Capítulo 5

101 4 2
                                    

Volver a madrugar después de unos meses de vacaciones era terrible, la universidad nos esperaba de nuevo. Emi iba a pasar por mi y nos íbamos a ir juntos ya que este semestre nos inscribimos casi al tiempo y quedamos en todos los grupos juntos. Me levanté y me bañé en contra de mi voluntad, me coloqué un buzo, un jean y mis tenis favoritos, mientras desayunaba, Emilio me llamó.

-Buenos días bella- escuchaba música de fondo, de seguro ya venía.
-Buenos días chocolatico- le respondí
- ¿Estás lista?- me preguntó.
-Yeap- tomé un sorbo de mi café.
-¿Desayunaste?- Desde la vez que quise salir de mi casa sin desayunar, me lo pregunta a diario.
- Si, ya me voy a cepillar- llevé la loza hacía la cocina.
- Llego en 5, ya te veo mi amor- colgué y corrí a cepillarme y por mi chaqueta.

Cuando iba bajando, escuché el pito y salí de la casa, era tan temprano que mis papás ni siquiera se habían despertado, un lunes a las 5 de la mañana y con el frío de Bogotá, no se iban a levantar por lo menos hasta las 7.
Salí corriendo, Emilio como siempre estaba ahí para abrirme la puerta.

-Morning amor- lo abracé y le dí un beso.
-Menta fresca- se refería a mi aliento, se acerca a mi cuello- perfume frutal y- se acerca a oler mi cabello- cabello con olor a dulce, me matas.
- Lo que pasa cuando uno se baña- me reí- a mi me mata ese olor de tu perfume- miré hacia su pelo.- Y ese nuevo corte, oye por favor deja de ser tan perfecto- me subí al carro y el igual.
-¿Lista mi abogada?- asentí.
-y ¿tú?- voltee a verlo, me mata verlo manejar.
-Sabes que amo demasiado esto- Emilio era apasionado con el derecho, me contó que siempre fue su sueño ser abogado.
-Lo sé mi amor.

El viaje fue más rápido de lo normal, por lo general a esta hora no hay mucho tráfico. Al llegar, él me dio la mano y subimos al tercer piso, donde era la clase.

-Buenos días- dije entrando al salón, me respondieron Mateo, Luciana y Andrea que estaban ahí.
-Par de tortolos, no me han contado cuando pasó esto- dijo Andrea- yo si sabía que Emilio estaba tragado de ti- me señaló- pero no que tú de él.
- ¿Cómo sabías?- Emilio preguntó y volví a verla.
-Por favor, cada vez que la veías se te escurría la baba- se rió- eras tan obvio.
-Yo estoy tragada desde la primera vez que lo vi- me reí- en aquella fiesta en aquel bonito bar- me estiré para darle un beso a Emilio.
-El amor simplemente llega andre- él le respondió y sonrió.- no sabes ni como ni donde, solo lo sientes.- Mateo y Luciana voltearon a verse y yo a ver a Emilio, él también se había dado cuenta.

Llegaron nuestros compañeros y el profesor inició la clase, después de 3 horas acabamos y salimos, ya nos habían dejado un trabajo en parejas. Quedamos de ir al café donde siempre íbamos cerca a la universidad, se adelantaron nuestros amigos y nosotros bajamos a dejar las cosas en el carro.

-¿Viste las miradas de Mateo y Luciana?- le pregunté mientras abría la puerta y dejaba la maleta.
-Era imposible no notarlo, se gustan ¿verdad?- me respondió mientras cerraba la puerta.
-Eso parece- nos dimos la mano- ¿hacemos de cupido o miedo?
-¿Quién dijo miedo?- nos reímos- ¿Cómo hacemos?
- Te tocaría trabajar conmigo- voltee a verlo.
-Ash, ya no quiero- empezó a reírse y yo llevé mi mano a mi pecho.- ¿para que les toque trabajar juntos?
-Ajá- moví mi cabeza afirmando.
-Perfecto bella, es un trato- llegamos al café- Buenas.
Nos sentamos, yo al lado de Luciana y Emilio al lado de Mateo.
-¿Nos hacemos juntas?- me preguntó Luciana.
-Amiga, me hice con Emilio- hice un puchero- pero sé quien no tiene pareja- cuando iba a llamar a Mateo Emilio me ganó.
- Luciana, que si te haces con Mateo- yo lo miré y sonreí- en el trabajo.
-Justo eso íbamos a preguntar- me reí.
-Dale- Luciana sonrió y volteo a verme- ¿Esto fue una trampa?- susurró.
-Trampa sería si el resultado fuera algo malo- le sobe el hombro- Si quieres ven para acá mateo- me levanté y me hice atrás de la silla de Emilio.
-Gracias Isa- Mateo se sentó donde yo estaba y yo me hice al lado de mi novio.
-Los cupidos, así deberian llamarnos- Emilio y yo chocamos las manos.

