Siete años....
Abigail
Estoy escondida debajo de la cama.
Las niñas malas quieren jalar mi cabello y quitarme mi comida otra vez, no son buenas personas.
Al menos eso es lo que África dijo.
Ella es mi amiga de hace un año, jugamos a veces cuando sus padres traen camiones con comida para nosotras. Su mamá siempre me regala un chocolate y debo esconderlo para que no me lo quiten.
- ¡Abigail! ¡¿dónde estás maldita niña?!
El grito de la madre superiora me asusta tanto que debo salir corriendo hacia donde está ella.
- Aquí estoy madre.
Me toma del brazo fuertemente logrando que me duela mucho.
- Duele...- lloriqueo pero sigue sin soltarme hasta que llegamos al comedor.
- ¡Te callas! ¡No das más que problemas! ¡Sabes que debes estar en la mesa a la hora de cenar!
Mis ojos están llenos de agua y parpadeo intentando ahuyentarla.
Me sientan a la fuerza al lado de las otras niñas y alzo mi rostro mirando a la hermana Claire, ella me da un sonrisa invitándome a comer.
Ella no es como las demás hermanas, ella no me golpea ni me grita, sólo peina mi cabello y me da abrazos cuando me ve triste.
Siento patadas en mis piernas y miro al frente encontrándome con esas niñas malas.
- ¡Niñas!- la voz de la hermana Claire las detiene pero en cuanto miran a la madre superiora esta les sonríe.
Siguen molestándome e intento ignorarlas comiendo mi sopa, pero no dura mucho cuando un pedazo enorme de pan cae dentro salpicando mi ropa por todas partes.
El chirrido de la silla me hace voltear asustada, la madre superiora camina a grandes zancadas hasta mí y me levanta bruscamente por el brazo.
- ¡Ya me tienes harta! ¡No respetas ni en la mesa que te da de comer!
Lloro con fuerza mirando a la hermana Claire que me mira con pena pero no hace nada, me arrastran hasta el cuarto de todas y comienza mi castigo.
Busca el cinturón mientras yo me intento alejar pero sus golpes no tardan en caer sobre mí.
Luego de dejarme tendida en la cama y con los brazos rojos la madre superiora se marcha, no sin antes advertirme que no vuelva a hacer lo que hice si no quiero otro castigo.
Las niñas no me molestan en cuanto me ven, solo se ríen de mí.
Cuando las luces se apagan decido salir de la habitación, me escabullo hasta la oficina y tomó las llaves que cuelgan a un lado de la puerta.
Abro con mucho cuidado y me adentro en la oficina, veo todo con detalle y me acerco al expediente que tiene mi nombre.
He aprendido a leer con las clases de la hermana Claire, es una buena profesora.
La carpeta no es tan grande solo tiene dos hojas.
- ¿Qué dice aquí?- intento hacer memoria y logro conseguirlo.
Abro mi boca y tomo la foto que encuentro ahí.
- ¡Padres! ¡Eso es lo que dice!
El señor de la foto es muy apuesto y la señora también, tiene sus ojos igualitos a los míos.
Tomo la foto cuando escucho pasos y logro esconderme debajo del escritorio, soy muy pequeña y puedo esconderme fácil.
La madre superiora está tan gorda que no podrá agacharse y no me descubrirá.
Sonrío cuando la puerta vuelve a cerrarse.
- Los buscaré- les hablo a las fotos- África me ayudará a encontrarlos, estoy segura.
Mi papá tiene los ojos color azules y mi madre unos ojos de color café, su cabello es algo ondulado y súper largo así como el mío, solo que a veces está enredado y la hermana Claire debe cepillarlo.
(**)
África mira detalladamente las fotos, parece estar analizando. Me mira y luego a las fotos y otra vez a mí.
- Si, son iguales a ti- asegura asintiendo con la cabeza.
- Debes ayudarme a encontrarlos, tal vez pueda enviarle una carta a Santa para que los envíe como regalo en navidad.
Ella ríe suavemente.
- No creo que Santa haga esos regalos Abby.
Me cruzo de brazos frunciendo los labios.
- No pierdo nada con intentarlo.
Se encoje de hombros.
- Quizá si funcione, si lo pides con muchas ganas.
- ¡África! ¡Es hora de irnos!- su madre la llama y hago una mueca triste.
África ve el puchero en mis labios y me abraza con cuidado, su pelo rizado hace cosquillas en mi nariz.
- Te veré otra vez, no te pongas triste Abby....
Asiento y sorbo mi nariz.
- Promete que me ayudarás a encontrarlos.
Asiente.
- Lo prometo.
- ¿Por el meñique?
Sonríe y besa mi cabeza, ella es más alta que yo y es mayor por dos años.
- Por el meñique- atrapa mi dedito con el suyo cerrando la promesa.
- Nos vemos, te quiero África...
Manda un beso en el aire.
- Y yo a ti Abby.
Quien diría que después de años esa foto desaparecería y me olvidaría de ella completamente....
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¡Extra!
Mini Abby es todo lo que está bien💖
Espero les haya gustado el extra de hoy, tenia ganas de actualizar algo, sé que no es un capítulo pero pronto habrá uno✨
No se olviden de votar y comentar🙌🏻
Nos vemos en la próxima actualización🦋
- Cam🖤
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Luz de mi oscuridad
Ficção AdolescenteSoy Oscuridad, soy penumbra y soy tinieblas. Ella es Luz, ella es Vida, ella es Alegría. Ella es......la luz de mi oscuridad.