SAMUEL
Me quede dormido mirando a Carla respirar tan profundamente y en silencio, me enamore con todo lo que hace, con todo lo que es y todo lo que quiere ser. Son tres de la madrugada y mis ojos brillan al estar mirándola y acariciando su brazo lentamente.
Me sentí un poco incomodo y culpable por mentirle, ayer fui a almorzar con Marina y no le dije nada, lo hice por negocio y sabia que ella podría malinterpretarlo todo pero mañana también tendría que verme con ella.
Me está ayudando mucho por mi libro, ella conoce muchos publicistas y gente importante, necesito toda la ayuda de este mundo, cuando empezamos juntarnos le deje muy claro que esto lo hacemos como dos amigos que se ayudan mutuamente, nada más.
Entre ella y yo jamás va pasar algo más que eso, una simple amistad.
Mi corazón pertenece a Carla, siempre va ser así.
Pero me da miedo ver su reacción, después de todo lo que paso ella sigue desconfiando de Marina y con mucha razón.
Decidí decirle todo el siguiente día, ya no puedo más, entre nosotros no hay secretos, quiero seguir teniendo esa relación con ella.
Yo fui primero en despertar, de hecho ni siquiera dormí tanto, me desperté y la miraba de nuevo, jamás voy a dejar de mirarla con esos ojos de enamorado. Ella despertaba, abría los ojos y se asusto al verme así.
-¿Has dormido anoche? – cuestiona
Se levanta, sienta, sigue a mi lado.
-Un poco.
-¿Qué te sucede?
Yo también me levante, le tomo por las manos, dejándole pequeños besos, lo suficiente para preocuparla, supongo.
-¿Por qué?
-No sé, pareces preocupado, tienes algo en tu mente.
Me conoce perfectamente...
-Voy a ducharme. – dice después de un momento
-Espera.
Ella da vuelta antes de levantarse, se vuelve acercar a mí...
-Tengo que contarte algo.
Ella asienta con cabeza.
-No quiero que piensas algo mal sobre mí, lo que te voy a decir es...
-Creo que ya se lo que vas a contarme.
-¿Cómo?
La veo muy incómoda...
-Ya sé que ayer te encontraste con Marina.
-¿Y cómo lo sabes?
No puedo creer que ya lo sabe y ni siquiera me lo dijo, pero supongo que tenía razón en guardárselo para sí misma, debe estar pensando muchas cosas sobre mí.
-Lu me lo dijo.
Ahora entendí... Polo le dijo a Lu y claro ella le dijo a Carla.
-Nos encontramos por el trabajo.
-Vale. – responde enfadada
Ese tono indiferente y un poco bajo me hace entender que está enfadada.
-Carla, tu eres el amor de mi vida, ya sé lo que debes estar pensando.
-No pienso nada... absolutamente nada.
Se levanta, tomando la ropa que va poner después de ducha.
-No podemos seguir así, tenemos que terminar esta conversación ya.
