Luz de mi oscuridad

Capítulo 8

Abigail

Abro los ojos poco a poco, mi cabeza entera da vueltas.

No puedo ver nada, el lugar está a oscuras, recuerdo lo sucedido ayer y mi respiración se vuelve irregular.

Escucho algunos sollozos e intento ubicarlos sin embargo no puedo.

- ¿Hola?- pregunto con voz temblorosa.

- Hola...- una voz suave me contesta- ¿Sabes donde estamos?

- Acabo de despertar, me pusieron algo en la nariz y....- sollozo.

- Estaba con mi novio, me separé un segundo y me hicieron lo mismo.

Las lágrimas se me acumulan, si tan solo no hubiera salido, si hubiera esperado a Liam.

Se oyen pasos y yo trato de ubicar algo pero no puedo.

- Ahí vienen- susurra otra voz llorosa.

¿Cuantas personas hay aquí?

Abren una puerta y una luz entra, no tarda mucho cuando se ilumina la habitación. Miro alrededor y hay cinco chicas a mis costados.

- Zorritas......veo que todas están despiertas.

El repugnante hombre fija sus ojos en mí y yo comienzo a llorar temblando del miedo.

- Despertó también la más bonita de todas...- se me acerca y yo intento retroceder pero mi espalda da contra una pared- No te alejes lindura

- Aléjate- le pido y él ríe- por favor...no me hagas daño.

Me toma del cabello fuertemente levantándome del suelo, su nariz se pasea por mi cuello y sus asquerosas manos tocan mi espalda.

- Me divertiré contigo antes de entregarte.....los patrones no están y aprovecharé esto, eres más hermosa que todas estas.

Me lleva mientras yo grito que me suelte, me retuerzo pero él tiene demasiada fuerza.

- Por favor...no me hagas nada, te lo suplico.

Me lleva a una habitación y me lanza a la cama, sus manos comienzan que tocar mis pechos, rasga mi vestido dejándome desnuda.

- Soy virgen- sollozo- por favor no me lastimes.

Se detiene abruptamente al escuchar mi declaración. Me toma del cuello fuerte y creo que dejará marcas, pega su boca a mi mejilla antes de hablar, baja las manos a mis bragas y comienzo a patalear, sus dedos quieren entrar en mi sin embargo comprimo mi entrada impidiendoselo.

- Tienes suerte de que lo seas, no puedo arruinar la mercancía, si eres virgen traerás un buen dineral.

Me sienta en un sillón y me advierte que no me mueva o tendré consecuencias.

Escucho gritos y la piel se me eriza, intento cubrirme con mis brazos y las lágrimas se me acumulan cuando veo que trae a una de las chicas.

Ella llora y patalea, la tira en la cama y toma mi cabello tirándome a su lado. Comienza a besarla mientras no me quita los ojos de encima.

Toca mis pechos y entra en la chica con brusquedad, intento levantarme pero el me sostiene contra el colchón mientras me toca.

La rabia se extiende en mi cuerpo cuando veo las lágrimas de la chica y escucho sus gritos desgarradores, no sé de dónde saco la fuerza pero lo empujo como puedo.

- ¡NO LA TOQUES!- grito abrazandola, ella se ve más pequeña que yo.

Siento algo frío en mi frente y un escalofrío me recorre el cuerpo entero. El cañón de un arma está frente a mí y los ojos del tipo se ven furiosos.