Desde aquel sueño tenía la esperanza de volver a verlo, sabía que me iba a poner mal pero por lo menos iba a poder admirar sus ojos de nuevo, eso no volvió a pasar.
El día de la fiesta de mateo no fui a trabajar, pero tampoco iba a ir a la celebración.
Me levanté solo para ir al cementerio, hoy era día de cambio de flores.-Hola Amor- como de costumbre me senté frente a la lápida- te extraño- empecé a cambiar las flores- Imaginate que compré el apartamento, no te había contado porque no era seguro pero ahora lo es- sonreí - ha valido la pena tanto trabajo, solo que pensaba que lo íbamos a comprar juntos- sonreí mirando hacia abajo- En fin, hoy es el cumpleaños de mateo ¿recuerdas que te conté? Que Luciana me había invitado a la fiesta y tales - le eché agua a las flores- no creo que vaya a ir.
-¿Cómo que no? - Una voz detrás mío hizo que me girara.
-Mateo- me levanté y le di un abrazo- ¿Qué haces acá?
-Vine a saludar a mi amigo, siempre vengo los viernes en la mañana, pero hoy se me hizo un poco tarde- sonrió y se agachó - Hola perro- sonrió.
-Feliz cumpleaños - sonreí y le di un abrazo.
-Gracias - nos soltamos- ve a la fiesta, por favor.
-Es que.. - me quedé pensando en una excusa.
-No me salgas con excusas, te conozco Isabella- nos reímos.- Es más vente conmigo yo voy para allá.
-Estoy deshecha, no puedo ir así- Intenté que me dijera que no fuera.
-Vamos a tu apartamento y te cambias- sobo mi hombro- hará bien que te distraigas.- baje mi mirada a la lápida - sabes que él quisiera que fueras.
-Está bien - sonreí - Yo traje mi carro, yo te llego allá.
-Me vas a hacer trampa, te conozco - soltó una carcajada- te sigo, te espero abajo y te vas en mi carro.
-Está bien- sonreí y me agache de nuevo- Chao mi amor, te amo- hice lo del beso como siempre y me fuí.
-Chao perro, te quiero- acarició la lápida - Nos vemos en 8 días.Llegué a mi apartamento y efectivamente Mateo estaba detrás mío, subí y me cambié rápido. Bajé y nos fuimos para la recepción.
-Amiga- Luciana me recibió con un abrazo.
-Me la encontré en el cementerio y la traje- Mateo abrazo a Luciana y le dio un beso- No iba a venir.
-No es que no quisiera, es que… - me quedé pensando.- bueno no importa, estoy acá - sonreí
-Así es- Luciana sonrió - no demoran en llegar más invitados, siéntate por favor que yo ya voy. - asentí y me senté en una mesa.Después de un rato y de que llegaran los invitados sirvieron la cena y yo salí un rato al mirador. El restaurante que también era salón de eventos tenía una vista muy bonita.
-¿La loca que habla con los tenis? ¿Eres tú? - Juan Pablo habló detrás mío y yo giré.
-Juan Pablo- sonreí - Hola- le di un beso en la mejilla.
-¿Cómo estás? - nos sentamos- no nos vemos desde la fiesta de la empresa.
-Estoy bien, gracias - sonreí - es verdad, me dejaste y yo me quedé con tu saco- me reí.
-Tuve que irme, mamá estaba en el médico- médico, esa palabra me aterraba.
-Lo siento, ¿Ya está mejor? - puse mi mano sobre su hombro.
-Si, ya lo está- volteo a verme a los ojos- Estás muy linda.
-Eh, gracias - sonreí.
-Perdón, fui muy confianzudo- retiró su mirada de la mía.
-No es nada- sonreí
-¿No tienes frío? - Yo iba con una camisa sin mangas y como siempre sin chaqueta.
-Un poco, pero de seguro se me pasa- reí por lo bajo.
-Ten, te presto mi chaqueta- llevaba una chaqueta de Jean y debajo un buzo.
-¿No te da frío? - pregunté mientras él se la quitaba.
-Para nada, tengo este saco- me la pasó y olía delicioso- no quiero que te enfermes- sonreí y le agradecí.
- Mi mamá te busco y nadie le dio razón tuya porque nunca me dijiste tu apellido-le respondí.
- Juan Pablo Villarreal, mucho gusto- estiró su mano y me la dio.
- Villarreal? ¿Como el dueño de la empresa?- le dije sorprendida
- Exactamente, mi papá es Mauricio Villarreal- me dijo orgulloso.
- Con razón mi mamá no te encontró, solo le pregunto a los trabajadores-me reí - tu papá no estaba en la fiesta ¿o si? - pregunté.
- No, por lo que mi mamá estaba en el médico, entonces a mí me mandaron a dar la cara-me dijo y sonrió. -¿Cuál es tu apellido? Yo también intenté buscarte pero no te encontré.
-Isabella Ruiz Arevalo, un gusto-le dí la mano como él había hecho conmigo.
-Al fin nos presentamos formalmente- se rió.
-Y ¿Eres amigo de Mateo? - le pregunté mientras soltaba su mano.
- Se puede decir que sí, nos conocemos desde pequeños - sonrió - nuestros papás son muy amigos- volteo su vista hacía la ciudad- ¿Tú eres amiga de Luciana?, no te vi en su matrimonio.
-En realidad de ambos-solté una risa- los conocí en la universidad pero no fuí a su matrimonio porque estaba en un momento difícil - le respondí y sonreí - Incluso mi - hice una pausa- les ayude a ser novios. - Sonreí.
-Tenemos una cupido- bajé mi mirada -¿y porqué estás sola acá?- me preguntó
- Me gusta la vista-le respondí
-Si, es muy linda- suspiró.
- ¿Tú qué haces acá? - voltee a verlo- o sea no estoy diciendo que te vayas - me reí y él igual.
-Acabe de llegar y te vi, te quería saludar - también giró a verme- y darte mi chaqueta- me reí
- ¿Quieres que tenga colección de chaquetas y sacos de Juan Pablo en mi casa?Gracias-los dos nos reímos- ¿No quieres entrar?
- Dale vamos- me respondió con una sonrisa.
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Simplemente pasan
Teen FictionEl amor llega cuando menos lo esperas y se va cuando más lo necesitas, pero las cosas buenas o malas que esten destinadas a ser, simplemente pasan.