Distancia

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Dimitri

Estábamos en silencio sentados en el sofá lo más alejados posible mirando hacia direcciones opuestas en completo silencio ¿En qué momento todo se fue a la mierda? Mi respiración era intensa, estaba enojado por todo y ella solo se mantenía allí sentada con una expresión neutra en el rostro y con la mirada en el suelo, largos minutos de silencio al principio fueron 10, luego 20,30 y finalmente terminamos dos horas aquí sentados sin hablar, apreté los puños recordando todo lo que ocurrió. No, ella no podía estarme haciendo esto ¿Tanto esfuerzo para nada? ¿Para que simplemente venga y me diga que ya no somos nada? Me levanté, dudosa levantó la mirada y mostró temor de ver la frialdad con la que le observaba, no dije nada y apreté la mandíbula conteniendo las ganas de gritar, y fue entonces que al avanzar tiré de un manotazo un jarrón cercano que era el favorito de Isabel, estaba tan enojado que ni siquiera me importaba que se hiciera añicos al caer al suelo, Zoe se cubrió con los brazos para evitar que le salpicase el vidrio, me miró temblorosa y sin más caminé hacia la puerta y salí dando un portazo. Enojado me subí al auto, noté que asomó su cabeza por la ventana mirándome suplicante, la ignoré y me fuí, conduje a gran velocidad. Estaba enojado apretando el volante con mis manos, los autos que pasaban tocaban el clapson ante mi manera de conducir totalmente imprudente, pero aún así eso no me importaba.

Zoe

Caminé de un lado a otro desesperada aguantando las lágrimas y el pánico de haberle visto irse, temía perderlo de esta manera, no. No quería que se alejase, la culpa y arrepentimiento por haber hecho y dicho cosas que lo lastimaron me oprimía el corazón, rápidamente, busqué mi teléfono entre mis bolsillos, lo encontré y marqué el número, en este instante la única persona que podía ayudarme era

-¿Si?- su voz estaba adormilada y como no, eran las 3:00 a.m, le había despertado pero esto era una emergencia- ¿Que ocurre?- preguntó

-Es Dimitri- dije mientras un sollozo se me escapaba de los labios, estaba a punto de explotar en llanto y mi fuerza de voluntad para no hacerlo estaba flaqueando.

Suspiré abrazándole y sintiendo su calor, me estaba dando la seguridad que necesitaba prometiéndome eso y no sabía la paz que sentía en este instante, por un momento estaba olvidando todo lo que atormentaba mi inseguridad entre sus brazos, no escuchaba el sonido de nuestro alrededor y era como si ambos por este breve periodo de tiempo estuviéramos dentro de una burbuja, acariciaba mi espalda y olía mi cabello, estar tan cerca de él de esta manera me incitaba a buscar más cercanía, me separé un poco para mirar sus ojos, esa verde e intensa mirada que desbordaba pasiones con solo observarme, no tenía idea de lo mucho que quería besarle en este instante pero me estaba conteniendo por la obvia razón de que seguíamos a las afueras de la escuela y todos estaban dentro en la ceremonia de premiación, por lo cual era demasiado arriesgado, temerosa acaricié su pecho con mi mano y volví a pegar mi cabeza allí escuchando los latidos de su corazón y cerré los ojos perdiendome en ellos. Pero como toda burbuja de amor...siempre debe explotar

-¡Zoe!- la voz de Blair me hizo pegar un brinco que me proporcionó una distancia considerable de Dimitri quien me miró extrañado, ambos volteamos a ver de dónde venían sus gritos, corría en dirección nuestra-¡Pero mujer, te he estado buscando en todas partes!- dijo tomándome de las manos-¡Te vas a perder la premiación de Phillip!- exclamó jalandome, había arreglado mis problemas con Dimitri ¿Porque no hacerlo con Phillip? Volteé a mirar a Dimitri quien asintió dándome su aprobación para ir, sonreí ligeramente y me devolvió la sonrisa como signo de complicidad, me dejé guiar por Blair de regreso al interior de la escuela, mientras ella trataba de llevarnos apresurada Dimitri sólo nos seguía a unos metros de distancia caminando relajado con las manos dentro de sus bolsillos, al llegar al anfiteatro vi sobre el escenario a Phillip quien tenía una medalla dorada colgada del cuello y una sonrisa radiante, se estaba retirando de allí-¡No puede ser!¡Llegamos tarde!- chilló Blair haciendo las mañas de una niña

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