El más apto [YunGi][COMPLETA]

28

Los labios de MinGi tocaron con elegancia el dorso de la mano de Hwasa en un beso respetuoso y devoto para la única mujer que reconocía con la figura de madre. Ella sonrió y asintió en silencio, se detuvo algunos pasos detrás de él y miro el rostro pálido de Yunho que en cuanto se dio cuenta de lo que pasaba, se dio media vuelta y comenzó a negar en voz baja una y otra vez. Finalmente la mujer abandonó ese lugar para dejarlos solos.

—Yunho—llamó MinGi y caminó despacio, estaba muy emocionado y temeroso a la vez. Pasó cinco años lejos de la persona que amaba, con quién imaginó una vida y hasta una familia—Por favor, mírame...—suplicó y con una mano le tocó la espalda, el chico solo se encogió como si le hubiesen pegado, sus piernas comenzaron a temblar y se desmoronó al suelo.

—No, no, no...—decía sentado en el piso abrazado a sus piernas, lloraba sin poder detenerse y era incapaz de voltear a pesar de que por primera vez en cinco años, la voz que escuchaba a sus espaldas era real y no una amarga alucinación.

Song se sentó al lado y lo abrazó, todo su cuerpo recibió un escalofrío cuando sintió el olor de la piel ajena, el calor que irradiaba y lo rápido que latía su corazón. Cerró los ojos y acarició con su nariz la nuca para luego dejar un suave beso, no fue capaz de contener a su monstruo que se manifestó en los serpenteantes tentáculos.

—Perdón...—le pidió mientras intentaba no llorar—Tuve que hacerlo, Yunho, por favor, solo te pido que me mires una vez más.

—No puedo hacerlo—decía mientras se ahogaba en su propio llanto—No puedo, no puedo—temblaba aunque estaba siendo abrazado—¿Cómo vas a perdonarme tu a mi?

—No tienes que pedir perdón, fui yo quién ocasionó esto, tuve que haber hablado contigo cuando me di cuenta de que...

—¿De que no era humano?—dijo y suspiró—¿De que no te servía para tus planes de reproducción?

—Fue mi culpa desde que nos encontramos en ese lugar, ¿puedes mirarme?

—¡No quiero mirarte!—dijo en voz alta y MinGi cerró sus ojos con fuerza casi sintiendo algo de miedo—Porque si te miro temo querer matarte, porque eso hacemos cuando somos descubiertos. Sabes que lo nuestro no puede funcionar... devoré a uno de tus hijos.

—Yo no te culpo por eso...—le acarició el rostro.

—Pero yo sí...—dijo y se alejó gateando sin voltear, lentamente fue poniéndose de pie—Porque lo disfruto cada día de mi vida, porque me golpeo—dijo y azotó la mano sobre la mesada— Y sano por completo—le mostró la mano herida— Aun sigo digiriendo a tu hijo en mí y será así por unos cuantos años más... y tal cual lo dijo aquella mujer, cuando se consuma, me pondré agresivo y sabes lo que pasará luego, sabes que voy a seducir a tu monstruo, sabes que voy a hacerte poner en ese estado y construirás otro nido y me alimentarás con tus hijos nuevamente.

—Si—dijo y se puso de pie sin torpeza—No podemos resistirnos a ti, ni mi lado humano, ni mi monstruo, por eso me fui, por eso te obligué a hacerlo, porque estaba destruido, devastado, no podía controlar ninguna de mi partes y tu apenas estabas despertando, no quería hacerte daño o que tu me lo hicieras. Somos dos seres distintos, enemigos por naturaleza, pero te amo, estoy enamorado de ti y sabes bien que si me lo pides, yo procrearé para ti...