Capítulo 14.0: La pequeña Montgomery

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No existe una sensación más satisfactoria que recostarte cinco minutos en la cama después de haber terminado toda la tarea pendiente de la universidad.

Me estiré un poco antes de salir a desayunar, era domingo por la mañana y lo único que quería hacer era tomarme el día libre para dormir y ver series en mi computadora.

Al salir de mi habitación, me encontré con Jenna en la cocina, usaba el mismo vestido gris que le había visto la noche anterior.

—Hey, miren quién ya despertó— pronunció divertida mientras servía una taza de café— ¿Quieres un poco?

—Hola— dije de la misma manera— No, estoy bien.

Pasé a su lado y saqué un recipiente del refrigerador, estaba repleto de cubitos de sandía. Tomé un tenedor y un poco de granola para preparar mi desayuno. Charlie se encontraba en el sofá viendo un programa de talentos.

Me senté junto a él para criticar todo acerca de ese tonto concurso.

—Eso se ve súper falso— comenté al ver la pelea entre un juez y una pseudo cantante, en la televisión— Lo hacen para subir el rating.

—Probablemente, pero es muy entretenido— respondió el chico con tranquilidad— ¡Sáquela del show, juez Beckman! —espetó a la pantalla.

—Y los memes que hacen en Twitter después son una joya— convino Jenn sentándose al otro lado de Charlie y pasándole una taza de café con leche.

Encogí los hombros, eran tal para cual.

—Espero que la siguiente semana no eliminen a Paulette— dijo Charlie enfuñándose.

—¿Por qué? —cuestioné— Canta horrible y se pelea con todos los jueces— señalé la tele, en donde la chica estaba tirando la utilería del escenario a la mesa del jurado.

—Y por eso toda la Nación se une cada domingo para votar por ella, para salvarla de la eliminación, y así poder ver que se pelee con los jueces una semana más.

—Charlie, cariño, ya te dije que en el hotel habrá televisión por cable— Jenn le miró con ternura y revolvió su cabello.

—Lo sé, pero el itinerario nos mantendrá ocupados todo el día— se quejó.

—¿A dónde irán? — pregunté antes de meterme otro cubo de sandía a la boca.

—Seattle, la facultad de arquitectura nos llevará a una excursión para estudiar los edificios de la ciudad— explicó la chica— Nos quedaremos todo el fin de semana, comenzando desde el viernes.

—Esas sí que son excursiones de verdad— mencioné— Una vez nos llevaron de excursión al banco y lo más interesante que pasó fue que retiré veinte dólares del cajero.

Charlie rio.

—Bueno, tal vez en un futuro tengas excursiones más lindas— dijo Jenn para animarme y yo asentí.

Obviamente, cuando me fuese a estudiar a la Universidad DePaul.

—Y mientras tanto puedes ver el lado bueno de las cosas, como que tendrás la casa para ti solita— el castaño me dio un empujoncito mirándome pícaramente— Pórtate bien y si no, cuídate...No estoy listo para ser tío.

—¡Cállate, Charles! — exclamé dándole un golpe en el brazo.

—¿Tienes novio, Cam? —Jenn esbozó una sonrisa.

—No...— mi rostro comenzaba a arder un poco.

—Se llama Dexter y es su jefe— respondió Charlie y yo le asesté otro golpecito— Son tan lindos juntos...Se pelean todo el tiempo, pero con amor.

Miss SimpatíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora