Capítulo 21

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Llegó el fin de semana, Juan Pablo me recogió como siempre.

-¿A dónde vamos? - Eran como las 6, estaba por anochecer.
-Esa pregunta, aunque parece sencilla es difícil de contestar- lo miré confundida. - Siento que no es importante saber para dónde vamos porque la diversión está en perderse un poquito ¿no crees? - me reí
-Sí - sonreí - ¡Esa canción es viejisima! - estaba sonando "Todo cambió" de Camila.
-Es buenísima - sonrió y yo empecé a cantar.
-Antes que pase más tiempo contigo amor TENGO QUE DECIR QUE ERES EL AMOR DE MI Vida- me reí - me emocioné, perdón.
-Tu sigue cantando, por favor-  giró su mirada hacia mi- toda la vida.
-Si insistes - seguí cantando, él me acompañaba con su voz angelical.

Después de un largo viaje con distintas canciones, llegamos a un lago.

-Me encanta como se refleja la luna- él se sentó y yo hice lo mismo.
-A mi igual- volteo a verme- tengo que hablar contigo.
-Dime- giré mi cabeza para quedar viéndolo.
- Me gustas Isa, me gustas demasiado - me miró a los ojos- no sé cómo ni cuándo, sólo sé que te metiste en mi corazón y no puedo dejar de pensar en ti- yo solo lo miraba- Me gustas demasiado y eres una persona espectacular y no es mi intención pedirte que seamos novios, pero si tu quieres yo encantado-soltó una risita-solo que es algo que tengo atorado desde hace mucho tiempo y yo no puedo más.
-Juan yo- hice una pausa - yo no puedo- baje mi mirada.

No podía decirle que me gustaba, no podía darle alas para algo que no iba a pasar. Yo no podía amar a nadie más que a Emilio y decirle que me gustaba lo iba a ilusionar y probablemente a lastimar.

-Yo te quiero demasiado y eres muy importante para mí-giré mi cuerpo completamente hacia él - solo que Emilio todavía está y siempre va a estar en mi corazón y de verdad no siento que pueda amar a alguien más, no quiero lastimarte.

-Yo se que Emilio es parte de tu corazón y yo nunca voy a pedirte que lo saques de ahí, sería muy egoísta de mi parte y yo solo quiero que me dejes demostrarte cuanto puedo llegar a amar - él giró su cuerpo hacia mí - Pero yo entiendo - sonrió - entiendo que no estás lista, que probablemente no sientes lo mismo que yo por ti y no pasa nada ¿sabes? - acarició mi rostro - Yo sabré seguir siendo tu amigo en las buenas y en las malas, su majestad.
-De verdad perdón - lo miré a los ojos - Perdón por no poder.
-No te preocupes Isa, estar a tu lado será suficiente - sonrió.

A pesar de que él había confesado eso, la noche siguió normal y fue espectacular. Vimos las estrellas un rato y después nos devolvimos para Bogotá, me dejó en mi apartamento y se fue.

La noche siempre es traicionera y mi problema de pensar demasiado las cosas, no me permitió dormir. ¿Y si le decía que me gustaba e intentábamos algo? ¿Y si no funcionaba y lo lastimaba? ¿Y Emilio?, esas y otras preguntas no me permitían dormir.
A veces es mejor usar la razón que seguir el corazón, aunque la razón se encuentre nublada.

Después de varias semanas volví al trabajo, los papás de Emilio y Nicolás se fueron para Australia y a Emilio lo seguía visitando a diario, aunque a veces no podía ir porque se me hacía tarde.
La relación con Juan Pablo siguió normal, a pesar de lo que me había dicho. Él separó las cosas y seguimos siendo amigos y saliendo de vez en cuando.
No se daño nuestra amistad pero estaba a punto de decirle lo que sentía, solo necesitaba pensarlo mejor y consultarlo con alguien.

Simplemente pasanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora