Dimitri
De acuerdo salir así del hotel dejando a aquella chica no había sido buena idea, pero dudo que ella quiera arruinar su muy buena amistad con mi novia diciéndole que me le insinué para tener sexo y que me rechazó, pues obviamente como pasó con muchas, Balery se negaría a creerle y le acusaria de intentar separarnos diciéndole algo así, sin duda esa mujer juraba mi fidelidad hasta la muerte y Jessica era consciente de ello, además el sólo desprecio de Balery podría costarle su puesto entre las porristas, debió haberlo pensado antes de meterse con el novio de su nueva amiga y futura líder, pero no entiendo como pudo arruinarlo así. Estábamos de lo mejor, habíamos tenido sexo y la verdad fue muy bueno, me encantó, desgraciadamente tuvo que decir la siguiente pregunta "¿Cuándo la dejarás?" Y ahí fue cuando rápidamente salté de la cama empecé a buscar mi ropa mientras ella me miraba sin poder creerse mi reacción ante "tal simple pregunta" noté en su mirada dolor y ganas de llorar, lo sabía, se sentía usada y odiaba ver a las mujeres llorar así que la miré y me acerqué a ella, Levanté su rostro delicadamente para que me mirase y dije -puedo acostarme con medio país si quiero pero nunca dejaré a Balery-ante esto sus ojos se abrieron como platos de sorpresa, le deposité un tierno y corto beso en los labios en modo de agradecimiento por el placer brindado cogí mi casaca de cuero negra del suelo, pues era lo único que me faltaba, agradezco infinitamente tener buenos reflejos, pues logré esquivar el vaso con agua que había tirado en dirección mía, pero terminó estrellandose contra la puerta, di la vuelta rápidamente para sostener manos las cuales iban directo a querer golpearme, empezó a insultarme y amenazarme de contarle a Balery lo ocurrido, yo sólo me preocupaba de que con sus largas uñas no que hiciera alguna herida en el rostro, luego del forcejeo me cansé y la empujé a la cama abrí la puerta y salí de la habitación del hotel mientras me colocaba la casaca rápidamente, incluso en la planta baja del lugar se podían oír los gritos y el desastre que estaba haciendo dentro de la habitación, la recepcionista, una mujer de por lo menos 30 años de buena figura cabello negro y rasgos asiáticos me miraba asustada, le sonreí y salí del lugar en dirección a mi auto, al llegar a casa suspiré y bueno aquí estoy, subí la escaleras en dirección a mi habitación y ¿Qué me encuentro? Mi hermana tocando la perilla de mi puerta la cual había dejado entreabierta debido a la rapidez con la que había salido, la vi cerrarla, eso era bueno significaba que respetaba mi privacidad pero no por ello la dejaría irse tan fácilmente-¿Qué estás haciendo?-pregunté a lo que ella dio un brinco del susto y volteó a verme, por sus mejillas las cuales estaban rojas, pude notar que estaba nerviosa y no tenía idea de que responderme, la mirada la mantuvo abajo sin la valentía de observarme a los ojos, aunque no la culpo, tengo la mirada más fría que un iceberg y ella precisamente no era alguien difícil de intimidar todo lo contrario, mi inocente hermanita no era mas que un lindo conejito blanco para mí, se decidió a mirarme lo cual me sorprendió y pude jurar que en ese momento me escaneó con aquellos hermosos ojos verdes que afortunadamente era lo único que nuestro padre nos había dejado, noté como se perdía en sus pensamientos casi olvidando por completo mi presencia así que intervení-Hey ¿Me estas escuchando?-pregunté a lo que dió otro brinco asustada, sin duda era algo expresiva o es que soy demasiado observador, pues me di cuenta de un pequeño gesto de molestia que hizo al fruncir un poco el ceño y los labios por un milisegundo, lo cual fue suficiente para mí, entonces respondió.
-Estaba buscando libros y vi la puerta de tu habitación entreabierta y quise cerrarla-dijo sin mirarme, se veía realmente avergonzada, sus mejillas estaban rosadas y parpadeaba a cada segundo, una característica muy nuestra cuando estamos nerviosos, aunque bueno con el tiempo yo aprendí a dominarla, no quise alargar su tortura, era demasiado notorio que le estaba costando mantenerse serena.
-¿buscabas libros?-pregunté volvió a sorprenderse, que fácil era asustarla, asintió sin mirarme, suspiré de cansancio realmente no creí que sería así de incómodo para ella hablar con la gente, recordé cuando la vi con Phillip incluso con aquel tipo pude notar su expresión de enfado la cual se esforzaba por disimular-Ven- dije abriendo la puerta de mi habitación, me siguió y dio rápidamente otra vez esa mirada de escaneo, fui hacía mi biblioteca tenía muchos libros los cuales nuestra madre siempre me daba y bueno soy muy rápido en terminarlos, así que darle algunos de los mios no me sería problema, la cuestión era si le gustarían o no, miré detenidamente cada uno buscando, recordé aquel libro que ella traía en sus brazos después de haberse topado con aquel rubio en el pasillo de la escuela Edgar Allan Poe, debía tener alguno de sus libros por aquí y sí, lo encontré-y tenemos al elegido-dije girando a verla, como pensaba, dio otro salto del susto, me acerqué a ella y se lo tendí lo miro con sorpresa y emoción- te gusta él ¿No es así ?- pregunté a lo que ella simplemente asintió sin dejar de mirar el libro con emoción en los ojos, sin duda a veces parecía una niña, pero sólo en actitud pues el cuerpo era otra cosa además de que normalmente siempre era seria y muy pocas cosas lograban sorprenderla, otra razón por la que tengo respeto hacia ella aunque no lo supiera me parecía la mujer menos idiota en el mundo, acaricie su cabeza igual a como Phillip lo había hecho y vaya era suave, pero a diferencia de esa ocasión la expresión en su rostro era la de una niña avergonzada y algo nerviosa con aquel sonrojo en las mejillas, una pequeña sonrisa apareció en mi rostro al ver que no le causó disgusto ni enfado que la tocase de ese modo, mi teléfono sonó así que tuve que romper el contacto para sacarlo de mi bolsillo, no me sorprendió ver el nombre de Balery en la pantalla con una foto suya sonriendo de manera coqueta -¿Si?- contesté.
-esto, cariño ¿Puedes venir ahora a mi casa?- preguntó algo temerosa de mi respuesta, odiaba cuando me hablaba así ¿tan imponente me veo?
-no lo sé, estoy cansado y acabo de llegar a casa- dije desganado a lo que ella suspiró.
-está bien, es sólo que hace mucho que no salimos juntos-respondió con algo de tristeza.
-lo sé, lo siento- me disculpé pues era cierto últimamente ponía excusas para no verla debido a que me resultaba algo hostigante es decir, nos veíamos todos los días en la escuela, pero es normal que quiera pasar mas tiempo conmigo, no quería que se sintiera rechazada, lastimarla es lo que menos quería-¿te parece si el sábado salimos?-pregunté.
-por supuesto que si-dijo emocionada, sonreí me gustaba verla así-¿a las 8?- preguntó.
-está bien, pasaré por ti y luego iremos al cine-respondí-hablamos luego tengo tarea-
-de acuerdo, te amo... adiós- dijo aun emocionada, guardé mi teléfono y suspiré, sinceramente a veces esto era agotador.
-y bien ¿cómo te fue hoy en la escuela?-pregunté al recordar cuando la vi con aquel rubio mientras giraba a verla, pero me sorprendí al no verla, miré la puerta, la había dejado abierta, caminé en dirección a ella para cerrarla, pero me llamó la atención cuando me asomé al pasillo y vi la puerta de su habitación entreabierta ligeramente, me acerqué a cerrarla, de algún modo siempre he tenido la manía de acomodar todas las cosas siempre que están desordenadas, lo sé es contradictorio debido a que mi cuarto es un desastre pero es sólo porque no paso mucho tiempo allí, al coger la perilla no pude evitar mirar por la pequeña abertura y quedé paralizado con lo que vi, era Zoe saliendo del baño en toalla y con otra mas pequeña secando su largo cabello negro, se acercó a su tocador a peinarlo, las gotas de agua caían por su espalda y hombros la nube de vapor que salió del baño junto con ella empezó a desvanecerse y pude ver realmente su piel, la cual me pareció muy blanca y bien cuidada, parecía de porcelana, terminó de peinar su cabello y cogió la secadora cerró los ojos mientras el aire hacía su trabajo sobre esa melena, así pude observar su rostro con mas detalle, sus largas pestañas negras su respingada y fina nariz, apareció un sonrojo en sus mejillas debido al calor de la secadora, miré sus labios eran rosados, apagó la secadora una vez su cabello estuvo seco y abrió los ojos, pude ver ese verde esmeralda que heredamos de nuestro padre, Zoe nunca ha hablado de él obviamente porque jamás lo conoció, pero tampoco jamás preguntó cómo era, siempre desde niña fue muy callada, la observé mirarse al espejo y acomodar su cabello largo y negro el cuál tenía ligeras ondas, entonces salté dos pasos atrás y corrí hacia mi habitación encerrandome en ella mientras mi corazón latía rápido y mi respiración estaba agitada ¿Qué demonios? Por poco la veo desnuda, logré salir antes de que la toalla cayera al suelo al verla quitársela y sólo pude ver su espalda blanca que lucía demasiado suave y tersa, lo que mas me sorprendió es que me di cuenta que me quedé allí mirando, me detuve unos segundos admirando la belleza de mi hermana y por poco casi llego lejos y la veo como una mujer, lo cuál obviamente no me puedo permitir, traté de calmarme, sentía asco de mi mismo a pesar de no haber visto nada más allá de eso, pero aún así-debo distraerme-dije tratando de no pensar más en ello, cogí mi celular y marqué el número-¿hola Balery?- dije
-Dimitri ¿Qué paso?- preguntó preocupada
-cambiate, saldremos- respondí.</3
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Heart
RomanceHistoria narrada desde el punto de vista de dos hermanos muy distintos que apenas se conocen entre sí, confusion, celos, amor, atraccion sexual, peleas y una relacion toxica que florece en una casa donde el padre esta muerto y la madre esta ausente...