Capítulo 4

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Llevábamos casi tres meses de novios, sin duda los mejores que he tenido en toda mi vida, el amor es un sentimiento muy bonito, te llena el alma y yo estaba muy enamorada y llena de amor por él. El plan del sábado era un almuerzo con mis papás y en la tarde íbamos a salir con amigos de Emilio, me sentía feliz de por fin conocerlos.
Emilio llegó a la hora del almuerzo, mi mamá ese día cocinó pollo al horno, era su plato especial.

-Hola mi amor- Emilio me dio un besito.

-Sabes que me encanta cuando me dices así- él me dio otro besito y me guiño el ojo- sigue por favor.

-Gracias- Emilio traía un vino, le di la mano y nos fuimos hacia el comedor.

-Emilito, ¿cómo estás? - Mi papá se acercó y le apretó la mano- Me alegra que estés acá.

-Buenas tardes señor, gracias por invitarme- se soltaron la mano- traje un detalle, que pena lo poquito.

-No debiste hacerlo emilito- mi mamá salió de la cocina a saludarlo, ellos se conocieron unos días después de volvernos novios, un día que Emilio fue a llevarme unos chocolates.

-No es nada señora Martha, es con mucho cariño- mi mamá lo abrazó.

-Por favor siéntate, ya vamos a servir- le dijo mi papá y se fue a la cocina con mi mamá.

-Tus papás me caen tan bien- él agarró mi muslo y me dio un beso en la frente.

-Te adoran "Emilito" - hice las comillas con mis dedos- te quieren más que a mí.

-Ay amor, no digas eso- él soltó una risa- ellos te aman y saben que yo soy lo mejor para ti.

-Que modesto, pero tienen toda la razón- le di otro beso- te quiero.

-Yo te quiero aún más mi amor- acercó su frente a la mía.

-Cada que me dices mi amor, me dan ganas de besarte hasta quedarme sin labios- mordí mi labio inferior.

-¿Ah sí mi amor? Mi amor, mi amor, mi amor, mí amor- solté una risa y le di un beso pequeño- creo que todavía tienes labios-me reí.

- Voy a traer la comida- me levanté de la silla.

-Voy contigo- él se levantó y por más que le insistí no se quedó.

Entramos a la cocina y mi papá estaba cortando el pollo, mientras mi mamá terminaba de preparar la ensalada.

-¿En qué les puedo ayudar? - Emilio me adelantó.

-No te preocupes Emilito, ya estamos acabando- mi madre volteo a verlo y sonrió.

Yo saqué los platos, y puse la mesa. Emilio me ayudó. Mi papás sacaron la comida y empezamos a comer, nuestro almuerzo estuvo acompañado de varias conversación sobre fútbol, el clima, la carrera, entre otras cosas.

-Quisiera pedirles el favor- Emilio dijo mientras todos estábamos en silencio, volteamos a verlo- Es que quiero presentarle mis papás a Isabella- yo empecé a toser, Emilio me golpeó la espalda y tuve que tomar un sorbo de vino.

-¿Te da miedo?, niñita miedosa - Mi papá empezó a reírse.

-Es que no le había dicho señor, les quería decir a todos de una vez- Emilio contestó por mí y volteo a verme.- Mañana cumple años mi mamá y quería aprovechar, pero solo si ustedes le dan permiso y si ella quiere, claro está.

-No tenemos problema- respondió mi mamá-¿Si quieres ir?

-Claro mami- moví mi cabeza de arriba hacia abajo.

Me sentía emocionada porque no había tenido la oportunidad de conocer a los papás de Emi y que él me invitara para conocerlos me daba muy buena espina y que íbamos por un buen camino.

Simplemente pasanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora