CAPITULO 39

712 44 7
                                    

SAMUEL

Llego el momento para que nos vayamos a esa fiesta aburrida, es lo último que quiero hacer pero lo hago por Carla. Ella no va estar feliz si yo sigo ignorando a mi padre y todo lo que el provoca, sigo odiándolo pero no tengo otra alternativa que esta.

Ponía una camisa blanca y pantalones negros, lucia guapísimo, de hecho.

Lo que más me gusta de todo esto es llegar a casa, quitar esta ropa y volver hacerle el amor a Carla.

Ponía corbata mientras seguía en frente del espejo, me frustraba todo esto pero al ver a Carla aparecer detrás de mi me siento más tranquilo. Me sonreí, ella pone manos sobre mi cintura, besa mi cuello.

-Eres guapísimo. – suspira

Carla llevaba un vestido de color rojo, se veía muy hermosa, eso me da ganas quitarle el vestido y volver a hacer lo mismo pero así no llegaríamos a ninguna cena.

-Y tu eres preciosa, amor.

En cuanto termine de poner mi corbata di vuelta, pongo mano sobre su mejilla, acariciándola, sus manos seguían rodeadas sobre mi cintura.

-Volver a ver a mi padre me pone nervioso.

-Te va decir muchas cosas pero necesitas ignorarlo.

-¿Cómo?

-Tienes que sonreír y hacerle el caso, al menos hacerle creer que eso es lo que quieres hacer.

-Joder, no sé si voy a poder...

-No te pones así, te lo digo por tu bien.

Ella siempre se preocupa por mí, no sé cómo pude pensar que Marina fue la mujer de mi vida, ella solamente me hico sentir peor, no entendía como me encuentro, me hico sentir intranquilo y frustrado. Carla es todo oposito a ella, voy a pasar toda la vida estando con única mujer que sabe como quererme y hacerme feliz, lo único bueno que hico mi familia o mejor dicho mi padre fue hacerme estar cerca de Carla, eso resulto ser la única buena decisión que ha tomado.

-¿Qué tanto miras? – cuestiona después de unos segundos

Me perdí en mis pensamientos...

-Te amo, más que nada.

-Y yo a ti.

Nos damos un último beso antes de tomarla por la mano y salir del baño, el camino a casa de mis padres paso tranquilamente, al menos hasta que salimos del coche, vi que padres de Carla ya llegaron.

Suspire profundamente, debía estar preparado para esto.

-Dame tu mano. – dice Carla

Me toma por la mano y caminos a dirección de la casa, entramos en jardín y al encontrarnos frente las puertas vi a mi madre abrirlas.

-¡Por fin llegan! – grita, abrazándonos

Después de apartarse nos deja entrar, vi a mi padre y padres de Carla ya sentados por la mesa, bebiendo vino, aun no han servido la comida.

-Perdón por la demora... - digo al entrar al salón

Todos lo comprenden, no veo a Christian por ningún lado, debía estar en una de esas fiestas.

-Siéntate, amor... - le digo a Carla después de que saludo a todos

Me sorprendí al notar tan positivo ambiente, todos estaban alegres, contentos, felices.

Carla paso toda la noche hablando con su madre sobre algunos asuntos, me sentí un poco egoísta porque jamás les invite a nuestra casa, ahora que Carla y yo estamos juntos tendríamos que hacerlo al menos una vez.

Alma gemela | CARMUEL|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora