CAPITULO 17

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SAMUEL

Provocaciones de Alex hacen que tengo ganas de romperle la cara... lo único que quiero es que Carla no sufra, ese tipo busca aprovecharse de ella.

Hijo de puta.

Desgraciado.

Parezco a un novio celoso pero no lo soy, de verdad... no puedo estar celoso de alguien de quien no estoy enamorado. Digo, Carla es guapa, cuando nos acostamos juntos pase una noche muy maravillosa con ella, fue magnífico pero eso no es amor, yo amo a Marina o al menos eso sigo creyendo.

Carla está hablando con Alex, se está sonriendo, es como si ella también quiere provocarme pero ella no es así.

-Samuel, ven aquí. – me dice mi padre

Dejo mi bebida en la mesa, mis ojos siguen en Carla quien ahora se dio cuenta de lo que estoy haciendo pero aun así sigue hablando con el idiota de Alex.

-Papa, ahora estoy ocupado.

-¿Qué mierda te pasa esta noche?

-No tengo tiempo para explicaciones.

-Has hecho un escándalo sin necesidad, no puedes comportarte como un animal.

-¿Animal?

-Lo has atacado como si fuera tu peor enemigo.

-Pues, ahora se ha convertido en mi peor enemigo.

-¿Qué sucede? Yo puedo ayudarme, solamente dime que es lo que pasa.

Me niego a darle respuestas claras, no pienso hablar sobre esto con él o con nadie... no puedo decirle que me ha acostado con Carla, que lo que tenemos no puede seguir siendo farsa porque ya hemos roto ese arreglamiento, tampoco quiero estar con ella, no la amo pero algo sucede, cada vez que veo Alex junto a ella tengo ganas de matarlo.

Quizás de verdad no debía mezclar putos medicamentos con whiskey, eso no me hace pensar bien, por supuesto.

-Déjame en paz. – respondo de manera grosera

-Samuel, lo único que busco es que no te olvides de quien eres y que se supone que debías estar haciendo.

-Sigues repitiéndolo como un pájaro, lo sé.

-Déjate de esas historias de que quieres convertirte en un escritor.

-¿Qué tiene de malo?

-Todo.

Mi padre es una persona más que quiero golpear muy fuerte pero no sería justo por mi parte.

-Samuel, recapacita.

-Lo único que quiero es hacer lo que me gusta, estar con quien quiera estar, no quiero seguir sintiendo esta puta presión que siento en los pechos. – le grito

Todos ya se dieron cuenta de mi estado crítico, necesitaba gritarle, me enojaba mucho, me dio las ganas de querer pegarme un tiro en la cabeza, si no lo hice es porque Carla ha estado a mi lado.

-Baja la voz, Samuel.

-¿Qué vas a hacer, callarme?

Carla se acerco a mí, se veía preocupada.

-Samuel...

Pone mano sobre mi brazo, tratando a calmarme pero es imposible, teniendo este hombre en frente de mi me enoja mucho, siempre hago todo lo que me diga y ahora resulta que no puedo escoger mi carrera o quizás la mujer con la que quiero estar. La verdad es que no quiero dejar de estar con Carla, me siento más calmado, menos torturado y quiero seguir con la vida que tengo, no quiero que eso desaparezca pronto.

-Samuel, es mejor que nos vayamos a casa. – suspira en mi oído

-No piensa irme de aquí hasta que termino con esta puta conversación de una buena vez.

-¿Eso quieres?

-Ya te dije que es lo que busco.

-La vida no es justa, no tienes ni menor idea todo lo que hice para llegar aquí, te di una vida y tú te sigues comportando como un chico malcriado.

Joder, quiero darle un golpe en la cara pero es mi padre, no sería decisión correcta.

-Samuel, si no cambias tu comportamiento vas a quedar sin personas que te están apoyando, no solamente tu familia sino también Carla. Mírala, se preocupa por ti aunque tú eres un desgraciado y no lo mereces.

-¿No lo merezco?

-No, no lo mereces.

-Muy bien.

-Samuel, no lo escuchas. – me dice Carla

-No intentas hacerle sentir mejor, Carla. Nunca vas a poder lograr ayudarle, ya ves que está bastante jodido.

-Samuel, no le crees, el no te conoce como yo, no te conoce como yo, no puedes dejar que esas palabras llegan a tu mente.

Toma a Carla por la mano y salimos de esta puta casa, por primera vez hice la cosa correcta. Manejaba el coche en silencio, sentí tanta rabia pero también paz.

-Samuel...

-Déjalo.

Parque el coche en frente de nuestra casa pero Carla me toma por la mano antes de que pudiera salir.

-Mírame.

La miro en los ojos, sus ojos tenían algo, me hico sentir paz, hasta me hico sonreír.

-Sonríes.

-Si, me sonrió aunque quiero llorar.

-No puedes escucharlo, es un idiota, ya ves que no entiende.

-Nadie me entiende.

-Yo sí.

-¿De verdad?

-Si, se cómo eres y que quieres hacer con tu vida, pienso que algún día podrías lograr hacerlo.

-Eres increíble, Carla.

Carla pone mano sobre mi mejilla, acariciándome.

-Me siento muy jodido últimamente.

-¿Tomas pastillas, verdad? – cuestiona preocupada

-Claro.

-Todo va salir bien, te lo juro. – dice, abrazándome

Le doy un beso en el cuello, dejándola poner manos sobre mi cuerpo, me gusta que tenga a alguien quien quiero y puedo abrazar de esa manera, alguien como ella, alguien como Carla.

Alma gemela | CARMUEL|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora