Capitulo 98 "Mirame"

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Jughead despertó abrazado de la rubia y la vio profundamente dormida. Se levantó con cuidado para no despertarla aunque parecía muerta. Tomó una ducha y antes de ir a la cocina a hacer el desayuno quiso ver a los niños.

Entró a la habitación de sus hijos e intentó despertar a su hija pero sin despertar al más pequeño.

- Princesa... arriba princesa. Hay escuela- Dice Jughead moviéndola un poco para despertarla.

- Mamá dijo que no- Responde la menor medio dormida cubriéndose la cara con las manos.

- Tienes que ir. Te espero abajo en 15 minutos y no despiertes a tu hermanito- Avisa Jughead en voz baja saliendo de aquella habitación.

Addison rodó los ojos y de mala gana le hizo caso a su papá. Le gustaba la escuela pero no tanto con niños que la molestan a ella y a sus mejores amigos.

Jughead fue a la cocina y empezó a hacer el desayuno. Después de un rato vio a su hija bajar las escaleras con su perrito en sus brazos.

- Sabes? Vas a malcriar a ese perro hija- Dice Jughead desde la cocina.

- No me importa. Es mi bebé- Responde la menor mientras le da comida y agua al animalito. - Y mamá?-

- Esta dormida y tratemos de no despertarla. No quiero que pelees con nadie hoy. Entendido?-

- Pero papi... y si esas niñas me molestan otra vez?- Pregunta Addison caminando hacia su padre.

- Hablas con los profesores, conmigo o con mamá y diles lo mismo a Mateo y a Sofia pero no hagan que los expulsen otra vez-

- Esta bien- Contesta la menor rodando los ojos y dirigiéndose a la sala de estar.

Jughead pudo escuchar al bebé y subió inmediatamente a su habitación. Lo encontró de pie en su cuna agarrado de los bordes.

- Buenos Días campeón. Cómo estás?- Dice Jughead sacándolo de la cuna y tomándolo en sus brazos.

- Papá- Habla el menor con una sonrisa.

- Asi es amigo. Soy papá. Ahora vamos a bañarte-

Jughead baño y vistió a su hijo y cuando iba bajando las escaleras vio a su hija jugar con su perro. Dejó al niño en su silla alta y fue a la cocina. Sirvió el desayuno y desayuno junto a sus dos hijos. Llevó a Addison a la escuela y cuando regresó a la casa el bebé se quedó dormido por el pequeño recorrido de la escuela a la casa. Jughead lo llevó a su cuna otra vez y cuando salió de aquella habitación se encontró con Betty.

- Hola mi amor- La saluda besando su mejilla.

- Jughead... que hora es? Por qué dormí tanto?- Pregunta Betty confundida.

- No lo sé preciosa. Cómo dormiste? No volviste a tener pesadillas?- Pregunta Jughead acariciando su mejilla.

- Por Dios... y mi hija?- Pregunta la rubia.

- La lleve a la escuela- Contesta Jughead encogiéndose de hombros.

- Estás loco? Tan poco te importa la vida de nuestra hija?- Pregunta Betty con los ojos cristalizados.

- Mi amor ella está bien. Aquel tipo está preso y sus matones murieron en el tiroteo-

- Voy a buscarla. Tengo que traer a mi hija de regreso a casa para que esté a salvo- Dice Betty empezando a bajar las escaleras rápidamente.

- No! No vas a hacer eso Betty. No es necesario. Ella está a salvo linda- Responde Jughead tomándola cuidadosamente del brazo.

- No! Van a buscarla y la van a secuestrar o van a... no!- Habla Betty empezando a hiperventilarse.

- Amor por favor... ella está bien. Te lo prometo por favor respira- Le pide él abrazándola.

- No! No voy a permitir que le hagan algo a mi hija! Ya mataron a mi bebé y no dejare que le hagan algo a otro de mis hijos!- Exclama Betty caminando hacia la puerta principal.

- Ya no estamos en peligro! No pasará nada preciosa- Responde Jughead bloqueando su camino y abrazándola con fuerza para tranquilizarla.

- No!- Grita Betty empezando a sufrir un ataque de pánico.

- Amor... mi amor mírame. Mírame... estamos bien. Los niños están bien. No nos pasará nada porque ya estamos a salvo- Dice Jughead tomando el rostro de Betty con ambas manos y mirándola directamente a los ojos.

Betty logró calmarse y abrazó a Jughead sintiéndose segura en sus brazos. Se sentaron juntos en el sofá en total silencio. Betty tenía al perrito de su hija en su regazo y lo acariciaba con una expresión neutra que no mostraba ninguna emoción. Jughead la miraba , preocupado.

- Mi amor... estás bien?- Pregunta Jughead poniendo su mano sobre la de ella.

- Yo... si- Responde ella mirándolo con una pequeña sonrisa forzada mientras sigue acariciando al cachorrito en su regazo.

- Quieres hablar sobre las pesadillas que tuviste anoche?-

Betty no respondió. Lo miró y luego volvió su mirada al pequeño animal y de repente rompió en llanto y abrazó al perrito. Jughead la abrazó y besó su cabeza.

- Le pedí, le supliqué que no matara a mi bebé y que iba a hacer lo que él quisiera pero lo hizo. Lo mato y no dejo que naciera, nunca voy a saber si iba a ser un niño o una niña o a quien iba a parecerse...- Se lamenta Betty llorando amargadamente abrazando a Jughead y al perrito.

A Jughead lo quebraba verla tan deprimida. Abrazaba a Betty y miraba hacia el techo tratando de contener sus propias lágrimas. Al parecer lo que más le dolió no fue todo el abuso que sufrió. Si no la pérdida de su bebé, al que no le dieron la oportunidad de vivir.

- Mi vida... también me dolió mucho cuando me enteré de que ese imbecil mato a un hijo nuestro. Pero ya tenemos dos hijos hermosos Betty. Y podemos... no se. Intentar tener otro hijo más adelante pero ya no estes así. No me gusta verte así amor porque te amo - Dice Jughead abrazándola más fuerte.

- También te amo Juggie- Responde ella sin dejar de abrazarlo.

Se quedaron así un buen rato. Solo abrazados hasta que escucharon a su hijo pequeño.

- Mamá...- Exclama el pequeño desde la habitación al borde del llanto.

- El deber me llama. Aquí tienes- Dice Betty dejando al perrito con Jughead y empezando a subir las escaleras en busca de su hijo.

Al llegar a la habitación de los niños el bebé estaba de pie en la cuna y con los ojos cristalizados.

- Oh... mi dulce niño no llores. Mami está aqui- Habla Betty tomándolo en sus brazos y besando su mejilla.

Betty regresó a la sala de estar con su pequeño hijo en brazos y el pelinegro mayor sonrió al verlos mientras dejaba al perrito de su hija en el piso.

- La mujer de mi vida y mi chico favorito- Dice Jughead al verlos acercarse.

Betty sonrió y se sentó a su lado con su hijo y los dos adultos empezaron a consentir a su pequeño. Aunque esta recaída que tuvo Betty pasó esta vez, todo esto es solo el principio.

•I Love You Forever• |Bughead| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora