SAMUEL
Todo está saliendo perfectamente, mi vida ha cambiado y estoy feliz... deje de pelear con mi padre, Carla me ama con locura, mi libro esta publicado y ha sido un gran suceso.
Ahora también tendría que ir a casa de mis padres para darles una copia, espero que lo tomen de la mejor manera posible, al menos mi padre. Hace poco tiempo acepto el hecho que quiero hacer lo que quiero hacer con mi vida, ahora espero que no se enoje mucho por el libro.
Me vestía mientras de pronto sentí manos de Carla rodeadas sobre mi cuello, tiene unas manos mágicas...
-Buenos días, guapo...
Besa mi cuello, si sigue así voy a quedar en casa todo el día.
-Tengo que ir a casa de mis padres.
-¿Para traerles la copia?
Asentí con cabeza.
-Carla...
-Prefiero que te quedas en casa y te vayas otro día...
-¿Tu nunca te cansas de esto? – cuestione con una gran sonrisa
-Siempre me dejas con más ganas.
Sigue besando mi cuello y de una manera muy sensual que logra despertar otra parte de mi cuerpo.
Sienta sobre mis rodillas, besándome salvajemente, necesito el aire pero prefiero disfrutar de sus besos que el aire.
-Me tienes loco – suspire
-Y tú a mí.
-Me encanta que el libro es basado en nosotros pero tiene unos detalles bastante íntimos – me dice al acariciar una parte de mi pelo
-¿No te gusta?
-Me encanta pero es algo que me gustaría que los demás no leen...
-Ay, pero ella ni saben que ha escrito sobre ti.
-Te amo, cada día más.
-Nunca olvides que nada de esto hubiera sido así sin ti, todo lo que tengo y todo lo que soy es gracias a ti.
Por la tarde fui a casa de mis padres, todos estaban allí, les entregue el libro y le comente la situación, les dije que también me llamaron para pasar por oficina, de hecho Elena me llamo, espero que todo está saliendo bien.
-Ay, mi hijo, estoy muy orgullosa de ti - dice, abrazándome
-Gracias, mama.
Mi papa también estaba muy orgulloso, no dejaba de leer algunas partes del libro.
-Ya, papa... no tienes porque leerlo en este momento.
-¿Y Carla? ¿Por qué no vino? – cuestiona mi mama
-Quedo en casa, además tengo que verme con Elena.
-¿Es algo muy importante?
-Supongo.
-Pensé que podrías quedarte a almorzar.
-Lo siento, vamos a venir el otro día, te lo prometo, solamente vino para dejarles la copia del libro.
-Mi hermanito, el escritor... - comenta Christian
Se acerca a mí, abrazándome.
-Leí algunas partes en internet, nada más te digo que eres un detallista.
-Ya, cállate.
-¿Por qué detallista? – cuestiona mama
-Está diciendo tonterías.
Lo que me faltaba.
Después de pasar algunas horas con mi familia me fui directamente a la oficina de Elena...
-¿Hay algún problema? – cuestione
-Te tengo buena noticia.
-Menos mal.
-Un director quiere adaptar tu libro para hacer una película.
-¿Qué?
Quede hipnotizado, no puedo creer, hace poco tiempo que la publicaron y ya se convirtió en un éxito.
-Si, quería comentártelo antes de darles la respuesta, tu eres el que decide sobre el futuro del libro.
-No espere una cosa así.
-No tienes que decidir en este momento, tienes una o dos semanas.
-Me has dado la mejor noticia, la verdad.
Estaba sorprendió pero positivamente, mi libro podría convertirse en una película.
-Samuel, quería pedirte perdón por lo que ocurrió ese día en la oficina.
-Ya...
-No tenía malas intenciones.
-Pensé que ya habíamos hablado de eso.
-No quiero que piensas que ando detrás de ti, esto es un negocio y te prometo que lo que paso no volver a ocurrir.
Me gusta que esta tan directa y sincera, por lo menos.
-¿Te puedo llamar en unos días para darte mi respuesta?
-Claro.
De inmediato fui a casa para decirle a Carla lo que acabo de descubrir, estoy seguro que ella se va poner feliz, vamos a poder ver película basada en nuestra relación, es increíble.
-¿Lo dices en serio? – cuestiona
Nos encontramos en el salón, ella acaba de salir de ducha, tenía una toalla rodeada sobre su cuerpo.
-Estoy muy feliz, esto tenemos que celebrarlo.
Pongo manos sobre su cuello, esas gotas de agua que caen sobre su cuello me vuelven loco.
-Estoy muy afortunada de estar a tu lado cuanto pasas por cosas como estas, lo único que me importa es que estés feliz.
-El libro, película, discusiones con mi padre, mi buen ánimo... todo eso lo debo a ti.
-No tienes que seguir agradeciéndome.
-Te amo más que nunca – dije al besarla
-Más que nada.
