CAPITULO 65

403 38 3
                                    

SAMUEL

No estaba solo en esta reunión, por suerte tenia a Marina de cerca, estábamos trabajando en esto juntos. No se lo mencione a Carla porque de verdad no creí que tenía alguna importancia, cualquier cosa que hubo entre nosotros quedo en el pasado.

Cuando por fin terminamos con la reunión fuimos a tomar unos tragos para relajarnos un poco.

-¿Cómo esta Carla? - cuestiona

-Mejor... seguimos acostumbrándonos a toda esta situación.

-Vas a ser papa...

-Joder, que sí, me siento muy raro.

Muy raro pero también muy feliz.

-Me alegro por ti, me gusta verte tan bien – dijo

-¿Y tú?

-Me casare pronto, no sabes que angustia siento – suspira

-Pero estas feliz, de seguro.

-Más feliz que nunca...

No puedo creer que hace un año quise estar con ella y ahora veo que eso sería un gran error, al menos podíamos terminar siendo amigos o colegas, eso es lo que me hace sentir muy satisfecho.

-¿De qué te ríes? - cuestione

-Me parece muy graciosa toda esta situación.

-¿Lo de... tu y yo?

-Si.

-Joder... pues a mí también.

-Es que... creí que de verdad te amaba pero luego me di cuenta que quería competir con Carla, era lo único que me importaba, el capricho... y eso no se puede competir con un verdadero amor.

-¿Cuándo podríamos empezar con grabaciones de adaptación de mi libro?

-Más pronto de lo que te imaginas.

-¿De verdad?

-Si, te llamar en una semana o dos para comentarte todos los detalles, tú tienes la decisión final.

-Muchas gracias por todo, Marina.

Seguimos hablando un rato mas, decidí llamar a Carla y averiguar cómo se encuentra, hablar con ella, saludarle y decirle que mañana nos vemos en casa.

-¿Dónde estás, mi amor? – dije al puto móvil, no contesta la llamada, no sé porque

Me sentí muy angustiado, quizás debía llamar a mi hermano o mi madre para que se vayan a averiguar cómo se encuentra.

-Joder...

Quise romper ese puto móvil, vi que esta online y no entiendo porque no contesta las llamadas, tampoco contesta mis mensajes cuando vi que las había visto.

Decidí ir a dormir un poco, ya tendré que coger un avión para Madrid, no pude dejar de ponerme tan angustiado, no sé que va ocurrir después de entrar en mi casa, ni me quiero imaginar, quiero seguir pensando que todo está bien.

Horas y horas después... por fin me encontré frente de mi casa pero no pude abrir las puertas, estaban cerradas con llave. Toque el timbre, no eran unas horas tardes así que supongo que ella va abrirme, después de un momento ella abrió las puertas pero se veía nada bien.

-¿Mi amor?

-Hola – me saluda fríamente

-Me volví loco – dije al entrar

Ella cierra las puertas, yo me acerco a ella, besándola.

-¿Qué te pasa, mi amor?

-¿Por qué?

-Te ves diferente... ¿todo está bien con el bebe?

-Si, te hubiera llamado si algo pasa.

-¿Entonces?

-¿Entonces que, Samuel?

-Joder, que estas enojada por algo, no entiendo que pasa.

Carla sonríe y me da una cachetada.

-Pero... ¿que te pasa?

-¿Por qué no me dijiste que no te fuiste solo?

-¿Qué?

-Estabas con Marina.

-Si, estaba con ella.

-¿Y porque tenias esa sensación de mentirme?

-No te mentí.

Se ve desesperada, yo no sé si es por sus hormonas o qué pero no entiendo ese ataque de celos.

-Carla, no te mentí, no te lo dije porque no tengo porque hacerlo.

-¿Te oyes?

-Si, me estoy oyendo, te digo la verdad, no te lo dije porque de verdad creo que este tema ya está cerrado desde hace mucho tiempo, desde que me enamore de ti como un loco, ella no sigue siendo una persona tan importante en mi vida.

Me acerque a ella, le quiero hacer ver la verdad, a veces me gusta que esta celosa pero no cuando se pone de esa manera, a veces empieza dudar de todo lo que yo siento por ella y eso no es justo.

-Te amo, más que nada, lo único que quiero es que te sacas esas ideas locas de tu cabeza.

-Yo sé que me amas...

-¿Por qué dudas entonces?

-No estoy dudando de ti.

-¿Dudas de ella?

-Si – responde de un golpe

Le tome por las manos, besándolas...

-Carla, ninguna mujer te sobra, nada se compara a ti...

-Lo sé, mi amor.

-¿Podríamos dejar esta tema en el pasado, por favor?

-Te lo prometo.

-Ahora... háblame sobre el bebe.

Carla sonríe, yo pongo mano sobre su panza.

-Te hemos extrañado mucho, no tienes ni idea.

-Ahora estoy aquí y no me muevo de esta casa sin mucha necesidad.

Ella me abraza, bese su cuello y me quede sintiendo como el hombre más feliz del mundo.

Alma gemela | CARMUEL|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora