CAPITULO 26

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CARLA

Ya estaba dormida cuando Samuel regreso anoche pero lo oí entrar en mi habitación, hasta sentí sus manos tocando mi pelo. Mi cuerpo siempre tiene la misma reacción a sus toques, quería abrir los ojos y hacerle entender que no estoy tan dormida como él pensó.

Pero eso complicaría cosas aun mas... creo que mi paciencia llego al fin, no puedo seguir soportando todo eso. Quiero pronto irme de aquí, volver a casa de mis padres, viviendo con él mientras él está cerca de Marina me hace sentir como una tonta.

El sabe que siempre voy a estar aquí y creo que una parte de él lo está usando para no sentirse solo y la otra parte me desea, inconsciente.

Eran las 12, por fin me levante, cambie la ropa, justamente cuando estaba bajando por escaleras oí timbre de puertas. Quizás es Lu o hasta Polo buscando a Samuel aunque él debía ser que trabaja en estas horas.

Abro las puertas y veo a Marina.

Verla aquí me hace querer tomar mi maleta e irme de inmediato, anoche salió a cenar con ella y ahora ella aparece por aquí, buscándolo.

-¿Puedo entrar?

-Si. – respondo después de suspirar profundamente

No voy a seguir diciéndole a Samuel lo que tiene que hacer con su vida, si quiere sufrir entonces es lo que debía hacer, de todos modos es su culpa por meterse en situaciones que solamente le hacen mucho daño.

Marina quedo fascinada por la casa, le gustaba pero no vino por eso, lo sé.

-¿En qué puedo ayudarte? – pregunto, cruzando los brazos

-Pensé que iba encontrar a Samuel aquí pero al parecer debí llamarlo antes de venir.

Si, debiste hacer eso, llamarlo.

-Está trabajando.

-Que alegría que por fin dejo de pelear con su padre y acepto su propio destino.

¿De qué va esta tía?

El no acepto nada, si lo hace es porque siente puta presión por parte de su padre, no puedo creer que soy la única que se dio cuenta de eso.

-Parece que no lo conoces tanto. – comento

-¿Perdón?

-Samuel es todo menos feliz al estar trabajando con su padre, debías saberlo si tanto lo quieres.

-A ver... vine en paz, no busco pelear contigo.

-Yo tampoco pero es inevitable.

-Mejor vengo otro día o quizás lo visito en el trabajo.

-Si, lo que sea que quieres.

Marina se dio cuenta de mi energía, no tengo ganas de estas estupideces, ella y yo no nos soportamos, no quiero hablar sobre Samuel con ella, me desespera.

-Siento mucha tensión en el aire. – dice, mirándome muy seria

-¿No me digas?

-¿Por qué te comportas aquí? Yo vine para hablar tranquilamente.

-Marina, conmigo no te puedes hacer el papel de chica inocente, te conozco. Samuel no piensa con su cabeza pero yo sí y se cómo eres.

-¿Cómo soy según tu?

-Manipuladora, buscas divertirte con él, nada más.

-¿Y tú?

-¿Yo qué?

-¿Qué haces aquí? Estoy segura que sus padres pueden lograr llegar a un acuerdo sin hacer este escándalo donde ustedes fingen ser pareja feliz.

-No tienes ni idea.

-Vale... pues dile a Samuel que lo busque.

-Si, lo avisare. – respondo de manera sarcástica

Marina salió de casa y yo cierre las puertas de un golpe fuerte.

¿Cómo se atreve venir aquí?

Es como si quería provocarme a propósito, necesitaba llamar a Lu para contarle todo.

-Joder pero esa tía no se cansa. – comenta Lu atreves una video llamada

-Lo peor de todo es que quizás tiene toda la razón a comportarse de esa manera, el idiota de Samuel sigue detrás de ella.

-Cari, ni tú misma crees en eso.

-¿Por qué lo busco entonces?

-Creo que es porque Samuel no parece tan interesado en ella, además eso me lo dijo Polo.

-¿Polo?

-Si, me comento acerca de regreso de Marina y me dijo que anoche Samuel salió con ella pero no lo pasaron tan bien, además tu misma me dijiste que no paso mucho tiempo afuera.

-Me quede dormida.

-Entonces, ¿vas a poder salir esta noche?

-Claro.

-¿Prefieres eso en vez de discutir esa tema con Samuel?

-Samuel puede irse a la mierda junto a Marina, sinceramente.

Eran las 7 por la noche cuando me arregle para la fiesta, Samuel llego en las ocho, justamente cuando yo estaba a punto de salir de casa.

-Buenas noches. – dice, entrando en salón

-Hola. – respondo de manera fría

-Tengo tantas ganas de saltar en cama y dormir toda la noche.

-Pues, hazlo. – digo, tomando mi pulsera

-¿Vas a salir?

-Si, voy de fiesta.

Estaba a punto de abrir las puertas, pronto sentí mano de Samuel, tomándome por el brazo, al dar vuelta me encontré con sus ojos marrones.

-¿Qué?

-No me comentaste nada sobre la fiesta.

-¿Tendría que decirte todo lo que planeo?

-No, pero...

-Nos vemos mañana por si acaso quedas profundamente dormido. – respondo con falsa sonrisa y salgo de la casa

La belleza y su manera de hablarme no va volver hacerme caer rendida entre sus brazos, ahora no puede decir nada para hacerme cambiar mi opinión. Si quiero salir de fiesta lo voy a hacer y punto.

Alma gemela | CARMUEL|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora