•I Love You Forever• |Bughead|

Capitulo 59 "Fiesta y secuestro"

Betty salió de casa con sus hijos, los subió al auto y luego subió ella. Condujo hasta la casa de su madre a dejar a sus pequeños. Llegó, bajó del auto y bajó a los niños y tocó la puerta. Alice los recibió muy contenta pero también enojada porque Betty no los había llevado antes. Addison se fue con el bebé y los gemelos hijos de Polly a la sala viendo una película mientras Betty hablaba con su madre en la cocina antes de irse.

- Gracias por quedarte con los niños hoy mamá- Dice Betty con una pequeña sonrisa falsa.

- Mas te vale que los hallas traído. Tenía mucho sin verlos. Tú ve a divertirte pero ten cuidado- Advierte Alice.

- Eso haré y descuida. Estaré bien- Responde ella.

- Segura de que estás bien? Que tienes? Estás rara- Supone Alice.

- Estoy bien mamá. Es que tuve mucho trabajo ayer. Solo eso- Contesta Betty. - Adiós- Se despide dirigiéndose a la puerta principal.

- Adiós linda cuídate mucho- Se despide Alice.

- Adiós niños. Los amo- Se despide Betty de los niños.

- Adiós mami- Responde Addison sin apartar su vista de la tv.

- Adiós tía- Se despiden Juniper y Dadwood al unísono.

Betty salió de casa de su madre. Dejó su auto y continuó caminando ya que el bar no quedaba muy lejos de ahí.

Jughead seguía a Betty discretamente sin que ella se diera cuenta. Aunque lo obligaron a dejarla amenazando con matarla a ella y a los niños, el aún teme que le hagan daño. La seguía desde su auto sin que ella se diera cuenta.

Betty llegó al bar, entró y vio a sus amigas. Fue hacia ellas y las saludó.

- Tardaste Betty- Reprocha Cheryl.

- Cheryl... ella tiene dos niños- Alega Toni.

- Es que me quede hablando con mi mamá. Los niños están muy bien. Lo más difícil es ver cómo le afecta esto a Addison. Austin es un bebé y no se da cuenta de lo que pasa- Dice Betty entristeciendose.

- Pero no estamos aquí para hablar de Jughead. Vamos a divertirnos y a perrear como nunca hemos perreado en toda nuestra puta vida- Sugiere Verónica levantando su copa de cerveza.

- Así se habla Verónica- Responde Cheryl chocando suavemente su copa con la de Verónica.

- Que dices Betty?- Pregunta Toni.

- A divertirnos perras- Responde la rubia.

Las cuatro empezaron a bailar y a perrear de manera intensa haciendo bailes con movimientos sensuales y hasta algo estupidos. Reían mientras bailaban juntas hasta que se cansaron. Se sentaron juntas en una de las mesas y tomaban cerveza para refrescarse.

- Chicas tenemos que volver a hacer eso- Propone Verónica tomándose su copa de cerveza hasta el fondo.

- Pero déjanos respirar- Responde Cheryl tomando cerveza.

- Estamos cansadas. Y no vuelvas a tomar cerveza de esa manera. Qué le diremos a Archie si te llevamos a casa estando borracha?- Pregunta Toni divertida.

Betty tomaba su cerveza en silencio con la mirada perdida. Sus amigas lo notaron y se miraron sin saber qué hacer.

- Betty... estás bien?- Pregunta Verónica acariciándole la espalda.

- Nisiquiera se tomó la molestia de ir a ver a los niños!- Chilla Betty empezando a llorar otra vez.

- Ay Betty... ya no pienses en el- Responde Cheryl abrazándola.

- El era un buen padre y siempre iba a ver a los niños pero ahora qué tiene a otra se olvido de ellos. Son sus hijos también maldita sea!- Exclama Betty llorando sobre el hombro de Cheryl.

- Betty... el no olvido a sus hijos. Seguramente mañana irá a verlos- Dice Toni.

- El ama con locura a sus niños. Seguramente hoy estuvo ocupado o no se- Opina Verónica.

- Si quiere que se valla. Ellos no lo necesitarán. Yo les doy todo y no les hace falta nada. No necesitan el cariño de un padre- Afirma Betty tratando de tranquilizarse.

- Betty tranquila. Y si seguimos bailando? Solo si quieres claro- Sugiere Cheryl.

- Estás loca? Ahora vamos a perrear hasta el suelo- Responde Betty poniéndose de pie y tomándose la copa de cerveza hasta el fondo.

- Eso es Betty Cooper!- Dice Verónica aplaudiendo.

- A ver cuál de nosotras perrea mejor- Reta Toni.

- Prepárense para perder contra mi- Afirma Cheryl poniéndose de pie y empezando a perrear.

Empezaron a bailar nuevamente hasta el cansancio y después de tomarse unos cuantos tragos ya tenían que irse.

- Chicas... me divertí como nunca en mucho tiempo pero la abuela de Toni se quedara con Sofi solo hasta las 12- Avisa Cheryl.

- Fue muy divertido- Afirma Toni riendo un poco.

- Posiblemente Mateo esté volviendo loco a Archie así que yo me voy- Dice Verónica. - Adiós chicas y Betty, si me necesitas me llamas-

- Adiós V y adiós Cheryl y Toni- Se despide Betty.

- Adiós- Se despiden Cheryl y Toni al mismo tiempo saliendo del bar.

Betty salió del bar e iba caminando a casa de su madre hasta que un auto se detuvo frente a ella. Betty tuvo miedo y retrocedió.

- Espera bonita. No te vallas- Le habla Leonardo bajando la ventanilla del auto.

- Leonardo? Que haces aquí?- Pregunta Betty volteándose a mirarlo.

- Te vi saliendo del bar , sola y me preguntaba si querías que yo te llevara a algún lugar... tal vez a cenar o a un hotel para divertirnos-

- Eres un cerdo Leonardo. No quiero nada contigo. Adiós- Se despide Betty dándole la espalda y empezando a caminar.

- Elizabeth por favor... ya no estás con el escritor. Por favor- Suplica Leonardo saliendo de su auto y caminando hacia ella.

- Espera. Cómo sabes que Jughead y yo nos separamos?- Pregunta Betty volteándose a verlo otra vez.

- Eso no importa. Por favor acepta salir conmigo- Le insiste.

- Ya te dije que no. Adiós- Responde ella volviendo a darle la espalda y alejándose.

- Si no es a las buenas será a las malas. Muchachos... atrápenla y súbanla a mi auto- Pide Leonardo.

Jughead aún observaba a Betty desde su auto a lo lejos. Vio cuando dos hombres de traje salían del auto de Leonardo y agarraban a Betty a la fuerza. Vio cuando le cubrieron la boca y la metieron a aquel auto y también entró Leonardo.

- Maldita sea! Se llevaron a Betty!- Exclama Jughead empezando a conducir detrás del auto de Leonardo.

Jughead siguió al auto de Leonardo en donde tienen a Betty hasta que se detuvieron en una enorme casa apartada de las demás. Él se quedó cerca, observando y esperando el momento perfecto para entrar sin ser detectado.