Heart

Rivales

Zoe

El sonido de un portazo me despertó y salté de la cama, me había quedado dormida, miré por la ventana, era de noche, miré mi reloj en el velador, eran las 3 de la madrugada ¿Cuánto tiempo había estado afuera? Se había ido a las 5, bajé las escaleras al no escuchar sus pasos, estaba allí tambaleándose de lo ebrio que estaba, volteó a mirarme y sonrió.

-Pero miren a quien tenemos aquí-dijo acercándose.

-¿Dónde estabas? Son las 3 de la mañana y estás terrible-dije frunciendo el ceño retrocediendo un par de pasos, se comenzó a reír.

-Hey se supone que el mayor soy yo-dijo entre risas.

-Entonces comportate como tal-dije verdaderamente irritada, al verme enojada su expresión divertida cambió por la de una mirada felina y una sonrisa coqueta mientras avanzaba unos pasos hacia mi, me quedé inmóvil de los nervios que me provocaba cada vez que me miraba de esa manera.

-Pero que ardiente eres cuando te enojas- dijo mientras con una de sus manos tomaba uno de mis mechones de cabello y se lo llevaba a la nariz para aspirar mi olor, me puse como un tomate al escucharlo decir eso, me miró a los ojos como un lobo hambriento mirando al conejo que estaba a punto de devorar, bajó la mirada hacia mis piernas escaneandome de abajo hacia arriba ¡Dios!¿Es que hasta ebrio se comportaba así? fruncí el ceño y de un manotazo le quité mi mechón de cabello de las manos, sorprendiendolo por unos instantes, volvió a sonreír- Bueno, al menos ahora eso no fue directo a mi cara-

-Buenas noches-dije dándome la vuelta, en verdad no quería ver esto más.

-¿No lo ves?- dijo haciéndome parar y voltear a verlo-No he estado con Bal ni con ninguna otra desde que discutimos en el parque ese día- confesó-¿No te das cuenta que tienes el control?- para este punto parecía que toda la embriaguez se le había ido de lo serio que estaba, avanzó unos pasos hacia mí acercándose a mi rostro, me quedé petrificada- Con solo una palabra tuya-dijo mirándome a los ojos y luego a mis labios-una sola palabra tuya y te juro que dejo todo- me quedé callada, sentía mi corazón palpitar como loco mientras mis mejillas ardían por lo cerca que estaba de mí-No sabes lo difícil que es para mí-dijo para luego bajar la mirada hacia mis piernas de nuevo, me di una bofetada mental, había salido solo en una camiseta ancha que apenas me tapaba las bragas y dejaba al descubierto mis muslos, lo sé tengo la mala costumbre de andar así, pero no es intencional, simplemente se me hace más cómodo que usar pantalones -y me lo pones aún peor si andas así por la casa-confesó sin quitar la mirada hambrienta sobre mis piernas, pasé saliva nerviosa por su cercanía y se me puso la piel de gallina-Me encantas-dijo lanzándose sobre mi, ambos caímos al sofá, sentí su respiración sobre mi cuello, me tenía abrazada e inmóvil mientras aspiraba el olor de mi perfume.

-esto no está bien-dije tratando de zafarme de su agarre.

-Solo déjame estar así por un momento-dijo ante lo cual me quedé quiets mirando el techo-me gusta tu olor-dijo sin dejar de olfatearme como si fuera un adicto, se movió para encajar su rostro entre mis pechos, me puse roja y todas las alertas en mi se activaron, para este punto ya debe haber notado a mi corazón perforando mi pecho de lo loco que saltaba, respiró profundo mientras con sus brazos me apegaba aún más a él, aguanté las ganas de gritar al notar la posición en la que estábamos, mis piernas estaban abiertas y él estaba en medio encajando perfectamente su casera, sentí todo un revoloteo en mi estómago y un enorme cosquilleo entre mis piernas al mismo tiempo que notaba algo duro en sus pantalones mientras sentía mis pezones sensibles, pasé saliva rogándole al universo que por favor no me hiciera estornudar o toser, lo que menos quería era moverme hasta que se levantara y tampoco queria que notara mis pechos erectos, me preparé mentalmente para hablar sin titubear.