Capítulo 41

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Al despertar me levanté para acabar con la demanda. Me lavé los dientes y me senté en el escritorio envuelta en una cobija.
Empecé con mi trabajo pero con la cabeza en otro lado. Él pensó que yo estaba profunda pero en realidad alcancé a oír su conversación con alguien, una mujer. Al terminar la demanda, me bañé y cuando salí él tenía el desayuno listo.

-¿Cómo amanece la mujer más hermosa de todo el mundo?- se acercó a besarme.
-Muy bien- le sonreí- ¿Con quién hablabas anoche?- él se quedó en silencio un rato.
-Con Paula- asentí para no admitir que me estaba muriendo de celos- me va a hacer un favor.
-Ah ya- me senté- ¿Ya te bañaste?
-Si, en el baño de invitados- señaló- Toma vida- me dió un beso en la frente y yo sonreí.
Sirvió su desayuno y comimos juntos, al acabar lavé la loza.
-¿Nos vemos más tarde?- me preguntó.
-No sé, salgo tarde hoy- levanté mis hombros- Estamos hablando ¿Si?.
-Bueno bonita- me sonrió- Te amo- me besó.
-Te amo- dije cuando nos separamos.

Salimos del apartamento y cada quien se fue por su lado.

-Hola glorita- dije entrando al despacho.
-Hola Isa, te está esperando- mordí mi labio.
-Voy- fuí corriendo a dejar mis cosas, saqué la demanda y fuí a la oficina del jefe.- Buenos días.
-Isabella María- sigo sin entender porqué me llama así- ¿Cómo te fue?.
-Todo bien doc- le sonreí- acá está la demanda- él la recibió y empezó a leerla- también está la liquidación hasta hoy y el monto total- él asintió.
-Nunca me decepcionas- le sonreí- Gracias.
-A usted- me sonrió.
-Acá hay otro, pero de tu rama-
-Menos mal- reí- ¿Qué hago con este?
-Llévalo tú, las partes quieren conciliar y está fácil-
-Perfecto doctor, gracias-
-Yo creo que lo alcanzas a tener esta semana para que tomes la otra- abrí mis ojos- será mi regalo de cumpleaños para ti.
-¿Le han dicho que es el mejor jefe?- él rió.
-Te aprecio lo bastante para permitir eso- yo reí.
-El sábado en la mañana le paso reporte.-
-Me parece perfecto- salí de ahí y empecé a trabajar.

Hice las liquidaciones que eran muy sencillas, el patrimonio no era mucho, no habían hijos, había pre-nupcial. Con ayuda de las partes todo iba a ser muy rápido. Cuestión de 3 días, justo los que tenía.

-Hola mi preciosa- me dijo cuando le contesté.
-Hola bonito- le contesté.
-¿Andas envolatada?-
-Si, un poquis-
-Solo te llamo para decirte que necesito que pidas permiso la otra semana- abrí mis ojos.
-¿Why?-
-Porque te tengo una sorpresa- sonreí- solo necesito que te encargues de eso.
-Ya está hecho- Juan rió- la otra semana es mi regalo de cumpleaños.
-Tu jefe es el mejor- dijo entre risas- te dejo trabajar. Te amo.
-Te amo- colgué.

Seguí con mi trabajo, llamé a las partes y quedamos en reunirnos el día siguiente para la conciliación.

-Hola Sarah- contesté a mi prima.
-¡Mira!- gritó emocionada- Dilo bebé.
-Tía Isa- abrí mi boca
-¡Te amo neneeee!- dije emocionada- por fin dijo tía Isa.
-Casi que no- sarah rió- ¿Te interrumpí?
-No, ya casi voy a acabar- le sonreí- y estaba en mi pausa para comer- le mostré la comida que Juan me había mandado.
-Pero son como las 4 allá- le sonreí- deja de comer tan mal que por eso te enfermas.
-Me ocupé- sarah me miró feo- ya no lo volveré a hacer.
-Eso espero-
-Imaginate que anoche- ella asintió- Juan Pablo espero a que me durmiera y llamó a Paula. ¿Crees que debería preocuparme?
-No, él te ama- levantó sus hombros- Te dejo trabajar que este niño está haciendo maldades.
-Bueno, chao- colgó y seguí con mi comida.

Isabella: Gracias por el almuerzo, estaba delicioso. Te amo
Vida: Te amo mi vida preciosa, un abrazo.
Isabella: Mejor mil besos.
Vida: Que sean mil besos entonces jajajaja. ¿No quieres venir a mi casa esta noche? 😏
Isabella: No podemos seguir haciendo el amor a diario.
Vida: ¿Entonces no? :(
Isabella: Claro que sí, anoche no hicimos nada. Ya pasó un día entero jajajaja.
Vida: Te amo, esta noche te doy como cajón que no cierra.
Isabella: Atrevido 😏 jajajajajaja, pero bueno. Prepara algo para comer por favor.
Vida: ¿Empanadas?
Isabella: La que te va a dar como cajón soy yo jajaja. Te amo y te escribo más rato.
Vida: Te amo, te espero ansioso. 😏

Salí más temprano de lo que tenía estipulado. Llegué a su apartamento a las 7.

-¡Que si! Pero no le vayas a decir a nadie- rió- Nuestro secretico- soltó una carcajada- Chao, besos.
-¿Con quién hablas?- giró a verme.
-Con Paula- dijo nervioso- ¿Cómo te fue?- se acercó a darme un beso.
-Bien- le sonreí- Vengo muerta.
-Ten- me pasó una empanada- te sube el ánimo seguro- la probé.
-Deliciosa como de costumbre- le dí un beso- ¿Qué hablabas con Paula?- él se giró a ver las empanadas y yo comía.
-Me estaba haciendo el favor de pagar unas cosas que me quedaron pendientes en España y no recordaba-
-Ah- contesté.
-¿Por qué?- giró a verme.
-No, nada. Solo curiosidad- él me sonrió.
-Estás celosa-
-¿Celosa yo? Jamás- negué con la cabeza y él se acercó.
-Me prendes cuando estas celosa- abrí mis ojos.
-¿Por qué estás tan calenturiento hoy?- reí sobre sus labios.
-Es que estás muy linda- me alzó y me dejó sobre la isla de la cocina- me encantas.
-Tu a mi- me abracé a su cuello y empecé a besarlo- apaga el fogón- estiró su mano y lo apagó.

Como llevaba falda solo bajé mi ropa interior y él su pantalón.

-No es muy higiénico acá en la cocina- decía con mi respiración agitada mientras él besaba mi cuello.
-Es- me besó- normal- reí sobre sus labios y él empezó a acelerar.
-Así- un gemido salió de mi.
-¿Vamos a la cama?-
-No.- gemí sobre sus labios- no vayas a dete…- Mis palabras se ahogaron en gemidos. Mis celos e inseguridades se callaron al escuchar sus gemidos.- Te amo- dije en su oído.
-Te amo más- Nos besamos.
-Ayudame a bajar de acá- él rió y agarró mi cintura- Gracias caballero.
-De nada su majestad- lo abracé.
-Extrañaba ese apodo- lo besé- ¿Otro o miedo?
-y ¿las empanadas?- se acercó y agarró mi trasero.
-Las comemos más rato- me alzó y me llevó a la cama.
-¿Te dije que me ascendieron?- me levanté de su pecho.
-Felicidades- dije orgullosa y lo besé- te lo merecías mi precioso- lo besé de nuevo.
-Gracias- sonrió.
-Tengo hambre- lo abracé.
-Tengo empanadas- señaló a la puerta- ¿Quieres?
-¡Ay si!- busqué su camisa y él se puso su bata. Salimos a comer- Te quedan muy ricas.
-Yo todo lo hago rico- solté una carcajada.
-Eso es algo que yo no puedo negar- él rió- Estoy orgullosa de tí.
-¿Por hacer ricas empanadas?- reí.
-Por obtener el ascenso- él sonrió- es algo que no es fácil.
-Yo solo me siento orgulloso de una cosa en mi vida- lo miré curiosa- y es de tenerte conmigo.
-Eres un amor- reí- Necesito que pares con tu coqueteo.
-¿Por qué?- dijo riendo.
-Por qué me van a doler las piernas y se me va a hacer tarde mañana y tengo una conciliación- él puso su mano en mi muslo y empezó a subir- Y soy débil, y…- me besó- Tramposo- reí y me levanté- ¿Viene o que?- me quité su camisa y se la tiré a la cara quedando desnuda.
-Te amo- se levantó corriendo y yo corrí hacía la habitación.

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-¿Aló?-
-Doctora, sus clientes la están esperando. Les dije que usted venía en camino- Me dijo gloria.
-¡Carajo!- Susurré levantándome- Por favor dales algo de tomar, en 20 minutos llego. Hay un trancón horrible.
-Bueno doctora- colgué y entré a bañarme. Mis piernas dolían porque él cumplió su promesa "Como a cajón que no cierra".
-¿Ya te vas a escapar?- yo me estaba vistiendo.
-Ya me están esperando- me agaché por mis zapatos- Jueputa.
-¿Qué pasó?- dijo riendo.
-Que me duelen las piernas- le sonreí- me voy- me acerqué a darle un beso.
-Desayuna algo- se levantó- no me demoro nada.
-Me están esperando, yo como algo allá- lo besé de nuevo- te amo mucho.
-Yo a ti- se levantó.
-Te amo- grité y cerré la puerta. Llegué al despacho en poco tiempo e iniciamos con la conciliación.

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