CAPITULO 25

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SAMUEL

Marina regreso... por fin regreso y yo no me siento tan feliz por eso, no sé por qué. Después de acostarme con Carla me despierto solo en la cama, ella se fue... es primera vez que me pasa eso. Hasta ahora yo fui él quien se despertaba y alejaba de ella después de una noche de pasión.

Estoy sintiendo algo por Carla por un lado y el regreso de Marina esta en el otro lado.

Ahora me encuentro frente de casa, diciéndole a Carla que ella regreso pero Carla no tiene mirada feliz. Eso significa que ella también siente algo por mí, estoy seguro, después de todo lo que me dijo ese día estoy más que seguro.

Me siento feliz pero también triste.

-¿No vas a decir nada?

-¿Qué quieres que te diga?

-Algo... lo que sea.

-Vale. – responde con una sonrisa forzada

Cruza los brazos, baja mirada, después de un segundo la levanta, mirándome.

-Te deseo mucha suerte, Samuel... que seas muy feliz con ella.

-¿Qué?

-¿Es lo que llevas esperando desde que empezamos fingir ser pareja feliz, no?

Ahora las cosas han cambiado, un poco.

-Hace días dijiste que ella no me merece, entre otras cosas y ahora me deseas mucha suerte.

-¿Pensabas que voy a seguir diciendo malas cosas sobre ella? Eres patético, Samuel.

-Voy a verla esta noche.

-Muy bien. – de nuevo responde de manera falsa

Dio vuelta, entrando en casa pero logre alcanzarla y tomarla por la cintura, no la pienso dejar ir hasta que aclaremos esto.

-¿Qué cono te pasa? – grita enojada

-¿Qué es lo que te pasa a ti?

Me empuja, creando cierta distancia entre nosotros.

-¿Quieres que te diga que Marina es una zorra, que solamente te está usando y que yo soy la mujer de tu vida?

Mujer de mi vida.

-Te estás pasando un poco.

-¿Qué buscas entonces?

-Volver a normalidad.

-¿Qué normalidad?

-Cuando podías ser amigos que se acostaron juntos sin tener que sentir toda esta puta presión que está en el aire en este momento.

Carla quería decir muchas cosas pero no lo hace, da vuelta, entrando en casa, yo la sigo pero no puedo huir detrás de ella y presionarla para que hablemos. Ni yo mismo sabia de lo que quería hablar, no sabía que quería de ella, quizás echo mucho de menos cuando se portaba de manera cariñosa conmigo, cuando me acariciaba, cuando me abrazaba...

Esa noche fui a verme con Marina en un restaurante, ordene una copa de whiskey mientras la espere. Le mande un mensaje a Carla pero ella no responde, eso me preocupa.

-Mierda. – suspiro

De pronto siento manos femeninos sobre mis ojos, son de Marina pero yo no tenía ganas de eso, quizás debíamos dejar esto para otro día, necesito hablar con Carla, no me gusta que está enojada conmigo.

-Uy, eres tenso. – suspira en mi oído

Sienta a mi lado, ordenando una copa de vino.

-Tengo mucha prisa.

-Pensé que dijiste que tienes toda la noche.

Yo también lo pensé hasta que tenía esa discusión con Carla, al menos ese idiota de Alex no sigue cerca de ella.

-Estaba flipando cuando recibí tu llamada.

-Tenía tantas ganas de volver lo antes posible.

-¿Por qué no lo hiciste?

-Ya sabes... estaba muy ocupada.

-Ese día oí una voz masculina por el móvil. ¿Es tu novio o prometido?

Marina empieza reír, lamentablemente no tenía razón, me equivoco al pensar antes del tiempo.

-Novio de una amiga. – responde amablemente

Llevamos hablando toda la noche, sin embargo no dejo de mirar el móvil, vi que Carla vio mi mensaje hace tres horas pero no respondió nada.

-Joder. – suspiro

-¿Pasa algo?

-¿Qué?

-Llevamos mirando el móvil toda la noche.

-Necesito hacer una llamada.

-Te espero aquí.

Tome mi móvil y me fui al baño, llamando a Carla, estaba nervioso pero no logre alcanzarla así que decidí dejarle un mensaje de audio.

-Carla, responde mis llamadas, por fa. Es que... joder, no me gusta cuando peleamos, necesito hablar contigo, se que viste mi mensaje, no entiendo porque no contestas, sé que no haces nada importante. Me estoy volviendo loco, contesta con un mensaje si prefieres, solamente quería oír tu voz, nada más.

Ahora podía seguir hablando con Marina tranquilamente, después de una hora decidí pagar la cuenta y me despedí de Marina con un abrazo.

-¿Cuándo vamos a poder volver a vernos? – pregunta

-Te llamo mañana y te digo. – respondo

Quería poner cierta distancia entre ella y yo, necesitaba hacerlo, por ahora.

Cuando llegue a casa vi que todas las luces están apagadas, eso significa que Carla ya está dormida pero no podía irme a dormir sin antes averiguarlo. Subí por escaleras y entre en su habitación, la vi durmiendo, cubierta con una manta.

-Joder, que susto.

Me acerco a ella, sonriéndome, se ven tan hermosa durmiendo de esa manera, aunque a la misma vez parece tensa. Pongo mano sobre su rostro, sacando una parte de su pelo de un lado a otro, ella se mueve un poco pero sigue dormida, parece que está respondiendo a mis caricias.

Alma gemela | CARMUEL|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora