El más apto [YunGi][COMPLETA]

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Durante su recorrido en la patrulla se la pasó en silencio, casi no respondía a nada de lo que Jongho le decía y este último se estaba esforzando demasiado por intentar sacarle alguna palabra, pero Yunho no dejaba de pensar en lo sucedido días atrás, en aquella pesadilla tan vívida, en la conversación, en el rostro de aquel que se anunció como Bobby.

—¿Quieres comer algo?—preguntó Jongho frenando en un semáforo—He pensado en un poco de papas o tal vez un poco de carne...

—No tengo hambre—dijo al fin—¿Conoces a alguien que pueda acceder a la base de datos?

—Sí, todos conocemos a quién se encarga de eso...

—Pero de manera no legal—Le miró con seriedad.

—¿Quién es?

—Song Bobby.

—Veré que puedo hacer, ¿algo más?

—Song MinGi—musitó y desvió la mirada. Jongho le miro sorprendido y puso el auto en marcha.

—¿Es urgente?

—Si...—murmuró —Bien, ¿quieres...?

—No y no quiero que nadie se entere de nada y no leas lo que te envíen, no te metas en mis asuntos.

—Está bien, cálmate un poco, eres un fastidio cuando te pones así...—se molestó y ninguno de los dos volvió a decir una palabra.

Las cosas no estaban muy bien, MinGi se había puesto un poco extraño luego de ese incidente del ático, pasaron algunas noches juntos pero él no se mostraba cariñoso o predispuesto a muchas de las cosas que antes si y eso le dolía mucho a Yunho porque no solo no entendía el motivo, sino que no paraba de repetir en su mente el supuesto sueño que tuvo al caer de ático.

Le dolía mucho tener que hacer lo que estaba haciendo, investigar a MinGi no era algo que hubiese contemplado en una relación sana pero ciertamente Song se comportaba a veces de formas muy extrañas, no trabajaba y aun así se daba lujos excepcionales ¿de dónde provenía el dinero? ¿Era acaso dinero limpio? Si, la historia de la familia adinerada la conocía, pero tenía muchos agujeros y un poco más allá de eso, le causaba extrema curiosidad conocer el rostro de Bobby porque solo ese detalle le separaba de un simple sueño a una realidad muy retorcida.

Ni siquiera sabía por qué su mente vagaba tanto en ese episodio, porqué no dejaba de pensar en ciertas frases de MinGi, en ciertas actitudes pasadas, él comenzaba a volverse un poco paranoico y en este preciso momento, MinGi no le estaba brindando esas características palabras que lograban calmarlo. En cambio, su indiferencia y trato seco le agrietaban la mente. Su turno en la noche había terminado, hace tres días que MinGi no pasaba a buscarlo, tres noches en las que volvió solo a casa a dormir en la soledad de su departamento, pero hoy fue diferente, al salir encontró el auto estacionado frente a la estación de policía y él adentro.