Mini especial (1/2)
—¡Gracias Alameda, buenas noches a todos! — vociferó el vocalista de la banda, el cual parecía ser de ascendencia latina.
Las personas del bar aplaudieron, incluyéndome, eran sorprendentes. La banda comenzó a guardar sus cosas, todos excepto Dexter, quien se encontraba paralizado sobre el escenario.
—Lo hizo bien, jefe— dije acercándome hasta dónde él estaba y bajó de un salto de la tarima.
—Creo que me estás confundiendo con alguien más— murmuró entonando una voz más gruesa mientras tomaba el estuche de su guitarra para guardarla.
Reí.
—No puede mentirme, lo escucho hablar todo el día, podría reconocer su voz incluso si estoy dormida— comenté y él bufó.
—De acuerdo, miss simpatía, me descubriste ¿Contenta? — inquirió volviéndose hacia mí con el mismo tono irritante de siempre.
—La verdad, sí— admití dando aplausos chiquitos— ¡No puedo creerlo! Es un amargado por el día y por las noches una estrella de Rock debe ser algo así como el Batman de este lugar— bromeé— El presidente debe ser un hombre liberal para dejar a su hijo tocar en este tipo de lugares.
Su expresión se tornó preocupada de pronto.
—Él no sabe, así que te agradecería si finges que nada de esto pasó— dijo intentando mantener la compostura.
—¿Por qué debería? —crucé los brazos— Usted me ha fastidiado mucho con el asunto de Liv, yo también tengo derecho a divertirme.
—Que vengativa— aseguró y yo asentí con una sonrisa.
Arqueé las cejas.
—Oye, Dee, ya nos iremos a casa de Zach ¿Vienes con nosotros? —cuestionó una chica de mechas rosadas, quien era la bajista de la banda.
—Hoy no, Lex, acompañaré a mi amiga a casa— dijo de manera agradable mientras me señalaba. La chica me saludó con la mano amistosamente y le devolví el gesto.
—De acuerdo, diviértanse— dijo pícaramente mientras se marchaba.
—¿Dee? —inquirí, esto se ponía cada vez más interesante.
El chico se sonrojó ligeramente.
—Sí— afirmó intentando hacer la voz gruesa de nuevo y solté una carcajada— A todo esto ¿Qué haces aquí? Estás un poco lejos de Berkeley.
—Asuntos del destino— corté.
—¿Me seguiste hasta aquí? —inquirió con los ojos abiertos como platos— Que acosadora.
—Ew, no— fruncí la nariz— Me dormí en el camión equivocado y terminé aquí.
El rubio me miró seriamente por un par de segundos y posteriormente comenzó a reírse.
—Dios, que torpe.
—Torpe usted— le recriminé— Lo descubrí, estamos a mano.
—Claro que no— frunció el ceño.
—No somos tan diferentes, ambos tenemos una vida que deseamos esconder ¿Cuál es su problema con eso? —cuestioné enojada.
—Tú y yo jamás seremos iguales, lo que tú haces es vergonzoso y lo que yo hago no lo es tanto— aclaró frívolamente, como siempre había sido.
—Váyase a la mierda— espeté antes de darme la media vuelta para marcharme.
—Igualmente, pero recuerda regresar mañana porque hay trabajo en la oficina.
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Miss Simpatía
Ficțiune adolescenți«Una doble vida siempre trae el doble de problemas» Cam es una estudiante de finanzas que tiene una vida secreta como la famosa influencer Liv Bloom en redes sociales, todo con el objetivo de juntar el dinero suficiente para empezar de cero en una n...