Maratón 2/3
Abigail
Estoy fuera del lugar donde Blake entró, escucho golpes y jadeos que me preocupan.
De repente paran y no escucho nada, no tardo en verlo aparecer por la puerta.
Mi rostro se enrojece al detallarlo, tiene el torso desnudo y gotas de sudor le caen por los músculos, es un hombre digno de admirar, no se cuánto he pasado mirándolo pero aparto la mirada avergonzada de repente.
Escucho su risita y no me atrevo a mirarlo.
- Puedes seguir mirando, no me molesta en lo absoluto.
Trago saliva soltado una risita nerviosa.
- No te estaba mirando.
- Si ajá, lo que digas- me repara el cuerpo completo- ¿Querías algo?
Asiento.
- Sólo avisarte que saldré.
Aprieta los labios en una sonrisa mirándome curioso.
- ¿A dónde?
Lo miro con las cejas arrugadas.
- Eso no le incumbe.
Suelta una risa ronca y muy impropia de él, que suele ser súper serio. Se acerca hasta quedar frente a mí, intimidandome con su altura considerablemente alta.
Puedo sentir el calor que desprende su piel y trago duro tratando de no perder la compostura.
- Ahora vives conmigo, debes decirme a dónde irás.
Me cruzo de brazos molesta, él está tomando atribuciones que no que corresponden.
- Pues entonces me iré a mi departamento.
Me mira serio y relaja el gesto mientras suspira.
- Vale, no quise entrometerme, sólo promete que estarás bien, no quiero que suceda algo parecido a la última vez.
Asiento y me alejo para subir a la que será mi habitación.
Esto no tiene ningún sentido para mí, han pasado semanas apenas y estoy viviendo con mi jefe.
Eso no es normal. Nada de esto lo es.
¿Por qué carajos le hago caso siquiera?
Es una pregunta que no sé responder.
Busco el móvil y decido llamar a África, con todo lo que ha pasado no me ha dado tiempo de llamarla y contarle todo.
-¡Maldita!- me grita haciendo que separe el móvil de mi oreja- Hasta que te digas en llamar.
- Lo siento Afri, han sido días pesados y tengo muchísimas cosas que contarte.
- Te escucho preocupada ¿Todo anda bien?
- No lo sé ¿podemos vernos uno de estos días?
- Claro que sí tonta, justo me pillas de salida, saldré con un lindo rubio que seguro me follará duro.
- ¡África! No quiero saber los detalles.
- Pues te los contaré así adquieres experiencia para cuando te desvirguen.
Mi rostro se torna escarlata y contengo la respiración.
- Sólo, diviértete y cuídate mucho, Te amo.
- Y yo a ti, besitos hermanita
Sonrío al escucharla, África siempre me ha dicho así a pesar de que no lo somos, ahora que lo pienso debería hacer una visita a las personas que se convirtieron en mi familia, los Woods siempre estarán en mi corazón y estaré eternamente agradecida con ellos.
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Luz de mi oscuridad
Fiksi RemajaSoy Oscuridad, soy penumbra y soy tinieblas. Ella es Luz, ella es Vida, ella es Alegría. Ella es......la luz de mi oscuridad.