Heart

Especial <3

Buenos días, tardes o noches mis queridos lectores, luego de darle fin a la novela y leer sus opiniones respecto a ella estuve meditando un poco así que decidí escribir para ustedes este capítulo especial como regalo de navidad <3 este pequeño estracto se sitúa unos días después de la primera tragedia cuando nuestros queridos tórtolos se quedaron unos días en casa descansando de aquella estresante situación que tuvieron que pasar. También quería aprovechar para comunicarles que he escrito una nueva historia y que vayan a mi perfil a leerla.
En fin espero lo disfruten.

La canción que incluí es n.n

Te quiero- hombres G

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Zoe

Desperté adormilada del sofá aún sintiendo mis ojos pesados, pasé mis manos por mi rostro tratando de despertar completamente, en cuanto lo hice miré el lado vacío del sofá. Dimitri no estaba, parpadeé un par de veces ¿A donde habría ido? Quité la manta sobre mí y me incorporé, me dirigí hacia la cocina con la esperanza de encontrarle pues ya iba a anochecer y probablemente estaría haciendo la cena. Al asomar mi cabeza por la puerta de la cocina me percaté que todo estaba impecable y en silencio, realicé un pequeño puchero con mis labios tratando de pensar donde estaría, mi mirada fue directo hacia las escaleras y decidí buscarle en su habitación. Las subí escuchando el silencio que invadía la casa y extrañamente me sentía en paz con ello. Escuché un sonido agudo como un leve tintinar muy corto y melódico proviniendo desde la habitación de Dimitri, mi mirada se dirigió a la puerta entreabierta y ladeé la cabeza hacia un lado ¿Estaría allí? Ingresé empujando levemente la puerta con la palma de mi mano sobre la suave y fría madera, una pequeña sonrisa apareció en mis labios al verle sentado sobre la cama con la guitarra sobre las piernas y una expresión de concentración en el rostro moviendo sus dedos sobre la cuerda causando más sonidos como esos, a un lado en el suelo pude notar como había colocado el dinero allí de manera organizada, al notar mi presencia levantó la mirada con algo de sorpresa que luego cambió por una leve sonrisa en los labios, me puse nerviosa. Me había pillado mirándole.

-No sabía que tocabas- dije bajando la mirada hacia aquel instrumento para escapar de esa situación.

-Solí hacerlo con más frecuencia antes- explicó con algo de tristeza en la mirada como si recordara viejos tiempos, su mirada volvió a dirigirse hacia el dinero apilado- y parece que no volveré a hacerlo- me mordí el labio al recordar que convirtió ese trozo de madera hueco en un escondite- Así que si será la última vez que la tenga entre mis manos al menos debería dejarla afinada- comentó divertido, junté mis manos. Me parecía triste que esta fuera la razón por la cuál abandonaría completamente su gusto por la música y justo cuando se comenzaba a incorporar lo detuve diciendo

-Toca algo- pedí sintiendo mis mejillas arder y mis manos temblar, sus ojos se abrieron sorprendido por lo dicho, bajé la mirada sintiéndome aún más avergonzada- toca algo para mí- completé, a estas alturas parezco un tomate, sonrió y volvió a adoptar esa postura relajada sobre la cama tomando firmemente la guitarra entre sus manos.

-De acuerdo, pero te advierto que luego de escucharme me amarás aún más- dijo con autosuficiencia provocando una risita mía, pasó delicadamente sus dedos sobre las cuerdas produciendo un sonido melodioso que me erizó la piel, no sabía porque comenzaba a ponerme nerviosa como si yo fuera quien iba a tocar aquel instrumento, mis labios se abrieron en cuanto le escuché cantar.

No, no, no me llores
No me vayas a hacer
Llorar a mí
Dame, dame tu mano
Inténtalo, mi niña
Quiero verte reír
Abrázame fuerte
Ven corriendo a mí
Te quiero, te quiero, te quiero
Y no hago otra cosa
Que pensar en ti

Escucharle me dejó atónita ¿Cómo podía ser tan bueno? Seguro esta era la manera que tenía de conquistar a las chicas cada que salía a algún bar. Me sentí un poco celosa.

Tú, estas dormida
Y yo te abrazo y
Siento que respiras
Sueño, con tu sonrisa
Te beso, muy despacio
Las mejillas
Necesito verte
Donde quiera que estés
Te quiero, te quiero, te quiero
Y no hago otra cosa
Que pensar en ti
Solo vivo y respiro
Para ti
Te quiero, te quiero
Te quiero, te quiero

Inclinó su cabeza hacia un lado esbozando una sonrisa coqueta que me hizo sonrojar aún más, bajó la mirada haciendo llorar a la guitarra, una melodía romántica y al mismo tiempo desgarradora que me hizo suspirar. Su cabello cubrió un poco su rostro al bajar la mirada hacia el instrumento. Cerró los ojos y tomó aire

Abrázame fuerte
Ven corriendo a mí
Déjame que te diga
Otra vez que te quiero
Te quiero, te quiero (déjame que te diga otra vez que te quiero, te quiero, te quiero)
Te quiero (déjame que te diga otra vez que te quiero, te quiero, te quiero)
Te quiero
Te quiero
Te quiero

Cantó con más intensidad que podría incluso romperle el corazón a alguien con ello, sentía mi corazón querer salir de mi pecho ¿Como podía provocar estas sensaciones en mí? Mis labios seguían abiertos ligeramente escuchandole hasta el final de la última nota agonizante. En cuánto terminó abrió los ojos y me miró con esa clásica sonrisa suya, relajada, fresca y segura...esa sonrisa que podría derretir un glaciar, parpadeé un par de veces sintiendo una cálida sensación recorrer mi cuerpo.

-Te lo advertí nena- dijo sonriendo de manera traviesa dándose cuenta de lo embobada que me había dejado con solo tocar aquella canción, dejó la guitarra a un lado de la cama y en un segundo inesperadamente y sin avisarme di un brinco sentándome en sus piernas y acercándome a él a robarle un beso en los labios, sus ojos se abrieron de la sorpresa, luego de unos segundos los cerró y colocó sus manos en mi cintura correspondiendo ese cálido y apasionado beso que le estaba dando, sentí mis piernas temblar y mis mejillas arder con esa sensación en mi estómago que me indicaba que él lo era todo para mí.

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