CAPITULO 54

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CARLA

Samuel y yo nos metimos en la piscina, por fin... la vez anterior no pudimos hacerlo de manera adecuada por mi culpa. Sus labios suaves recorren mi cuello mientras le tengo abrazado y pegado a mi cuerpo.

-Con estos suspiros me haces entender que te gusta lo que estoy haciendo – suspira

Le detengo, cambiemos la posición.

-Siempre me gusta lo que haces – respondí

Pongo manos sobre su cuello, le beso en los labios, no son simples besos sino nos comemos con bocas, el pone manos sobre mi espalda, me sigue el ritmo con su boca.

-Podría sabotear estos labios toda mi vida – suspira en mi oído

Oír ese suspiro en mi oído es algo que me pone aun mas excitada.

-Dudo mucho que sea buena idea hacerlo aquí – suspire

Samuel besa mi cuello, lo muerde.

-Haremos lo que tú digas, amor.

Al fin lo hicimos en la piscina, los dos éramos tan excitados que no podíamos esperarlo, es primera vez que lo hacemos en un lugar así.

Estaba preparando la cena cuando Samuel vino, trayendo un libro.

-Te traigo esto – dice

-¿Qué es eso?

-Una copia de mi libro.

-No me dijiste que ya lo publicaron.

-No pero te traje una copia, va ser publicado en unos días.

Tome el libre, se llama Alma gemela, parece interesante, estoy dispuesta a leer cualquier cosa que él escribe.

-Ya me encanta, mi amor – le dije

-¿Lo dices porque me quieres?

Deje el libro de al lado, me acerque a él.

-Lo digo porque eres el escritor más guapo del mundo, además eres muy joven, debía tener mucho cuidado con lo que haces.

-¿Perdón?

-Muchas mujeres parecen andar detrás de ti.

-A mi me importa solamente una mujer.

-¿Quién es ella?

Le provoque a propósito.

-Tú – responde

-Tengo que hacer la cena...

Samuel me toma por la cintura, me mira a los ojos profundamente.

¿Cómo es posible que provoque tantas cosas en mí? Tan solo mirarlo me hipnotiza.

-La cena puede esperar.

Me toma por la mano, nos vamos subiendo por escaleras, caminando hacia la habitación...

En cuanto entramos, Samuel me empuja hacia la pared, besándome.

-Samuel...

-Te amo, Carla... jamás me cansare de decírtelo.

Este hombre me trae loca, sinceramente.

-A mí me gusta cuando lo dices, aunque lo repites mil de veces – suspire

Samuel empieza besar mi cuello, me hace gemir...

-Samuel...

-¡Así me gusta oírte!

Hacer el amor con Samuel es una de las cosas más divertidas y hermosas, me hace el caso... me quiere, me ama y le gusta hacerme sentir satisfecha.

-Samuel, yo también te amo, no lo olvides.

-¿Cómo podría olvidar una cosa así?

-Me gusta decírtelo, para que lo sepas.

Samuel pone mano sobre mi mejilla, la acaricia...

-Eres la única mujer en mi vida, Carla.

-Tú también eres el único hombre en mi vida.

Nos unimos en otro beso pasional, la cena no sigue siendo importante cuando ocurren cosas como esas, no quiero ni pensar que va pasar cuando tendremos hijos.

Alma gemela | CARMUEL|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora