Capítulo 25

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Abigail

Llego a casa aún con la furia dentro de mi.

Dios....¿Por qué los hombres son tan idiotas?

Bueno, no todos, pero los que conozco hasta ahora sí.

Tomo el teléfono y marco el número de mi madre.

- Hola cariño.

- Hola mamá...

- ¿Qué sucede? ¿Te sientes mal?

- ¿Tú sabías que Nikolai firmó un compromiso con los Novikov? ¿Para que yo me casara con Liam?

La línea se queda en silencio y es todo lo que necesito para saber que ella sí lo sabía.

- Son increíbles, la verdad- espeto con ironía- No se crean que me voy a dejar amarrar de esa manera, recuerden que mi apellido es Collins y no Rostov, por lo tanto ese contrato no vale para mí, buenas noches, mamita....

Cuelgo con la furia invadiendome, nunca había tratado así a las personas.

Siento mis ojos humedecerse y decido descargar todo de otra manera.

Voy a la sala y cojo uno de mis lienzos nuevos, es uno pequeño, no arruinaré uno de los grandes para crear un cuadro con malos sentimientos.

Sentimientos que no son propios míos.

Comienzo a pintar un rostro, la chica es hermosa, con facciones delicadas en el rostro, los tonos son algo tristes, fríos.

De su ojo izquierdo se escapa un mar que baja por su mejilla, en él hay mucho escándalo, peces y hasta corales.

No dibujo cuerpo, solo su cuello y sus clavículas expuestas.

Veo la hora y me doy cuenta de que es tarde, mañana comienzo mis tutorías con el señor Moretti.

Me doy una ducha y masajeo mi cabello para suavizar un poco el dolor que me embarga.

Me coloco la bata y me recuesto en la cama sin colocarme pijama, sólo cierro los ojos y me dejo llevar por el sueño.

(**)

Despierto temprano en la mañana y arrastro los pies al cuarto de baño.

Casi pego un susto por mi horripilante aspecto, cargo unas ojeras de muerte y mi rostro está algo pálido.

Mis labios están algo secos y de repente siento unas inmensas ganas de vomitar, me giro al retrete y suelto solo bilis.

Toco mi frente y me siento algo caliente, creo que he pillado alguna infección estomacal.

Siento mucho calor de repente y me siento al sentir un mareo.

Marco el número de mamá.

- Mary, no me siento bien...- hablo apenas contesta.

Intento ir al cuarto pero todo me da vueltas y lo último que siento es que caigo al suelo.

África

Veo a mamá aparecer con rapidez en mi campo de visión.

- ¿Qué sucede?

- Corre, vamos a la casa de Abby, creo que algo le ha pasado.

Me levanto con la velocidad de un rayo y tomo las llaves cogiendo a mi madre de la muñeca.

Luz de mi oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora