La cena

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Dimitri
Bien no habia momento más incómodo para esto, una maldita erección justo antes de cenar con nuestra madre, para colmo sentía asco de mi mismo por reaccionar de este modo al ver las piernas de mi hermana, aún recordaba su blanca piel, algo rosada en las rodillas, lisa como porcelana y ni hablar de sus muslos y aquellas bragas negras cubriendo su intimidad, me di otra bofetada mental al recordar todo ello, mi erección estaba totalmente peor que antes, fui caminando al baño lleno de incomodidad por el apretado pantalon, me acerqué al lavabo y me mojé el rostro para calmarme, me miré en el espejo y suspiré, la erección seguía, definitivamente tenía que ser cuidadoso o lo descubrirían, salí de alli hacia la cocina y observé a mi madre quien preparaba la comida, otros días habria pedido pizza pero, hoy no, hoy ella estaba y era una ley que mientras estuviera en casa nadie saliera y cenariamos en familia, el timbre sonó lo cual era extraño, pues nadie venia a visitarnos, ni siquiera Bal quien conocía perfectamente nuestra direccion en especial mi habitación pero eso es otro tema. Seguí a Isabel para ver quien era, en el camino me detuve al ver a Zoe bajar, tenía puesta la misma ropa solo que ahora si habían pantalones, no tenía razones para seguir erecto pero mis ojos me jugaron una mala pasada al ver aquel Jean azul que le quedaba ajustado debido a sus anchos muslos y perfectas piernas, desvié la mirada al instante cuando el recuerdo de sus piernas desnudas invadió mi mente, pasó por mi costado siguiendo a nuestra madre, aquel olor a lilas que desprendia me hipnotizó, todo esto me alteraba, traté de concentrarme en quien era el nuevo invitado la seguí indiferente.

-Blair no pensé tenerte esta noche para la cena- escuché a Isabel decir mientras observaba como se saludaban con el típico beso en la majilla y un abrazo.

-Buenas noches señora, no vine a cenar pero ya que insiste- dijo la rubia sonriendo.

-eres una glotona de primera-Dijo Zoe con cierto enojo pero luego sonrió ligeramente.

-bueno entonces si no has venido a cenar ¿A que se debe tu visita?-preguntó Isabel extrañada arqueando una ceja.

-vine a llevar a Zoe al cine, me debe una pelicula- dijo Blair sonriente mientras entraba a la casa.

-creo que hoy no se podrá, la ley ¿Recuerdas?- dijo Zoe con una ligera sonrisa triunfante.

-¡Ah! ¡No es justo Zoe llevo esperando demasiado!- se quejó como una niña.
-Bueno bueno, supongo podemos hacer una excepción- Dijo Isabel sonriendo a lo que la rubia saltó de emoción mientras Zoe ponía cara de pocos amigos- pero con una condición-

-¡¿ Cuál?!- preguntó Blair alterada.
- Tienen que cenar aquí- respondió mi madre a lo que yo protesté.

-Hey, ¿me haces cancelar mi cita con Bal pero a Zoe si la dejas salir?- Dije recordando a mi novia.

- ¡Esto es diferente!- dijo Blair enojada- tu sales a diario, zoe no- concluyó mientras se notaba algo de tristeza y preocupación en su voz.

- Eso es cierto- dijo a favor mi madre mientras se acercaba a Zoe- Dimitri tu tienes la fortuna de relacionarte bien con el resto, mi muñequita no- continuó mientras le apretaba las mejillas a mi hermana mientras ella se sonrojaba avergonzada- será la oportunidad perfecta para que mi bebé conozca gente-

¿Conocer gente? Eso no va con Zoe, estoy seguro que ella prefiere la soledad en lugar de relacionarse con la gente, es que Dios son tan idiotas, riendo falsamente tratando de caer bien e incluso haciendo estupideces para llamar la atención y ni hablar de los hombres, a esta edad todos son como animales con las hormonas y las chicas, se esfuerzan tanto por ser aceptadas que piensan que acostarse con tipos como yo las hará más deseables para el resto, Zoe era completamente diferente a todo esto y era consciente de como son las cosas en secundaria, tal vez por ello se le hizo dificil hacer amigos, en cambio yo, ni siquiera me esfuerzo por caer bien a la gente, mi cara y actitud los atrae como a una plaga, a pesar de que han pasado años de evolución, siendo hombre o mujer aún existe una enorme diferencia respecto a la sociedad. De algún modo estaba felíz de que Zoe no fuera estúpida, al parecer teníamos cosas en común.

HeartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora