Miss Simpatía

Capítulo 26: Daño posterior

Nick dibujó una raya más en el post-it que tenía pegado en su cubículo mientras lo miraba con somnolencia.

—Solo una hora más— murmuró con añoranza.

—Parece que estás contando los años para salir de la cárcel— Annie arqueó las cejas— Mejor termina tu parte del trabajo, el tiempo pasará más rápido.

—Ya lo creo— puso los ojos en blanco— Solo un año más de carrera, treinta años laborando y ¡Boom! Mi jubilación.

—Si lo dices así suena triste—tercié acomodando unos papeles en el cubículo de Annie— ¿Listos para los exámenes finales?

Nick golpeó su cabeza contra la mesa un poco más fuerte de lo que esperaba, el ruido hizo que toda la oficina clavase la mirada en él.

—Auch— carraspeó.

—No sé por qué somos amigos— dijo la chica tomándose por el arco de la nariz— Por cierto, ese es un lindo anillo, Cam.

Annie tomó mi mano para mirar la pieza con detenimiento.

—¿Dónde lo compraste, linda? —cuestionó con los ojos abiertos como platos— Parece una especie de...¿Alambre?

—Es una cuerda— dije en un hilo de voz intentando ser discreta.

Evanny chistó.

—¿Es en serio? ¿Sales con un guitarrista? —la chica cubrió su boca mientras reía— Que vergüenza, seguramente es un músico de cuarta que va de esquina en esquina tocando canciones tontas que nadie escucha, solo para ganar unos cuántos centavos...

—No estoy saliendo con nadie— aseguré y ella resopló.

—Yo también diría lo mismo si fuera tú, deberías valorarte un poco más y estar con alguien que dé regalos decentes— comentó en un tono burlón mientras sacudía el brazalete dorado que traía en su muñeca— Jeremiah me regaló este brazalete la semana pasada, es súper caro, pero él sabe lo que merezco.

—Bien, creo que hay que calmarnos un poco— interrumpió Annie con una sonrisa forzada en sus labios— Evanny, cariño, no hagas este ambiente más pesado de lo que ya es.

Le dediqué una mirada a mi amiga, una manera distinta de decir "Estoy bien, no es nada. Ella es así".

Evanny desvió la mirada.

—¿Por qué me dices "cariño"? — dijo la castaña frunciendo el ceño con una expresión de asco— ¿Te gusto o algo así? No te confundas, Annie, solo soy amable contigo porque somos compañeras de oficina, nunca creí que fueras de "esas mujeres".

—¡Yo le digo "cariño" a todo el mundo! —espetó la aludida en voz baja.

—A mí no— terció Nick divertido y Annie le fulminó con los ojos.

—Déjala en paz...—comencé.

—Señoritas...—Nick se levantó para intentar calmarnos, pero a ninguna le importo.

—Tengo que irme— dije apilando mis documentos nuevamente— Nos vemos luego, Annie.

La chica asintió.

Apenas crucé la puerta de vicepresidencia, solté de golpe los papeles sobre el escritorio de Dexter, sin inmutarlo. Tomé mi vaso de té helado y comencé a apretarlo conforme bebía de él, hasta que terminé por comprimir el plástico.

—¿Día difícil? —preguntó el rubio sin apartar la vista de un contrato.

—Esa mujer lo hace imposible—gruñí haciendo trizas el vaso— No lo entiendo, ella tiene todo lo que quiere y aun así se empeña en fastidiar la vida de los demás.