí.
-Volví- habló mi mamá- es una escena muy bonita verlos así- nosotros reímos- típica película de esas que te gusta ver- mi mamá me señaló con la boca.
-¿Qué te dijeron?- desvíe el tema.
-Nos vamos en 10, al parecer el doctor firmó antes- sonreí
-Acabé- dijo Juan- apenas para irnos.
-Por fin nos vamos de este lugar- me levanté y me acerqué a Juan Pablo y le dí un beso en la mejilla- Gracias por ayudarme.
-A ti por dejarme ayudarte- me sonrió.
-Bueno, vamos- mi mamá empezó a empacar y Juan la ayudaba.Cuando acabaron él colocó su chaqueta sobre mis hombros para que no sintiera frío, siempre hacía eso. Me salvaba del frio tanto del clima como el de la Soledad.
Él manejó y al llegar al apartamento todos estaban ahí.- Mi corazón- Aaron se acercó a abrazarme.
-Au, au- me quejé.
-Perdón- él rió- ¿Cómo sigues?
-Mejor- sonreí.
-Hola Aaron- Juan Pablo lo saludó sonriente.
-Hola- Aaron a duras penas lo saludó, Juan se sorprendió pero siguió hacía mi habitación a dejar la maleta.
-Les voy a preparar algo delicioso para comer- mi mamá sonrió- Tenemos bastante visita ahorita- ella se fue hacía la cocina.
-¿A ti que te pasa?- le dije a Aaron.
-¿Que me pasa de que?- me miró
-Por qué saludaste así a Juan Pablo- me fuí con él hacía el sofá.
-¿Te parece poco lo que te hizo? Ni siquiera entiendo que hace contigo y cómo dejaste que volviera a ti- me reí.
-Todo seguro fue parte de algún error, si no él no hubiera venido hasta Colombia.- me senté.
-¿O sea que ni siquiera te dio una explicación?-
-No la quise escuchar, si él vino fue porque malinterprete todo- reí- además ya quedamos de salir pero en plan más de amigos.
- ¿Tú estás segura?-
-Segurisima, el me gusta mucho Aaron y quiero que algo bonito pase-
-Tu sabes que te apoyo mi corazón, sin embargo yo si necesito esa explicación-
-Ay, por favor- me reí- Cuéntame mejor dónde está Paul.
-Anda llenito de trabajo y cómo yo no me voy a demorar decidió no venir- abrí mi boca.
-¿Cómo que no te vas a demorar?- él hizo un puchero.
-Tengo un contrato que cumplir y viajo mañana por la tarde mi corazón- yo hice un puchero- tenía que venir a ver cómo estabas y visitarte.
-Por eso te adoro- lo abracé y tocaron la puerta.Llegó el combo, mi abuela, Lorena, mi papá, Sarah con su esposo y su hijo y los papás de Juan con los niños.
Mi mamá hizo comida y nos sentamos a comer, los presentamos a todos y jugué un rato con los niños. Vi a Juan hablando con Aaron, ya reían juntos. Todo estaba bien.
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Simplemente pasan
Teen FictionEl amor llega cuando menos lo esperas y se va cuando más lo necesitas, pero las cosas buenas o malas que esten destinadas a ser, simplemente pasan.