Después de un rato nos levantamos y nos fuimos a mi casa, para hacer el trabajo. al llegar no había nadie así que subimos a mi habitación para ir a mi escritorio, me senté en la silla y él en mi cama.

-Creo que nunca había subido hasta acá- voltee a verlo.
-Mis padres no lo permitirían- llevé mi mano a la frente- no dejo que cualquiera entre en mi habitación.
- Me alegra no ser cualquiera- se levantó y me abrazó por la espalda- ¿Qué es lo que debemos hacer?
-Buscar los tipos de contratos civiles y exponerlos- abrí el computador- No recuerdo si tenemos que hacer alguna ayuda visual o algo.
-Creo que era un friso, espera preguntó- él le escribió a Mateo- dijo que si, toca hacer un friso, pero yo soy pésimo para eso.
-Ayudame a buscar y yo lo voy haciendo- Emilio empezó a buscar en Internet y en el código civil y yo fui por las cartulinas que tenía desde que salí del colegio.

Empezamos a trabajar, él me iba dictando y yo iba escribiendo, dejé espacios para pegar imágenes después, en medio del trabajo llegaron mis papás.

-Isa, llegamos-gritó mi mamá.
-Voy- Emilio y yo bajamos.
-Emilio, ¿Qué hacen arriba? - mi papá salió de la cocina con un vaso de agua en la mano.
-Estamos haciendo un trabajo- sonreí- si quieren pueden subir a mirar.
-No es necesario, confiamos en ustedes- mi papá pasó su brazo sobre los hombros de mi mamá-¿Pedimos algo de comer?
-Si pa, porfa- solo habíamos tomado tinto y de almuerzo comimos un sándwich.
-Cuando llegue el domicilio les subimos, sigan con su trabajo- subimos y nos sentamos en la cama.
-Ya estoy cansada- hice un puchero y tiré mi cabeza sobre el pecho de Emilio.
-Tomemos un descanso-él miró su reloj- 5 minutos está bien- me acosté mirando al techo y él me imitó.
-Somos un buen equipo- dijo sin separar la mirada del techo
-Lo sé, nos falta exponer- voltee a verlo.- Eso sí me asusta.
-No tienes nada que tener mi amor, nos va a ir super-  volteo a verme- ya verás- acarició mi cara- Te amo.
-Te amo mucho más- nos unimos en un beso- tienes todo el poder de destruirme por completo.
-Tú tienes el mismo poder sobre mí- me miró a los ojos- Puedes destruirme y dejarme sin nada y yo seguiría amándote.
-Prometamos no ejercer ese poder- puse mi meñique- si en algún momento hay alguien más o simplemente no se siente lo mismo, dejémoslo claro.
-Te lo prometo- él unió su meñique al mío- pero dudo que eso pase.
-Yo igual- separé mi meñique- ¿Seguimos?.
-Dale, vamos- nos levantamos, ya nos quedaban solo 2 contratos.
Cuando ya faltaba solo uno, llegó mi papá con pizza, hicimos otra pausa.
-Me parece horrible- hice una mueca de desagrado-¿A quien carajos se le ocurre poner algo dulce mezclado con algo salado?
-La pizza con piña es lo mejor que puede existir- el me dijo y le dio un mordisco a su pizza.
-Me parece terrible- él acercó su pizza a mi.
-Pruébala- corrí mi cara- si la pruebas la vas a amar.
-Me rehusó, me rehusó- moví mi cabeza negando.
-Tienes que experimentar cosas nuevas- Volvió a comer.
-Pero no voy a experimentar eso- seguimos comiendo. - no quiero más - hice un puchero- ¿Quieres?.
-Está bien, pero tomate el jugo- asentí.

Al acabar seguimos con el trabajo y por fin acabamos, casi a las 9 de la noche. Emilio se fue para su casa y yo me acosté a dormir.

#

En la exposición nos fue muy bien, el profesor nos felicitó por la presentación del trabajo y por la forma en la que expusimos, dijo que éramos muy buen equipo.
Al salir el profesor pidió hablar conmigo.

-Dígame doctor- me acerqué a su escritorio y Emilio me esperó en la puerta.
-Señor Santana, usted también venga por favor- Emilio entró.
-Tengo vacantes en mi despacho, solo es para apoyarme en casos y ustedes trabajan muy bien juntos y he visto sus calificaciones, son muy buenas- Emilio y yo nos miramos y sonreímos- ¿Les interesaría trabajar conmigo?
-Claro que sí doctor, yo encantada- sonreí.
-Yo igual doctor, sería un placer- el profesor nos dio la mano y nos dio indicaciones de cómo llegar a su despacho.

Nosotros fuimos a la hora citada, el trabajo era realmente sencillo, teníamos que hacer lo que nos pidiera, sacar copias, ir al juzgado, ir a notificar entre otras cosas. La mayoría de cosas las teníamos que hacer juntos, nos pagaban relativamente bien para ser estudiantes de segundo semestre.

Simplemente pasanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora