Capítulo 28

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Abigail

Miro a África con mala cara.

- ¡Ya deja de molestar!

Tironea mi brazo una y otra vez parece que va a sacármelo.

- ¡Ven con nosotros esta noche, por favor...! No seas amargada.

Ruedo los ojos y se detiene cuando el timbre del apartamento se escucha.

Abro la puerta y no veo a nadie, frunzo el ceño cuando noto la caja que hay en el piso.

La tomo junto con el sobre que está arriba de ella y me adentro de nuevo.

- ¿Y eso?

- No lo sé, pero lo averiguaré ahora.

Lo llevo a la mesita y abro la caja encontrándome con un mini pastel de chocolate y gomitas de osito, hay algo más debajo de la caja y no puedo evitar sorprenderme y enternecerme al ver la foto.

No sé cómo han hecho para sacarla pero es hermosa, somos Blake y yo riendo en la noria. Estoy segura de que le pagó a alguien para hacerla, es tan genuina y real...

Sonrío un poco al ver la palabra escrita en el pastel con letras un poco desiguales.

Perdóname

Tomo la carta en silencio y comienzo a leerla.

Lucecita:

Mi amor, sé que he sido un idiota, cometí el peor error que alguien pueda cometer, pero soy un idiota que a pesar de todo te ama.

Siendote sincero, jamás había tenido tanto miedo de perder a alguien, eres la chica más dulce y especial que he conocido a lo largo de mi vida, te amo como un loco y no espero que con esto me perdones pero tengo un poco de esperanza en que al pasar el tiempo tu corazón decida perdonar mi estupidez, para demostrarte que puedo ser digno de merecerte. De amarte como de verdad debí hacerlo la primera vez.

Estoy consciente de que fallé contigo, si pudiera volver el tiempo y evitarte el dolor que sentiste, lo haría, pero no puedo hacerlo y solo me queda asumir mi error y esperar a remediarlo.

Espero que el pastel te guste, por favor no te burles de terrible don para decorar pasteles.

Espero que me odies un poco menos.

Te amo

Tu osito, Blake.

Escucho el sonido de una nariz sonandose y volteo hacia África.

- Perdón, es que ha sido muy lindo- habla con las mejillas húmedas.

Sonrío un poco.

- Lo fue.

Se echa a llorar y frunzo el ceño.

- ¿Estás bien?

Niega.

- Es que la jodida menstruación me pone sensible, no me juzgues- suspiro- ¿Vas a perdonarlo?

- Quizá, pero debo hablar con él personalmente, ya sabes, aclarar las cosas además yo también actué como una inmadura cuando él me dijo que me amaba.

Hace una mueca.

- Si...salir corriendo no fue la mejor decisión que hayas tomado pero no justifica que él se haya acostado con otra cuando eran novios.

Luz de mi oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora