SAMUEL
Hace días que Carla se comporto de esa manera tan extraña, es casi como si fuera otra persona. Piense mucho y aun no entiendo porque me trato así, reconozco que he sido un poco duro con ella después de enterarme de ese rollo de estúpida de Ariadna. Pero, ella desconfió de mí, me trato como si fuera un monstro que le engaño.
-¿Qué pasa, Polo?
Polo me llamo a venir al bar con mucha urgencia, pensé que se trata de vida o muerte.
-Carla esta aquí.
-¿Aquí? ¿A estas horas?
El asintió con cabeza.
-¿Dónde está?
-Primero, quiero que te calmes, yo no pude hacer nada, es mi trabajo tratarla como cualquier otro cliente. Pero, eso no es lo peor... vino con Alex.
-¿Alex?
Mire hacia dirección donde Polo miraba y allí se encontraba Carla junto a Alex. No sé cuánto ha bebido hasta ahora, pero parecía bien borracha y el imbécil ese se estaba aprovechando.
-¡Le voy a matar!
Polo me detuvo, por suerte... quede un poco calmado, pero no deje de mirarlos. Carla ni siquiera sabía que estoy acá, así podre seguirla tranquilamente.
Una hora después Carla se acerco al bar y sin notarme, yo vi a Alex caminando hacia los baños y se me ocurrió hacer algo. Polo me vio y entendió bien lo que voy a hacer, era mi cómplice en esto.
Mientras yo me estaba encargando de Alex, Polo iba seguir conversando con Carla.
Empuje a Alex para entrar al baño y este se asusto, no espero verme allí y en ese estado.
-¿Qué crees que estás haciendo?
-Mira, mira... vino el gran Samuel.
-¿Qué pensaste hacer con ella? ¿Llevarla a la cama?
-Pues, primero quería emborracharla ya que ella solamente habla de ti y yo trate darle mi apoyo emocional, y el otro apoyo también.
Le doy un golpe en la cara, haciendo que cae sobre el suelo.
-Carlita es bastante fácil de seducir, sobre todo cuando este llorando por ti. Nunca entiende que tipos como tú no valen la pena – decía al levantarse
No quería seguir discutiendo ni peleando con un tipo que es una basura, le empuje una vez más.
-Gracias a tu estupidez pasaras la noche acá... buenas noches, idiota – dije al salir del baño
El no entendió lo que dije, lo encierre con la llave del baño que Polo me dio. De toda la música nadie le podría oír y nadie se quejara por tener que hacer un pis en baño de mujeres.
Cuando volví vi a Carla aun sentada por el bar, pero ya estaba en su cuatro coctel.
-Samu...
-¿Por qué le diste alcohol? ¿Acaso no entendiste nada? – cuestione molesto
-Era eso o salir de acá y buscar otro bar.
-Mierda...
Me acerque a Carla y tome asiento a su lado.
-¿Este es tu gran plan? ¿Emborracharte?
Carla sonríe al verme, es difícil decir si sigue bajo el efecto de borrachera, pero creo que sí.
-¿Quieres?
-¿Qué tenias en mente... pasando tu tiempo con Alex?
-Me cruce con él, quería beber.
Fácil respuesta.
-¿Por qué?
-Porque nuestra relación se ha ido a la mierda y ya no estoy segura quien tiene la culpa.
Me da mucha pena oírle hablar así, yo a su diferencia creo que esta relación es para siempre.
-¿Y si nos vamos a nuestra casa? – pregunte
-¿Nuestra?
-Carla, el hecho que tuvimos nuestras peleas y indiferencias no significa que ya no te quiero, fuiste tú la que ha sido fría conmigo.
-Seguí consejo de Lu.
-¿Lu?
Ahora algunas cosas tienen sentido, los consejos de Lu no siempre sirven de mucha ayuda aunque en el fondo creo que ella ha tenido buenas intenciones.
-Yo te amo, Samuel... siempre te ame, ayer, hoy, ahora, en dos minutes, en cinco horas, mañana, te amare para siempre.
Esta confesión de amor me hace reír mucho, a veces es tierna cuando bebe demás.
-Eres muy tierna, es lo que extrañe en estos últimos días.
-¿Me perdonas por estar fría contigo?
Le abrace por la cintura, besando su cabeza, jugando con su pelo.
-Prefiero que mañana hablemos de todo lo que paso, esta noche me gustaría dormir junto a ti. ¿Estarás de acuerdo?
Ella sonríe al apartarse un poco de mí, acaricia mi pelo con sus manos.
-Siempre tan romántico – susurra
