CAPITULO 28

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CARLA

Muchas cosas han pasado últimamente... después de pasar la entera noche de fiesta con Lu y besándome con Samuel decidí poner el limite a nuestra ''relación''... ya llegue hasta puta paciencia con él. Decidí mudarme a casa de mis padres, de todos modos a nadie sigue importando el imagen público, puedo distanciarme de él si quiero.

Aunque sé que mi padre va seguir insistiendo que vuelva para que nadie piense que nos habíamos peleado, me importa una mierda lo que él piensa, Samuel puede estar con Marina si quiere, de todos modos no dejaba de hablar sobre ella todo este tiempo.

Ahora me encuentro en mi vieja habitación de mis padres, no podía dormir, eran las 2 de la mañana. Justamente cuando estaba a punto de caer dormida oí algunas voces del salón, un grito, dudo mucho que sean mis padres peleándose pero de todos modos decidí salir de mi habitación y averiguar qué es lo que sucede.

Me estaba bajando por las escaleras y vi a Samuel peleándose con mi padre.

-Llámala, por favor. – dice Samuel

¿Cómo se atreve venir aquí después de todo?

-Está durmiendo, vete a tu casa. – responde mi padre de manera firme

-No me muevo de aquí hasta que hable con ella.

Bajo y me acerco a mi padre.

-Carla...

Samuel se acerca a mí pero de inmediato nota mi comportamiento, cruce los brazos, mirándolo con mirada muy fría. No sé qué otra cosa espera de mí, yo no soy un segundo plato de nadie, a mi no me va usar para cumplir con sus deseos hasta que apareció Marina. Eso sucedió, me uso y desde que regreso me hico ver que no le importo, al menos no sabía apreciarme y ahora no me importa para nada.

Nada mas espero que vaya estar responsable y tomar pastillas, su salud es lo más importante, espero que pueda entenderlo.

-Déjanos solos, papa.

-¿Estas segura?

-Si.

Mi padre lo miro una vez más antes de irse.

-Carla, me dejaste una nota, te fuiste y me dejaste una puta nota.

-¿Crees que tienes el derecho de venir aquí y exigirme explicaciones?

-Creo que merezco una explicación.

-Tu mismo sabes porque me fui.

-Lo sé pero quiero oírlo de tu boca.

-Son las 2 de la mañana.

-¿Y qué?

-No puedes venir aquí y gritarme, mis padres estaban dormidos.

-Yo solamente quiero que tú regresas conmigo.

-Entonces estás perdiendo tu tiempo, yo me quedo aquí.

-¿Por qué me haces esto?

Que idiota.

-¿Crees que aceptaría seguir a tu lado sabiendo que no me amas pero te va bien follarme mientras dices que estas enamorado de Marina?

-¿De eso se trata?

-¡Si! No quiero volver a esa casa contigo, Samuel... acéptalo y busca paz sin mí.

-¡Que no puedo! ¿Cómo no te das cuenta? – grita al tomarle por el brazo

No lo hico de manera brusca, sino con mucho cuidado, no deja de mirarme en los ojos.

-Eres demasiado caprichoso, es ahora que me doy cuenta de eso.

-¿Caprichoso?

-Quieres tenerlo todo y a la vez nada.

-Te necesito.

-No me digas eso.

-Te necesito, Carla. Tu eres la única que sabe como soy, tu sabes lo que yo necesito y como ayudarme.

-Habla con Marina y a mi déjame en paz.

Di vuelta pero él me toma por cintura, sin embargo quedo en esa posición, dándole las espaldas, no puedo volver mirarlo en los ojos sin tener ganas de darle un beso.

-No puedo, no se me hace fácil.

-Samuel, ya estoy harta de todo esto, deja de buscarme, desde ahora voy a estar viviendo aquí y tú vive tu vida como se te da la gana.

-¿Por qué no quieres dar vuelta y mirarme?

-No te quiero ni ver.

-Es mentira.

Al fin, logre contenerme de no llorar, di vuelta, empujándolo.

-Marina nunca te va querer como yo, no te conoce, quiere jugar contigo y cuando le digas lo de depresión vas a darte cuenta que no te quiere, le va importar una mierda tu salud. Así es ella y espero que pronto te des cuenta pero de todos modos eso no cambias las cosas entre nosotros dos.

-No digas eso.

-Es la verdad, te quería y aun te quiero pero eso no es suficiente, no voy a seguir soportando que me usas, lo único que quiero que recuerdas bien es todo lo que te dije... a ella no le va importar ni tu estado ni lo que quieres llegar a ser en el futuro.

Samuel suspira profundamente.

-Vuelve conmigo, por favor.

-Adiós, Samuel.

Después de un momento el da vuelta, saliendo de casa, le quedo mirando y en cuanto sale siento en las escaleras, empiezo llorar muy fuerte.

Alma gemela | CARMUEL|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora