Capítulo 39: Luz perdida.

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—¡Ah, ya no puedo con los nervios! —grité al aire a la vez que me paseaba por la estancia del gremio mientras observaba el reloj de marco dorado que se hallaba colgado en la pared—

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—¡Ah, ya no puedo con los nervios! —grité al aire a la vez que me paseaba por la estancia del gremio mientras observaba el reloj de marco dorado que se hallaba colgado en la pared—. Han pasado dos horas desde que Flare entró en la oficina del Maestro, ¿por cuánto más piensan conversar?

—Mia, tranquilízate —sugirió Xion, removiendo con suavidad la garra de cerveza que tenía en sus manos—, sabes muy bien que la entrevista es parte del protocolo de iniciación, es normal que el Maestro se tome su tiempo para hacer las preguntas pertinentes.

—Sí lo entiendo... aunque yo no recuerdo que mi entrevista durara tanto —comenté ocupando el asiento a su lado.

—Eso es porque el Maestro nos vio decenas de veces durante los exámenes de graduación de la Academia —me recordó él—. Sabía con antelación el potencial y alcance de nuestras magias, con Flare es un caso diferente. Vamos, piénsalo: una chica elemental de fuego aparece sentada de la nada en el bar pidiendo a gritos que la dejen entrar al gremio. Con una entrada como esa no me sorprende que el Maestro quiera conocerla a fondo.

—Tampoco seas tan exagerado que solo lo gritó una vez.

—Sí, y con eso fue más que suficiente para llamar la atención de todos los presentes —la voz de Xion se apagó y me hizo un gesto de advertencia con el rostro.

Debido a mi preocupación por Flare no me percaté que el ruido y el bullicio que hasta hace unas horas inundaba la sala, se había apagado hasta casi su totalidad. Los magos reunidos en el lugar, no nos miraban, sin embargo, podía sentir impregnado en sus auras un ligero rastro de frustración e ira. La gran mayoría tenía una postura cabizbaja y apretaban las copas de cerveza como señal de descontento. Volví mis ojos a Xion y vi que este también llegó a adoptar una actitud retirada.

—Yo sé que te preocupas por ella —me habló con voz sutil al notar que lo miraba con fijación—, y no es que este diciendo que no me gustaría tenerla como compañera en el gremio, no obstante, tienes que entender que su adición a nuestras filas significaría tener a uno más de ellos en el equipo y... eso no es algo que todos en el gremio estén dispuestos a aceptar con facilidad.

—Te recuerdo que yo también soy uno de ellos —aclaré con voz cortante.

—Sabes muy bien a lo que me estoy refiriendo.

—Flare no es como Trade —aseguré con tono firme, acercándome un poco a él—, puede ser impulsiva y algo brusca, más eso no quiere decir que tenga malas intenciones. Por favor Xion, tú mismo lo viste.

—Sí, lo sé Mia —suspiró él y se pasó una mano nerviosa por el cuello—, pero entiende que los elementales de fuego se han creado ellos mismo su propia reputación y te recuerdo que muchos de nosotros no hemos olvidado el ataque que recibimos hace unos meses por parte de ese idiota —abrí la boca, y sé porque escuchar aquello me sorprendió tanto—. Ya sabía..., está bien, no te culpo por olvidarlo —siguió diciendo—, entiendo que has estado ocupada con las misiones y también prestando servicio a la Academia.

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