Capítulo 37: Estrellas Americanas

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Nunca fui una gran fanática de los programas de talentos, me parecía desesperante ver como cada fin de semana eliminaban a una pobre alma y el público tenía la responsabilidad de elegir a quien salvar, pero cada domingo "Estrellas americanas" me tenía sentada al borde del sillón, mordiéndome las uñas y con el corazón pendiendo de un hilo.

Charlie me miró divertido desde la cocina.

—Los comerciales no pasarán más rápido, aunque los mires de esa manera— bromeó.

—Cierra la boca, hoy anunciarán a los semifinalistas.

—Es mi venganza por burlarte tanto tiempo de mis programas de cable— tomó asiento a mi lado— ¿Quiénes quedan?

—Alborada, Maxca, Ósculos, Stargirls, Strange Permission y Moonlovers— respondí limpiando el sudor de mis manos— Dexter y los chicos son los siguientes en presentarse.

—¿Crees que clasifiquen?

—Obviamente— aseguré, pero en el fondo estaba a punto de vomitar por los nervios.

No podía imaginarme cómo se debía estar sintiendo Dexter, quien llevaba más de tres meses en Florida, presentándose a nivel nacional.

—Ya empezó— Charlie me dio un codazo y yo abracé un cojín con todas mis fuerzas.

Vislumbré las luces sobre el escenario oscuro, luego la toma pasó a Shannon Simons, la presentadora del espectáculo.

—Estamos de vuelta con la siguiente ronda de bandas— dijo con una melodía dramática en el fondo— A continuación, tenemos a Strange Permission con la canción "It's my life" de Bon Jovi.

La multitud enloqueció al escuchar la introducción grave de una guitarra y un escalofrío me recorrió la columna al ver la silueta de los chicos en el escenario.

Zach comenzó a cantar con el tono enérgico de siempre, su voz resonaba en cada rincón del auditorio, y las personas lo sabían. Vi a Lex tocar con entusiasmo su bajo mientras sacudía el cabello corto que ahora portaba con orgullo, al mismo tiempo que Rob se desquitaba con la batería. Sin embargo, lo que más amaba ver era a Dee tocando la guitarra, aun más en sus solos, era como verlo por primera vez en ese bar: lleno de vida y con los ojos centellando de emoción.

Estaba orgullosa de él, realmente le quería y no podía esperar para pasar el resto de mi vida a su lado.

Una vez que terminaron, me acerqué a la televisión para ver los resultados finales. Los jueces dieron opiniones diversas, pero en general positivas. Los nervios me carcomían al esperar la eliminación final.

—Los jueces han decidido y las votaciones se han cerrado—mencionó la presentadora con unas notas dramáticas en el fondo— A continuación, anunciaremos a los finalistas...

Contuve mi respiración por unos segundos.

—...Después de comerciales.

—¡Mierda! Odio cuando hacen eso— refunfuñé echándome al sofá y Charlie rio.

—Si te causa tanto conflicto, ¿Por qué no esperas a que todo el mundo escriba de eso en Twitter?

Negué con la cabeza.

—Puedo soportarlo.

El comercial de agua mineral terminó antes de lo esperado y el programa regresó, todos los participantes se encontraban en el escenario, agrupados con sus respectivas bandas, se tomaban de las manos con fuerza y algunos parecían estar al borde del colapso.

—Con una puntuación del noventa y siete, y el treinta por ciento de la aprobación del público, nuestros primeros finalistas son...

Una melodía tensa recorrió el lugar.

Miss SimpatíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora