Heart

Casi

Zoe

Estábamos allí, sentados frente a frente en el comedor de la casa, habíamos llegado de la escuela y solo estábamos allí, cenando como cualquier otro día, en silencio. Luego de lo de la fiesta no volví a dirigirle la palabra, en la escuela él y Balery volvían a andar juntos y eso solo me motivaba a seguir ignorandole, para mí ya se había acabado, lo que sea que tuvimos se terminó y no merecía ni siquiera una mirada mía, bajé la mirada hacia el plato de comida frunciendo el ceño para evitar llorar, me dolía, me dolía terriblemente verle tan tranquilo comiendo como si nada hubiera pasado, como si el hecho de que regresara con su novia no me afectara y él lo sabía perfectamente, fui una completa imbécil al creer que en verdad la había dejado, era un cínico.

-Deja de mirarme así, pareciera que quieres matarme-dijo relajado sin mirarme, ni siquiera hacia eso, ya está. Todo mi coraje explotó, tomé una cucharada del puré y se lo lancé, le cayó de lleno en la cara cubriendo todo su rostro, una sonrisa triunfante apareció en mi rostro al verle, abrió los ojos y se limpió con la mano, comencé a reír-Ah ¿Te parece gracioso?-dijo mientras en su rostro aparecía una sonrisa, tomó también una cucharada del puré y me la lanzó cayendo sobre mi cabello, frunci el ceño enojada-Ahora ya no es tan divertido ¿Cierto?- ahora estaba mucho más enojada, sin dudarlo tomé el filete de carne y se lo lancé con fuerza cayendole en la ropa dejando una mancha por la salsa en su camiseta-Era mi favorita- dijo borrando la sonrisa de su rostro.

-Ahora estamos a mano- dije terminando de limpiarme el puré del cabello

-¿Cuando piensas perdonarme?- preguntó finalmente cabreado.

-Nunca-contesté frunciendo el ceño

-Me he disculpado más de mil veces ya- dijo frustrado

-¡Dijiste que la dejaste!-exploté finalmente, ya a este paso me importaba poco lo que pensara, su rostro desencajado, al fin me daba la reacción que quería-¡Maldito mentiroso!- grité mientras tomaba un puñado de la comida y se lo tiraba, lo esquivó agachándose, eso solo me enfureció aún más, avancé enojada al mismo tiempo que le tiraba comida la cuál esquivaba hábilmente agachándose en el suelo y retrocediendo-¡Te creí!- grité volviendo a lanzarle comida, el suelo ya estaba hecho un desastre-¡Y regresaste con ella!- otra vez intenté lanzarle la comida pero me detuvo agarrándome de la muñeca, las lágrimas caían por mis mejillas, ni siquiera sabía porque lloraba, me miró a los ojos totalmente serio.

-Lo siento- se disculpó con tristeza

-¡No! ¡No lo sientes!- grité entre el llanto, me abrazó fuertemente y entonces me desplomé llorando allí mismo, de no ser por sus brazos habría caído.

-Lo siento, lo siento- dijo abrazándome aún más fuerte.

-sueltame- pedí con la poca fuerza que sentía en ese instante, se separó un poco de mi para observar mi rostro.

-te juro que me encargaré de Balery- dijo dedicándome esa mirada de borrego inocente y arrepentido para luego acariciar mi rostro y acercarse a darme un beso en los labios- solo quiero estar contigo- susurró dándome múltiples besos, me sentía tan confundida, estaba enojada y le odiaba, pero mi cuerpo reaccionaba de manera diferente aceptandole, anhelando más de él, lo abracé correspondiendo el beso y abriendo la boca dándole más acceso, comenzó a avanzar haciéndome retroceder hasta que choqué con la mesa donde me senté, me dió un leve empujón haciéndome caer sobre ella, mi respiración estaba agitada y mis mejillas sonrojadas, apenas podía entender lo que estaba pasando-Zoe- dijo mi nombre mientras me escaneaba como si yo fuera un delicioso pastel, se colocó sobre mi respirando profundamente-No te imaginas las cosas que quiero hacerte- sonrió mordiéndose el labio, tímidamente me incorporé un poco hasta llegar a sus labios y darle un delicado beso sorprendiendolo, me correspondió y metió su mano por debajo de mi camiseta, su piel fría contra mis pechos me puso la piel de gallina, sentí un cosquilleo en mi entrepierna junto a un hilo de sensaciones recorriendo todo mi cuerpo hasta llegar a "esa zona" cuando se colocó entre mis piernas y noté su erección, gemí al sentir como se frotaba contra mí, dejó de besarme y miró mi rostro-¿Me quieres?-preguntó apretando mis muslos con sus manos apegándome aún más a él, mi respiración estaba agitada, no quería que parase, asentí y sonrió acercandose a llenar de besos mi cuello bajando hacia mis pezones los cuales succionó sobre la ropa haciendo que se me escape un gritillo por el dolor y placer, levantó mi camiseta e instintivamente me cubrí con mis manos por vergüenza, suspiró.
-Zoe, me encantas- dijo moviendo lentamente mis manos-déjame verte- pidió, con mis mejillas totalmente rojas le dejé guiar mis manos dándole el pase libre para que me viera, esa sonrisa triunfante, parecía que estaba en la gloria observando mis pechos, bajó a besarlos provocando un ligero temblor en mis piernas, en el momento en que sentí su mano en el reborde de mi pantalón, por acto reflejo lo detuve, me miró sorprendido al igual que yo de mi acción, mi respiración estaba agitada pero no por las sensaciones que me transmitía sino, por miedo.