SAMUEL
Estoy acostando en la cama, de nuevo me despierto del mismo sueño... en vez de solamente tocar mis labios y limpiarlos de sopa, Carla me besa sensualmente. Esa parte cuando ella empieza con sus besos deliciosos es cuando yo me despierto.
Veo que estoy solo, más solo que nunca.
Debe ser que estoy confundiendo sentimientos... a mi Carla no me gusta, sigo extrañando a Marina. Es la única con la que quiero iniciar una relación o quizás el matrimonio en cuanto regresa a Madrid.
Ojalá pudiera seguir este trato viviendo lejos de Carla, despierta algo en mi interior, algo que busco ignorar aunque no puedo.
Me levanto temprano como siempre, me siento enfadado al darme cuenta que Carla bebió el leche que compré.
Joder.
-Buenos días. - me saluda
Estos días se ha vuelto más amable, no se porque.
-¿Porque demonios no me dijiste que bebiste todo el leche?
-Samuel...
-¿A ver, podrías respetarme aunque sea un poquito para decirme cuando pasan cosas como estas?
Creo que ella me miraba como si fuera un loco, le gritaba sin control.
-Perdóname.- se disculpa
No quería gritarle, simplemente me enoje mucho, me desesperan cosas como esas o quizás quería empujarla de mi lado, nada más.
-Joder, no quise comportarme así.
-Da igual. - responde
Después de eso ella volvió a su habitación, yo salí a comprar leche.
Puto leche.
Después me fui al encontrarme con mi padre, quería hablar conmigo, soñaba muy alegre, espero que podría cambiar mi ánimo.
-¿Te apetece comer algo?
-No tengo mucho tiempo, papá. Necesito volver a casa pronto.
-¿Pasa algo?
-Que va.
-Pensé mucho sobre tu situación y decidí ayudarte un poquito.
-¿La escritura?
-No, tu situación con Carla y falsa relación.
Me desilusione un poco, pensé que al menos había leído algo de lo que había escrito.
-¿Con que idea te saliste ahora?
-Podría hablar con Teo y así llegamos a un acuerdo de que los dos no siguen viviendo juntos, así sería más fácil.
-¿Que?
No espere esto de el, la verdad.
-¿Es eso lo que querías o no?
-Si.
-¿Entonces no hay ningún problema?
-Papa, olvídate de lo que dije, todo está bien.
-¿Que quieres decir?
-Voy a seguir soportando vivir con ella cuanto sea necesario. No tienes que hacer nada, no hables con el.
-¿Samuel, que pasa?
-Nada, no pasa nada. ¿Me estás escuchando? No hablas con el y punto. ¿Es tan difícil escuchar lo que te estoy diciendo? - le grito
De nuevo estoy gritando, es la segunda vez...
-¿No te estarás enamorando de ella? Sabes muy bien que esto es negocio, nada más que eso.
Negocio. ¿Negocio? Vaya mierda de palabra.
-¿Samuel?
-Solamente no hagas nada, eso es todo.
Me fui a casa, no quería seguir hablando con el, no le entiendo, de un día a otro cambia opinión. Si estoy viviendo con Carla es porque así debe ser y punto.
Volví a casa y la encontré en mi habitación, no entiendo que hacía aquí.
-¿Carla?
-Yo...
La vi con una de mis escrituras en manos, una escritura un poco corta, hablé mucho de mi y mi vida , de hecho personajes son pura imaginación mía.
Se trata de un chico llamado Sam que lleva años enamorado de su única novia María hasta que lo deja, es típico mujeriego así que no se le hace difícil encontrar otra chica pero el problema es que su corazón sigue latiendo por ella.
La historia es más sobre su relación con ella que otras cosas, reconociera esa escritura desde lejos.
-¿Que haces con eso?
-Estaba limpiando un poco, la encontré por accidente.
-¿Empezaste leerla por accidente también?
-Samuel, no te enojas por favor.
-No me enojo.
Me acerco a ella, tomando esa escritura, estoy muy enfadado con todo el mundo.
-No debi leerlo, lo se.
Siento en la cama, derrotado, empiezo sentir que nada me va bien bien, nadie me entiende o nadie quiere entenderme.
-Esto es solamente una explicación sobre mi puta vida, cambie nombres pero no los hechos.
Carla camina hacia mi lentamente, me mira sin sentar.
-Eres más diferente de lo que pensaba.
-Tu también eres diferente aunque no quieres mostrarlo.
Carla sonríe de una manera tierna, es primera vez que veo esa sonrisa.
Joder.
¿Como es posible poder sonreírse de esa manera?
Si ella no piensa sentar a mi lado entonces yo voy a levantarme y acercarme a ella.
-¿Me prometas una cosa? - le pregunto mientras la tomo por la mano
Fue gran arriesgo hacerlo pero necesitaba hacerlo.
-¿Que haces?
-Quiero que me prometas que nunca vas a dejarme.
Carla se pone incómoda y nerviosa, se que quiere que suelta su mano pero no puedo ahora.
-Samuel...
-No quiero que dejas de vivir en esta casa, sea como sea que nos llevamos no me dejas solo.
-¿Algo pasó, verdad?
-Muchas cosas.
-Samuel, tu y yo no somos nada.
-Se que esto va parecerte raro pero yo te necesito.
Notaba esa mirada de Carla, estaba confundida más que nunca, no sabe de donde viene todo esto, ni yo mismo lo sé, lo único que necesito es tenerla cerca, quiero tener cerca a alguien quien me pueda entender, a mi y mi puta soledad.
