Indeleble

Capitulo cinco

Keyra Lombardi

29 de mayo del 2018

Mi día comienza temprano, con el aroma a café que impregna el aire de la oficina. Reviso mi agenda, llena de sesiones de fotos, reuniones con clientes y constantes ajustes de diseño.

Desde la última sesión de fotos con modelos que parecen esculpidos en mármol hasta las tensiones detrás de escena que desafían la perfección visible en las revistas, cada día es un recordatorio de que la moda es más que simples prendas; es la historia que contamos a través de la tela y el estilo.

Una de las partes más desafiantes y gratificantes de mi trabajo es trabajar directamente con los modelos. Cada uno tiene una presencia única frente a la cámara, pero también tienen sus propias historias y personalidades fuera de las luces y los reflectores. Con el tiempo, he aprendido a comunicarme con ellos de manera que no solo entiendan la visión del diseño, sino que también se sientan parte de ella.

—Necesito que me traigas un café —Jacob habla a mi lado, lo miro con el entrecejo fruncido— ¿Qué? Ve has lo que te pido

—Puedes traerlo tú mismo, no eres el único que esta cansado.

—Sí de seguro tú estas cansada —Me observa de arriba hacia abajo— Eres la favorita del jefe. Dime ¿Cuántas veces te has revolcado con él? ¿La chupas bien al menos?

La sangre se me sube a la cabeza, y le volteo la mejilla de una cachetada, Jacob se lleva la mano al rostro y noto que la rabia traspasaba sus ojos, levanta su brazo, cierro los ojos esperando el golpe que jamás llego.

Abro los ojos y el Sr D'angelo le sostiene el brazo doblándoselo en el proceso, trato de decir algo, pero mi cuerpo se queda congelado, ya con esta no se cuantas veces me han levantado la mano.

—¡Qué demonios te pasa! —Todos conocen el temperamento del Sr D'angelo, y es mejor no hacerlo enojar— No voy a permitir que estas situaciones pasen en mi empresa, eres hombre deberías saber estar a la altura de uno.

Jacob se zafa de la mano del Sr D'angelo, aprieta sus puños y tensa la mandíbula. —Ella fue la que empezó todo —Me culpa sonriendo.

—Por Dios ¿Culpar a una mujer? ¡No puedes ser menos hombre que esto!

Las personas se detienen y el fotógrafo dejo de tomar fotos en cuanto escucho los gritos de ambas personas.

—Ella me golpeo, vea mi rostro —Le muestra toda la mejilla que se encuentra roja y mi mano marcada en ella, bajo la mirada sintiéndome culpable— Ella fue, se tiene que ir de la empresa.

Mi exsuegro toma aire y ya se lo que viene. —¡YO SOY EL JEFE, YO MANDO! ¡Si yo quiero hoy mismo te vas de esta empresa! Keyra es una pieza fundamental e importante, es la que me ayuda a mantener el orden, agenda y busca a las modelos que hoy en día nos representan, puedo conseguir otro tú, pero no otra Keyra.