Luz de mi oscuridad

Capítulo 26

Blake

No sé cuánto pasa, el doctor no viene a decirnos los resultados.

Hasta Nikolai e Irina han llegado, ella no deja de llorar y yo solo quiero que se calle de una vez, todavía no puedo creer que ella haya permitido que Nikolai firmara ese contrato.

Quiero matarlo...

Si no fuera su padre ya lo habría hecho, de paso le haría lo mismo al imbécil ese.

Salgo de mis pensamientos cuando veo que un doctor se acerca a nosotros.

- ¿Familia de Abigail Collins?

- Nosotros- decimos todo y el doctor nos mira con una ceja alzada.

- La paciente está bien, por ahora estable, sin embargo necesito que esté en observación hasta que despierte al menos.

- ¿Su cabeza no ha sufrido daños?- pregunto preocupado.

- No, ha sido un golpe duro, pero está bien. Quiero pedirles que ella esté tranquila, el estrés y la falta de comida han causado el desmayo, puede ser peligroso, podrán verla pero de dos en dos ¿si?

Todos asienten y miro a Nikolai inquisitivamente.

Me alejo y sé que capta la señal al seguirme.

- ¿Qué?

- Buscarás la forma de anular ese contrato a como de lugar.

- ¿Crees que tengo tiempo para eso? Mi hija está en un jodido hospital.

Me río.

- Si Abby esta así es por ti, no voy a negar mi parte de culpa pero el golpe final se lo has dado tú ¿Vender a tu hija en un contrato? Vamos, te creí mejor la verdad.

Me señala con su dedo mirándome con enojo.

- No te metas y no cuestiones mis decisiones que tu eres igual o peor que yo, además se suponía que las cosas no serían así.

- No me compares a ti, yo no vendería a mis hijos así, pero como sea, hazlo o me encargaré yo mismo de romper el maldito contrato- lo miro serio- Ella no necesita preocupaciones de ese tipo, debe enfocarse en lo que le gusta y crecer en ello, así que no le hagas más daño y habla con él imbécil que querías para yerno o yo mismo le volaré la cabeza para anular esa mierda de una vez por todas.

Me alejo dejándolo con la palabra en la boca.

Mary y África fueron las primeras en pasar a verla, dicen que sigue dormida por los calmantes.

Los siguientes son Nicolai e Irina, salieron ambos soltando lágrimas.

Era mi turno y mis dedos se retorcían entre sí.

Antes de entrar alguien me detiene.

África me mira a los ojos poniéndose seria, para nadie es un secreto que no soy de su agrado.

- Si despierta, procura no hacerle daño ni estresarla.

Asiento y abro la puerta.

Lo primero que hago al entrar es observarla, se ve como un Ángel durmiendo.

Me acerco a pasos lentos y tomo asiento en el sillón que está a su lado, acaricio su cabello con suavidad y paso mis manos por su rostro acariciando sus hermosas facciones.

Me incorporo un poco y dejo un beso en su frente.

- Me has pegado un susto de muerte, mi amor.

Veo su carita pálida y los labios resecos, me preocupa que no haya comido por distraerse, eso no es normal en ella, ama la comida y los dulces.