Solo quince días separaban a MinGi del momento más esperado de su vida, quince días y podría ver sus huevos eclosionar, podría sostenerlos en sus palmas con vida, al menos hasta que llegara el momento de dejarlos ir. Había encontrado la manera de llevar su labor como velador de nido de manera muy completa, estuvo fecundando sus huevos y cuidando del humano, pero también estuvo cuidando de Yunho, de su salud física y mental, pero sobre todo su salud sentimental.
Dormir en la cama con él no era tan cómodo como si lo era en su cama, pero había decidido que Yunho no podía pisar nunca más su departamento, al menos no con su incubadora allí. Les estaba resultando muy bien la nueva convivencia porque dejar los problemas por una noche se convirtió en un rutina que adoptaron con rigurosidad. MinGi fue testigo de algunos de los cambios corporales en Jeong, nunca había visto a un Oófago en la vida y le resultaba muy extraño y fascinante, ya que eran criaturas muy majestuosas e intimidatorias. La primera vez que fue testigo lo despertó un peculiar olor, un olor que estaba seguro jamás había sentido, no era desagradable pero le inquietaba al punto de mantenerlo alerta.
Yunho dormía de lado cuando sus alas se desplegaron por su espalda haciendo un ruido parecido al viento. Eran grisáceas y moteadas, suaves y tan solo una de las plumas del ancho de una mano humana adulta. No pudo evitar tocarlas, incluso sus tentáculos salieron para delinear la envergadura y se sentía tan curioso que lo volteó boca arriba, el rostro de Yunho era como un recuerdo que atesoraba pues ahora se mostraba cubierto de plumas grises y prominente pico puntiagudo, los párpados de sus ojos permanecían cerrados pero de un gris pálido que daba la ilusión de siempre estar abiertos pero sin pupilas o iris que mostrar.
Era como un ave gigante, con brazos que parecían humanos cubiertos de plumas y escamas, sus grandes muslos de igual manera, con pantorrillas finas que terminaban en una de las zarpas mas filosas que haya visto, incluso sin ejercer fuerza pudo dañar uno de sus tentáculos al tocarlas. Era bello y peligroso, mientras lo recorría con la mirada y palpaba el pecho con la mano, pensaba en la forma tan imponente en la que debería verse erguido y consciente de su ser, pensaba en cómo iba a reaccionar cuando se encontraran despiertos en el mismo sitio, sin planos oníricos de por medio.
MinGi sabía tan poco de los Oófagos realmente, con decir que apenas sabía como se veían era decir mucho, su monstruo era precavido al tocarlo, pero su lado humano lo amaba y eso era algo que simplemente no podía evitar. Se convirtió en monstruo, sabía que sería muy difícil hacer lo que pensaba, pero quería hacerlo, quería abrazar al Oófago aunque sus plumas se le quedaran pegadas en su viscosa piel, aunque aquello fuera antinatural, aunque fuera condenado por la eternidad a sufrir por lo que sentía. Para su sorpresa, las plumas contenían un aceite natural que actuaba como un escudo, las secreciones del cuerpo de MinGi no destruían la integridad de las plumas, parecían haber nacido para no encajar de ningún modo, incluso era incómodo el hecho de intentar subirse encima, su torso molestaba, ninguno poseía labios para besar.
Song no perdía la fuerza, él quería un abrazo, quería convencerse de que era inofensivo y entonces los brazos del Oófago lo atraparon y se puso muy nervioso, enredando uno de los tentáculo alrededor del cuello para defenderse en caso de que las cosas se fueran a salir de control, pero eso no pasó, en cambio las alas se plegaron sobre él como si lo abrazaran también, y en un parpadeo Yunho regresó a su forma humana. De nuevo el dulce rostro inocente de siempre, de nuevo sobre ese cuerpo humano que le había vuelto loco. Se quedó en forma de monstruo por un momento más, disfrutando de lo bien que se sentía abrazar esa apariencia humana y de lo hermoso que era acunarse en el pecho mientras lo oía respirar.
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El más apto [YunGi][COMPLETA]
FanfictionSong MinGi, un hombre que esconde una terrible verdad, busca con impaciencia preservar su gen. Ha probado con muchos cuerpos en diferentes condiciones de salud y ninguno le ha dado lo que quiere. No es hasta que conoce a Jeong Yunho que considera ha...