CAPITULO 45

625 45 9
                                    

SAMUEL

Me desperté con muy buen ánimo, estoy lleno de energía, al ver Carla a mi lado me hace sentir aun más feliz, es un sentimiento inexplicable, es el amor...

Hoy por fin decidí volver enfrentar a mi padre, no tengo ganas de volver discutir con él, quiero decirle todo lo que pienso sin volver a tener miedo, lo único bueno de todo es que siempre pero siempre voy a poder contar con el apoyo de Carla.

Ella me da muchas fuerzas para hacer todas las cosas que pensé que no voy a poder hacerlo, ella es mi luz, toda mi vida, soy el hombre más afortunado por tenerla en mi vida.

-Voy a terminar con todo esto de una buena vez – le dije en cuanto nos levantamos

-¿Estas completamente seguro, amor?

Carla tiene su mano apoyada sobre mi cuello, la otra mano se encuentra en mi mejilla.

-¿Qué otra alternativa tengo?

-Haz lo que piensas que es correcto, es lo más importante.

Joder... con todo lo que dice y hace me hace estar más y mas enamorado cada día, pensé que sería imposible ser más enamorado que ahora pero me equivoque, cada día me enamoro más.

-¿Por qué sigues llena de tanta seguridad? Siempre dices lo que quiero oír...

-Quiero que seas feliz, no te olvides de eso.

Le di un beso antes de salir de casa, en cuanto entre en el coche me sentí un poco claustrofóbico, no me gusta pelear con mi padre pero parece que nunca tengo mejor opción que esa, es imposible no pelear con él. Desde que era niño cada conversación y conflicto que hemos tenido ha terminado así, en una puta pelea, el simplemente no sabe hablar de otra manera.

Mi madre a su diferencia es una mujer tranquila pero con ella es imposible llevar conversación real, no le importa mucho lo que tengo que decir pero se ve que hace el mayor esfuerzo para hacerme ver que me quiere mucho.

Todo el caso de depresión le ha hecho alejarse de mí un poco, creo que es porque tiene miedo de que pudiera terminar de misma manera que mi tío, yo sé que eso no va pasarme, sobre todo ahora que estoy más feliz que nunca.

Cuando llegue a la empresa me encontré con mi padre, me estaba esperando en mi oficina, se veía muy intranquilo y serio.

-¿Me llevas esperando mucho tiempo?

El niega con cabeza.

-¿Quieres café?

-No.

-Lamento mucho por como terminaron las cosas la última vez que nos vimos.

-¿Estas pensando en esa última vez que te comportaste como animal y destruiste cena familiar?

Claro que esa va ser su respuesta... ¿Qué otra cosa podría decirme?

-Papa...

-Estoy aquí porque quiero que te comportas como un adulto de una puta vez, no entiendo porque tienes que seguir siendo inmaduro, eres un hombre. ¿Hasta cuándo vas a seguir así?

¿Hasta cuándo voy a seguir... que?

-No puedo creer que te importa una mierda por mí, no quieres ni escucharme, seguemos peleados toda mi vida. ¿Nunca te has preguntando por qué?

-Es porque sigues tan rebelde como siempre, no sabes creces y aceptar tu propio destino.

-Pensé que quizás vas a escucharme y ver que lo que quiero hacer es todo lo contrario de lo que tú habías tenido imaginado pero soy un idiota por pensar así. Tú nunca vas a cambiar tu opinión y Carla es la única que sigue apoyándome como siempre.

-¿Carla?

-Si – respondí con voz alta

-Nunca debí haberte perseguido para que vives con ella, fue un error, los negocios se hacen de manera diferente. Ahora vas con estas locas ideas de que estés enamorado de ella, quieres pasar toda tu vida a su lado, quieres ser escritorio y otras estupideces.

-¡No es su culpa!

No pienso dejar hablar así sobre Carla, es la única persona que hace mi vida ser un poco más soportable.

-Deja de gritarme, Samuel.

-¿Sabes qué? Ya estoy harto, renuncio a esto... a todo esto.

-No te estoy entendiendo.

-¿Qué es lo que no entiendes? Ya no pienso seguir trabajando para ti ni para nadie en contra de mi propia voluntad.

-¿Eso es lo que quieres? Pues muy bien pero déjame decirte una cosa... si salgas ahora no vas a poder llamarme cuando necesitas dinero, vas a tener esa casa donde estás viviendo ahora y nada más, puedes venir, pasar por la casa si quieres visitar a tu madre y eso es todo, el dinero no te lo pienso dar.

Muy bien... me importa una mierda por el dinero.

Salí de esa oficina tan furioso que quería golpear a alguien, no sé cómo es posible que siga enojándome de esa manera.

Un padre no debería hacerle pasar a sus hijos por esas estupideces, no es justo.

Llegue a casa y todas las luces estaban apagadas, eso significa que Carla ya está en nuestra habitación, tendría que comportarme de manera normal con ella, no quiero que sigue preocupándose de mí.

Al entrar la vi acostada en cama, sonrió al verme entrar, se veía tan hermosa, es lo único bueno que tengo por ahora.

-Buenas noches... - salude

-Hola, guapo.

-Hice algo... que no fue tan planeado pero me volví loco así que tendría que reaccionar de esa manera.

-Dime que paso.

Suspire profundamente.

-Ven, amor.

Siento a su lado en la cama, pongo cabeza sobre su estomago, acaricio sus piernas mientras empiezo explicarle todo lo que paso, ella acariciaba mi pelo mientras trataba hacerme sentir apoyo y amor que siempre he sentido con ella.

Y la verdad... es lo único que necesito, por lo menos por la noche y mañana ya se me ocurrirá algo.

Alma gemela | CARMUEL|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora