CARLA
Samuel vuelve ponerse de misma manera después de lo que ocurrió entre nosotros dos, eso no me sorprende para nada, espere una reacción así. Lo peor de todo es que anda sin ánimo por días, ahora gracias a dios se levanta de cama, antes ni eso lo hacía.
No sé qué sucede pero supongo que tenga algo que ver con esa... con Marina.
Marina.
Esa.
Prefiero llamarla esa porque ni siquiera vale la pena mencionarla, me molesta que Samuel dice que está enamorada de ella... luego me folle, entonces de nuevo dice que la ama... de nuevo me folle y ahora se pone desesperado por culpa de ella.
No lo entiendo, la verdad... trato ayudarle pero se me hace muy difícil estar a su lado.
Estaba sentada en mi habitación pensando en él, no sé qué hacer, la verdad ni como. No logro meterle en cabeza que Marina lo único que provoca es que se sienta aun peor de lo que ya está.
Si sigo con eso va reclamarme y decir que estoy celosa... yo no estoy celosa, simplemente creo que ella no sea persona adecuada para él y punto.
La odio mucho.
Eran 6 de la mañana, Samuel entro en mi habitación sin tocar, volví ver esa desesperación de nuevo.
-Necesito hablar con alguien. – dice
-¿Qué sucede?
-He hablado con Marina.
Me sonrió irónicamente, es lo único que sucede últimamente... bueno eso y el hecho de que no hablamos sobre todo lo que sucedió entre nosotros aunque ni tengo ganas de discutirlo.
-¿Por qué haces esa cara? - pregunta
-¿Qué cara?
-Esa, la misma cada vez que menciono a Marina.
-¿Qué quieres que te diga, Samuel?
-La verdad.
-Te has vuelto patético.
-Eres demasiado directa.
Ay, quiero golpearlo con algo para dejarlo con una amnesia por lo menos, quizás de esa manera va volver comportarse como una persona normal.
Entra en mi habitación en estas horas y cuando le digo lo que pienso no le gusta, ese no es mi problema.
-No entiendo. ¿Quieres que te mienta o que te diga la verdad?
-Cada vez que hablamos sobre ella te comportas de esta manera... tan insoportable.
-¿Ahora soy insoportable?
-Siempre lo has sido.
-¿Y cuando estábamos juntos en la cama también fui insoportable o quizás te sentías mejor cuando pudiste usarme para tus propias necesidades?
Samuel quedo callado, quizás pensó que puede tratarme como una mierda y yo no iba decir nada, pues ahora llego el momento de explotar por dentro porque no pienso seguir soportando ese comportamiento de víctima.
-Yo no te use.
-Llámalo como quieras.
-Estoy sufriendo mucho.
-Samuel, ella no merece que tu estas pensando tanto en su regreso, puede ser que jamás regresa, le gusta jugar contigo.
-¿Podrías decir algo bueno sobre ella?
-No puedo.
-Ella me quiere, lo sé.
-¿Por qué estas tan ciego?
-Mira... vine aquí para que me das un buen consejo, no dormí en toda la noche, quiero golpear a alguien.
-Dices que la amas pero ni siquiera le has dicho sobre tu estado mental, ella no sabe que sufres de depresión, no sabe cómo es cuando te encuentras tan débil, cuando tengo que pensar en ti todas las noches porque no puedo dormir tranquilamente sabiendo que podrías hacer algún daño a ti mismo. – digo con ojos llenos de lagrimas
Samuel no se mueve, creo que por fin entiende como me estoy sintiendo.
-No puedo dejar de pensar en ti, tengo mucho miedo de que algo malo podría pasarte, tienes muchas cosas en mente, tu tío se suicidio, estás trabajando con tu padre aunque prefieres ser escritor y crees que amas a Marina cuando a ella le importa una mierda como te sientes.
Necesitaba decirlo todo pero eso no cambio nada, Samuel sigue siendo un idiota, no sé hasta cuando voy a poder seguir soportándolo. Esto no tiene nada que ver con celos, reconozco que no soporto a Marina pero no por Samuel sino por otras cosas.
