CAPITULO 37

892 45 8
                                    

SAMUEL

Un olor muy característico me despierta, en ese momento me di cuenta que se trata de Carla que está durmiendo en mis pechos. Su respiración se hace más lenta, sigue dormida pero aun así esta acariciando mi barbilla.

-Despierta, bella durmiente.  – le suspiro en el oído

Carla abre los ojos, sonriéndose.

Tiene esa sonrisa que me hace brillar, soy ciego, completamente.

-¿Cómo has dormido, amor? – pregunta al mirarme en los ojos, apoyando su mano sobre mi pecho

-Pensé que estaba soñando pero al verte entre mis brazos me siento mágico.

-Lo que paso anoche fue maravilloso. – suspira

Eso es lo que quería oír, precisamente.

-¿Sabes qué? Hoy quedo en casa todo el día.

-Um... ¿eso significa que vamos a pasar todo el día en cama? – cuestiona con voz profunda

Joder... no me gusta cuando lo hace, quiero volver hacerle el amor pero son las 8 de la madrugada.

-Soy todo tuyo, ya te lo dije.

En ese momento sonaba mi móvil, lo tomaba y vi nombre de mi padre en la pantalla.

-Parece una llamada importante, debías responder. – dice, un poco triste

-Es mi padre.

-Voy a ducharme. – dice, tratando a levantarse

-¿Por qué?

-Todo esto parece bonito pero parece que tu padre te necesita, Samuel.

-¿Vas a irte así?

-Sabes muy bien como se pone cuando no contestas las llamadas, yo estaré aquí mañana.

Antes de que ella se levanta de la cama, pongo mano sobre su cintura debajo de la manta, volteándola hacia mí, tiro mi móvil de al lado.

-Mi padre puede irse a la mierda si quiere, tú eres lo más importante en estos momentos.

Carla sonríe, pone manos sobre mi rostro, acariciándome.

-Me gusta cuando mandas a la mierda a todos por mi... me parece sexi.

-No es normal que tenemos tantas ganas de follar en estas horas tempranas... - suspiro mientras siento labios de Carla sobre mi cuello

Me besa de manera tan sensual, creo que después de eso vamos a tomar una ducha bien caliente y volver hacer lo mismo por la noche.

-Estamos solos y esta casa es bastante grande... - suspira en mi oído al morderlo un poco

-¿Qué tienes que me vuelves tan loco?

Carla sigue haciendo lo mismo, ahora sabia que me tiene loco así que no tendría porque detenerse.

-Como me gusta oírte hablarme así...

Empieza besarme de manera salvaje, poniendo manos sobre mi pelo, sienta sobre mí a horcajadas.

-Para mí solo existes tu... - gime

Con esos pequeños movimientos ella logro despertar tantas cosas en mi, ni siquiera lo hacíamos, solamente compartíamos pocas caricias, nos tocábamos, nada más.

-Joder, yo no me siento igual. – dice

-¿Qué dijiste?

-¡Es una broma! – grita, al empujarme para quedar mas quieto

-No bromeas con esas cosas, Carla.

-Tú eres el único hombre en mi vida y lo sabes.

-¿El único?

-Si, mi amor.

-¿Y si aparece alguien mejor?

-Lo mando a la mierda.

-¿A Brad Pitt también?

-Por supuesto.

Me levante un poco, empiezo acariciar sus espaldas mientras nos miramos en los ojos. Se siente bien estar así con alguien quien realmente te quiere.

-Eres preciosa, encantadora, espectacular... ya no me quedan muchas palabras para describirte.

-Ahora tendríamos que hablar sobre los temas más importantes.

-¿Cuáles?

-Hable con mi madre y me dijo que nos invito a una cena familiar, tus padres van a venir también.

Ya veo un caos viniendo pero dudo mucho que podría detenerlo.

-No haces esa cara, Samuel.

Ella se acuesta a mi lado, la cara de la que habla es la misma que hago cada vez que hablamos sobre mi familia.

-¿Qué cara?

-Esta.

-Joder, Carla... ¿podríamos no hacerlo?

-Le prometí que vendríamos.

-¿Y que se supone que vamos a hacer en esa cena? – pregunto desanimado

-Decirles que estamos juntos, que esto va enserio, que ningún puto contracto ni nada va destruir lo que hemos logrado construir juntos.

-¿Y ellos que van a decir?

-Samuel, no seas negativo.

-Conozco a mi padre, ese hombre va destruirme la noche de nuevo.

-Amor... - pone mano sobre mi mejilla – mientras yo esté a tu lado tomándote por la mano, nada malo va pasar. – me asegura

-Tengo putas ganas de tomar todo el dinero que tengo y comprar una casa en Tenerife, allí estaríamos tranquilos, lejos de todo y todos.

-¿Tenerife?

-Claro.

-¿De dónde sacas esas ideas?

-¿A ti te gustaría quedar aquí?

-No sé, yo voy donde tu queras, donde tú te sientes más tranquilo.

-¿Puedes ser más perfecta?

-Quizás.

Tenía mucha suerte al enamorarme de alguien como Carla, darme cuenta y pedirle perdón, si no lo hubiera hecho ahora estuviera solo y miserable.

-Vale... vamos a esa cena y luego regresamos aquí y...

-Y usamos la piscina como debemos.

-Tus ideas también están geniales.

Carla vuelve levantarse, de nuevo sienta sobre mí y me empuja.

-La puta madre... - gemí

-Ahora vamos a usar esta cama de nuevo.

-Eres llena de esas ideas espectaculares.

-¿Te gustan?

-Te amo, Carla.

Ella sonríe, acariciando mi mejilla, sonriéndose de manera tierna y seductiva a la misma vez.

-Y yo a ti.

-Mas que nada.

-Mas que nada. – repite antes de besarme

El resto de día pasó entre besos y caricias que compartimos, nos duchamos y luego por la noche quedamos abrazados mientras  veíamos televisión.

Mañana seria un día muy difícil pero esa noche fue magnífica de nuevo, volvimos a hacer el amor con mucho deseo, cada movimiento y cada beso mostro cuanto nos deseamos.

Carla es mi alma gemela, siempre lo ha sido.

——-
Este capítulo quería publicar en dos o tres días pero logré terminarlo antes 😁 así que nos leemos en el siguiente el jueves que viene  😘😘

Alma gemela | CARMUEL|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora