Mi alarma sonó alrededor de las seis de la mañana, se suponía que iríamos por Sylvie al aeropuerto internacional de Los Ángeles y volveríamos lo más rápido que se pudiese para tener una cena casera en el departamento. Charlie realmente deseaba que su hermana conociera a su novia.
Salí de mi habitación y me encontré con Charlie y Dexter en el sofá con estambre salmón enredado a sus pies, estaban tan concentrados siguiendo un video de YouTube de "¿Cómo cerrar un suéter tejido en cuatro pasos?" que ni siquiera notaron mi presencia.
—No creo que sea así— Charlie inclinó la cabeza hacia un lado mientras Dexter hacía unos movimientos raros con el ganchillo.
—Confía en el proceso—musitó el rubio sin perder la vista del suéter— No acabo de ver un curso entero de crochet en línea, a máxima velocidad, en menos de dos horas en vano.
—No está quedando como en la foto, mi vecina lo hacía diferente.
—¿Y por qué no le dices a tu vecina que lo haga? —refutó Dexter fingiendo estar indignado, aunque era obvio que intentaba no reírse de la situación y su suéter horrible.
—Lo haría, pero se fue a Texas a visitar a su hija— respondió Charlie con los ojos entrecerrados.
—Ahg, hazlo tú— el rubio le pasó el suéter a Charlie quien no hizo más que enredarse más entre los hilos— ¿No que era muy fácil?
—Cállate, Dexter— respondió Charlie entre risas.
Entré al baño para lavarme los dientes y darme una ducha, una vez que terminé. Vi a Charlie presumir con orgullo el suéter que había pasado días elaborando— junto con otras personas— para su hermana.
—Se ve lindo— comentó Dexter esbozando una pequeña sonrisa.
—¿Qué piensas, Cam? —inquirió mi amigo con los ojos centellantes de la emoción.
—A Sylvie le va a encantar— aseguré y él sonrió mientras doblaba la prenda para meterla en la caja que envió su madre.
(...)
Llegamos al aeropuerto alrededor de la una de la tarde.
Divisé a Sylvie saliendo por la puerta principal, tenía el cabello dorado recogido en una coleta despeinada y usaba un conjunto deportivo gris que se veía bastante cómodo para su viaje. Levanté el cartel con su nombre, era amarillo y estaba cargado de adornos con brillos dorados que eran totalmente su estilo.
Su rostro se iluminó apenas nos vio y, con una enorme sonrisa, salió disparada hacia nosotros. Dejé caer la cartulina al piso ya que se me abalanzó encima.
—¡Cam! — di un traspié entre risas, pero no dejé de abrazarla. Era la primera vez que la veía, en mucho tiempo, aunque tenía la sensación de que no había pasado mucho desde que nos vimos la última vez.
—También te extrañé— dije mientras ella se separaba.
—¡Ay, lo lamento en serio! ¿No te lastimé? — musitó acomodando mi cabello y escaneándome de pies a cabeza— ¿Ya te sientes mejor del estómago?
Asentí, antes de que pudiese contestar, ella me dio un golpecito en la cabeza.
—¡Auch! ¡¿Qué te pasa?! —le recriminé devolviéndole el golpe.
Dexter intentó aguantar la risa.
—¡Te dije que comieras bien y que no te matases trabajando! —me regañó para luego volver a abrazarme— Ahg, realmente te extrañé.
—¿Y qué hay de mí? —inquirió Charlie cruzando los brazos.
—Compartimos el mismo útero por nueve meses, ¿No te bastó con eso? —mencionó Sylvie poniendo los ojos en blanco para luego ir por su hermano— Ven acá, Charles.
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Miss Simpatía
Teen Fiction«Una doble vida siempre trae el doble de problemas» Cam es una estudiante de finanzas que tiene una vida secreta como la famosa influencer Liv Bloom en redes sociales, todo con el objetivo de juntar el dinero suficiente para empezar de cero en una n...