CAPITULO 48

499 37 10
                                    

CARLA

Decidí cocinar macarrones pasa sorprender a Samuel, es su comida favorita además sería una sorpresa tremenda. Sé que no van a ser los mismos que suyo pero de seguro le encantaría.

No sé donde esta todo el día, supongo que debía estar con Polo o quizás en casa de su madre, ahora se encuentra con mal animo por pelear con su padre.

Supongo que todo va resolverse pronto, ojala.

Estaba cocinando cuando oí a Samuel entrando, estaba ocupada por eso no pude dejar lo que estaba haciendo.

-¿Pero que huele tan rico? – cuestiona al entrar en cocina

-Adivina que estoy cocinando.

Samuel pone manos sobre mi cintura, besando mi cuello, ya veo que me extraño mucho, tanto como yo a él.

-¿Macarrones?

-Así es, amor – respondí

-Ay, eres muy mala. ¿Crees que puedes hacerlos mejor que yo?

Di vuelta, pongo manos sobre su cuello, acariciándolo.

-Ya lo veremos – respondí

La mano de Samuel se encuentra en mi cintura...

-¿De verdad?

-Samuel... ¿Dónde estabas todo el día?

-Tengo algo que decirte pero ven aquí.

Me toma por la mano, los dos sentamos por la mesa, se ve muy serio.

-Te fuiste esta mañana sin decirme dónde estabas, no quiero controlarle solamente me preocupas, eso es todo.

-Tranquila, no quería decirte pero mi padre me llamo.

-¿Y ese que quería ahora?

-No me lo vas a creer pero logramos llegar  a un acuerdo, es primera vez que teníamos una comunicación así, hablamos y resolvemos el problema.

-¿Estas de broma?

-No, preciosa... te hablo enserio.

No podía creerlo, me puse tan feliz, por fin todo está bien, por fin el no va seguir con ese mal animo por culpa de su familia, por fin todo está bien y espero que así sigue.

-Joder, por fin... - suspire

Samuel me miraba muy serio, de pies a cabeza.

-¿Qué pasa? – cuestione

De repente sonríe, se acerca a mí, poniendo mano sobre mi cintura de nuevo.

-Te ves muy sexi en esta camiseta.

-Es tuya...

-Si, por eso mismo lo digo.

Me levante, siento por sus rodillas, empiece jugar con su pelo, mis dedos tocando ese pelo un poco desordenado.

-¿Te gusta? – pregunte de manera provocativa

-Siempre me gustas.

-Demuéstramelo.

Las manos de Samuel se encuentran debajo de camiseta, tocándome, sintiéndome suavemente.

-Siempre me gusta demostrártelo, me encantas mucho.

-¿Cuánto?

-No tienes ni idea.

-Te amo mucho – suspire en su oído

-Más que nada – responde

-Más que nada – volví a repetirlo

Samuel empieza desabrochar mi camisa, si seguimos así vamos a quedar sin cena, ese no fue mi plan.

-Samuel...

El besa mi cuello, no sé como resistirme a sus besos, soy adicta a él.

-Samuel...

El siente mi fuerte respiración sobre su oído pero eso le hace seguir con lo mismo, no se detenga, logra quitar la camiseta por completo, dejándola caer en el suelo.

-Espera, mi amor... - dije al tomarlo por la cara

Me estaba mirando ansioso y con mucho deseo.

-Necesito terminar con la cena.

-Joder...

Le di un beso profundo, luego me levante, tomando camiseta, poniéndola.

Samuel se levanta también, siguiéndome.

-¿Vas a mirarme mientras cocino?

-¿Te pongo nerviosa?

-Mucho.

Samuel vuelve poner manos sobre mi cintura dándome otro beso sobre el cuello...

-Tengo que descansar un poco, de todos modos.

-Descansa y luego comes mis macarrones, me dices si son mejores que tuyos – le dije

-Te tengo una sorpresa – suspira en mi oído

-Mmm... ¿Qué clase de sorpresa?

-Lo veras esta noche...

Decidí seguir cocinando mientras él se fue a dormir, decidí hacer las mejores macarrones del mundo, ya veremos quién los hace mejor.

Alma gemela | CARMUEL|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora